¿Qué significa Hebreos 8?
Comentario del capítulo:
El capítulo 8 de Hebreos continúa la explicación del escritor de por qué Jesús, y el nuevo pacto que trae, es superior al antiguo pacto del judaísmo. En capítulos anteriores, el escritor ha explicado cómo el Prometido no pudo haber sido un ángel, sino que tuvo que ser humano. El escritor también ha demostrado que Jesús, debido a Su vida perfecta, está en condiciones de ser el sumo sacerdote supremo para toda la humanidad. Esto involucra especialmente el ejemplo de Melquisedec, quien fue tanto un sacerdote como un rey, y quien fue honrado por Abrahán (Génesis 14). En el capítulo anterior, esta asociación con Melquisedec incluía la idea de que Dios siempre había tenido la intención de reemplazar el sacerdocio levítico con algo más grande. Esto se demostró usando varias Escrituras judías (Salmo 110).

El capítulo comienza conectando algunas de las ideas anteriores. El final del capítulo 7 incluía una descripción de un sacerdote que era perfecto y no tenía pecado. Este capítulo explica que Jesús es este sacerdote perfecto, y que actualmente está sirviendo en un lugar más grande que algún templo terrenal. Para demostrar esto, el escritor explica que los objetos terrenales, como el tabernáculo, están destinados a ser símbolos del pacto "real" con Dios. Dado que la promesa del nuevo pacto es celestial y eterna, es mucho mejor que el antiguo pacto, el cual fracasa debido a la debilidad de la humanidad (Hebreos 7:19, 23; Romanos 7:12).

Una idea importante a favor de este punto de vista es que Dios había predicho esta eventual transición. El escritor ya ha citado pasajes como Génesis 14 y Salmo 110. Ahora, se añade otro profeta judío, en una cita de Jeremías 31:31–34. Allí, Jeremías predijo un tiempo, en su propio futuro, en el que Dios crearía un nuevo pacto con Su pueblo. Este nuevo pacto estaría en la mente y el corazón de la gente, en lugar de ser algo externo y hecho por el hombre. Dado que esta predicción se dio después de la emisión del sacerdocio levítico, debe ser una referencia sobre algo que está completamente separado.

Tal y como lo razona el escritor de Hebreos, ¿por qué reemplazaría Dios el antiguo pacto a menos que fuera defectuoso (Hebreos 7:11; 8:13)? Dado que el antiguo pacto era obviamente defectuoso debido a que dependía de la ejecución de seres humanos pecadores, un pacto mejor debería basarse en promesas mejores. La obra suprema, completa y perfecta que Cristo hizo por nosotros es eso precisamente. Todo esto nos prepara para el capítulo 9, el cual explorará la relación que existía entre el tabernáculo terrenal y la obra celestial realizada por Jesucristo.
Resumen de contexto:
Hebreos 8:1–6 presagia la idea de que las cosas terrenales, como el tabernáculo, deben ser símbolos de las cosas celestiales. En particular, el papel de Cristo como sacerdote es superior al sistema del Antiguo Testamento porque ocurre en la "verdadero tabernáculo" que Dios ha dispuesto, en lugar de la tienda terrenal que ha sido hecha por el hombre. Las palabras que Dios compartió con Moisés demuestran esta naturaleza simbólica del tabernáculo. Esto también nos conduce hacia una nueva referencia de las Escrituras judías, la cual nos demuestra que esta fue la intención de Dios desde el principio.
Hebreos 8:7–13 usa una cita de Jeremías para respaldar una declaración importante. Según el autor de Hebreos, Dios siempre ha tenido la intención de reemplazar el antiguo pacto de los sacerdotes levitas por un nuevo pacto, uno que estaría centrado en la obra de Jesucristo. La descripción de Jeremías de un pacto, uno que era explícitamente diferente del que se le ofreció a Israel durante el Éxodo, describe la naturaleza personal e interna del Espíritu Santo dentro de los creyentes que ya se habían salvado. Las palabras de Jeremías también ponen un gran énfasis sobre las declaraciones del tipo "Yo haré" que Dios mismo pronuncia.
Resumen del capítulo:
El capítulo 8 de Hebreos indica que los templos, los rituales y los objetos del antiguo pacto siempre debían ser simbólicos; eran reales y valiosos, pero su valor máximo estaba en su simbolismo. Dios siempre tuvo la intención de que apuntasen hacia un pacto mejor. En lugar de algo repetitivo, terrenal y limitado, Dios planeó ofrecer algo completo, personal y eterno a través de Jesucristo. Como una prueba más de esto, el escritor de Hebreos nos ofrece otra cita más de las Escrituras judías, esta vez del profeta Jeremías.
Contexto del capítulo:
El capítulo 8 de Hebreos se basa en las ideas que se compartieron ya durante el capítulo 7. El servicio de Jesús como Sumo Sacerdote es superior, ya que se le da una mejor posición y sirve en una mejor ubicación que los sacerdotes del Antiguo Pacto. Este capítulo establece la idea de que las cosas terrenales son sombras de las celestiales, especialmente cuando se trata del templo y los sacrificios. Esto nos lleva hasta capítulo 9, que trata sobre la superioridad del sacrificio de Cristo en comparación con los del sistema levítico.
Resumen del libro:
El libro de Hebreos está destinado a desafiar, animar y darles fuerza a los creyentes cristianos. Según esta carta, Jesucristo es superior a todos los demás profetas y a todas las demás afirmaciones que existen sobre la verdad. Dado que Dios nos ha dado a Cristo, debemos escuchar lo que Él dice y no retroceder. Las consecuencias de ignorar a Dios son espantosas. Hebreos es importante ya que se basa en muchas porciones del Antiguo Testamento para defender que Cristo es la máxima y perfecta expresión del plan que Dios tenía para la humanidad. Este libro presenta algunas ideas difíciles sobre la fe cristiana, algo que el autor enfatiza en varias ocasiones.
Accessed 11/21/2024 11:35:39 AM
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