LBLA: ¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda: “¿Quién puede hallar a alguno que no se haya saciado con su carne ?”
NBLA: ¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda: ‘¿Quién puede hallar a alguien que no se haya saciado con su carne?’
NVI: ¿Quién bajo mi techo no sació su hambre con los manjares de mi mesa?
RV1960: Si mis siervos no decían: ¿Quién no se ha saciado de su carne?
JBS: cuando mis domésticos decían: ¡Quién nos diese de su carne! Nunca nos hartaríamos.