¿Qué significa Marcos 10?
Comentario del capítulo:
Mientras que Lucas y Juan ofrecen un extenso relato de las enseñanzas de Jesús entre Galilea y Perea, Marcos se adelanta y se centra en la acción. Marcos deja de lado algunas de las cosas que dice Jesús como que debemos perdonar setenta veces siete (Mateo 18:15–35), la Fiesta de los Tabernáculos (Juan 7:11–31), las enseñanzas controvertidas en Jerusalén (Juan 8:12–59; Lucas 11:14–36), la historia del Buen Samaritano (Lucas 10:25–37), la muerte y resurrección de Lázaro (Juan 11:1–44) y varios enfrentamientos con los fariseos que incitaron a los líderes religiosos a tratar de encontrar una forma de matarlo (Juan 10:22–39).
Marcos 10 probablemente comienza en la región de Perea, al otro lado del río Jordán de Judea, donde Juan el Bautista tenía su ministerio; y termina en Jericó, de camino a Jerusalén y a la cruz. Las historias giran en torno a la forma en que aquellos que tienen poder mundano rechazan el camino de Dios. Algunos lo hacen al rechazar las necesidades de las mujeres, los niños y los discapacitados, y otros al buscar y aferrarse al poder, la riqueza y la influencia en lugar de someterse a su Creador.
Marcos 10 deja atrás los argumentos sobre quién es Jesús y se concentra en quién quiere Jesús para Su reino. Marcos 10 comienza con una sección sobre el divorcio (Marcos 10:1–12). En el judaísmo, incluso en la actualidad, a las mujeres no se les permite divorciarse de sus maridos. En la época de Jesús, un hombre podía dejar a su esposa por la menor de las ofensas, entre las que se incluyen quemar una comida por descuido. Jesús condena a los hombres que son tan volubles y protege a las mujeres vulnerables recordándole a su audiencia que el matrimonio une a dos personas en una sola, en lugar de crear un amo y un siervo desechable.
Los discípulos todavía ven a Jesús como el héroe político y militar que librará a Israel de los romanos; no pueden entender por qué defendía a las personas impotentes como a las mujeres o a los niños. Los discípulos tratan de mantener a los niños fuera de Su camino, y piensan que son una distracción inapropiada para la misión de Jesús (Marcos 10:13–16). Jesús los detiene y les da la bienvenida a los niños, diciendo que son exactamente los débiles quienes recibirán el reino de Dios.
Contrario al hecho de que Jesús aceptara a los más débiles, Marcos muestra cómo aquellos que tienen algún tipo de prestigio terrenal podrían no ser aptos para el reino de Dios (Marcos 10:17–31). Un joven rico le pregunta a Jesús cómo heredar la vida eterna. Este hombre ha seguido fielmente todos los Diez Mandamientos relacionados con cómo un seguidor de Dios debía tratar a otras personas. Sin embargo, con un poco más de investigación, Jesús descubre que el hombre vive en conflicto con el segundo mandamiento, no tener otros dioses por delante de Dios. El amor por su propia riqueza es suficiente para desanimarlo a seguir buscando. El hombre se va, triste, sabiendo que su amor por sus posesiones terrenales le impide agradar plenamente a Dios.
En un segundo ejemplo de cómo los poderosos del mundo rechazan a Dios, Jesús les recuerda a los discípulos que los líderes judíos lo rechazarán (Marcos 10:32–34). La tercera profecía de Jesús sobre Su muerte incluye más detalles, y les dice que los principales sacerdotes, los escribas y los gentiles estarán involucrados, y se burlarán de él, le escupirán y lo azotarán antes de matarlo. Jesús también les dice que resucitará después de tres días.
Inmediatamente después de esta profecía, al menos en el fluir de este texto, Jacobo y Juan piden posiciones de poder en el reino de Jesús (Marcos 10:35–45). Jesús les responde amablemente, recordándoles que el liderazgo en el reino de Dios requiere sacrificio y servicio, no estatus o autoridad.
Finalmente, Jesús conoce al ciego Bartimeo, un mendigo de Jericó con un corazón humilde pero valiente que Jesús valora (Marcos 10:46–52). A pesar de la condena de la multitud que lo rodea, Bartimeo grita hasta que Jesús le responde. Cuando Jesús lo sana, Bartimeo no vuelve a su antigua vida, sino que sigue a Jesús, quizás con una visión más clara del reino de Dios que la de los Doce que se suponía que conocían a Jesús mejor que él.
Resumen de contexto:
Marcos 10:1–12 tiene profundas implicaciones para el matrimonio y la sexualidad. En la época de Jesús, un hombre podía divorciarse de su esposa por la menor de las ofensas. Jesús afirma que la gente ha corrompido la definición de Dios del matrimonio: un hombre y una mujer que se unen mediante un pacto hecho ante Dios. Jesús luego dice que, si un hombre no puede manejar ese tipo de compromiso de por vida, no debería casarse (Mateo 19:10–12). Como de costumbre, la ley de Dios protege a los indefensos: en este caso, a las mujeres. En la actualidad, las palabras de Jesús hacen lo mismo, reprendiendo a aquellos que eligen endurecer su corazón contra su cónyuge por razones egoístas. Una versión ampliada de este relato se encuentra en Mateo 19:1–12, y Lucas 16:18 también contiene una parte.
Marcos 10:13–16 continúa describiendo cómo son los seguidores de Cristo. En este caso, Jesús muestra interés por los niños, pero los discípulos intentan alejarlos de él. Mientras estaba en Cafarnaún, Jesús les enseñó a los discípulos que, en el reino de Dios, los indefensos, como los niños, son bienvenidos (Marcos 9:36–37). El reino está abierto a aquellos que vienen humildemente sin hacerse ilusiones de pertenecer allí. Aquí, Jesús dice que los líderes en Su ministerio no solo deben aceptar a los indefensos, sino que también deben reconocer que ellos son indefensos también. Esta historia también se registra en Mateo 19:13–15 y Lucas 18:15–17.
Marcos 10:17–31 comienza cuando Jesús está tratando de enseñarles a los discípulos que el reino de Dios valora a los indefensos (Marcos 9:36–37), a los fieles (Marcos 9:38–41), a las mujeres (Marcos 10:1–12) y a los niños (Marcos 10:13–16). Los discípulos, quizás, están distraídos por las muchas personas que quieren arrestar o matar a Jesús (Juan 7:32–52; 8:58–59; 10:22–39; 11:45–54; Lucas 13:31). Un joven rico le pregunta a Jesús acerca de la vida eterna y recibe una respuesta inesperada a cambio, y su respuesta a la respuesta de Jesús muestra que su interés en Dios está limitado por una cosa: su dinero. A lo largo de toda la historia, se ha asumido que la riqueza sugiere el favor de Dios, pero Jesús revela que aquellos a quienes Dios bendice a menudo valoran los regalos más que al Dios que se los está dando. Esta historia también se encuentra en Mateo 19:16–30 y Lucas 18:18–30.
Marcos 10:32–34 es la tercera vez (Marcos 8:31–33; 9:30–32) que Jesús les dice a sus discípulos que lo matarán y resucitará a los tres días. Por tercera vez, los discípulos siguen sin entenderlo. Su incomprensión parece imperdonable, pero nuestra visión en retrospectiva se beneficia de más de dos mil años de enseñanza cristiana. Lucas nos ofrece más datos sobre esta situación, ya que en su evangelio se nos dice que Dios les oculta el significado completo de las palabras de Jesús (Lucas 18:34). ¿Quién sabe? Quizás el objetivo de Dios era reforzar la valentía de los discípulos, o quizás esperaba que el cumplimiento de la profecía de la muerte de Jesús tuviera finalmente un efecto más drástico en la actitud de los discípulos. (Lucas 24:6–8). Esta sección también se encuentra en Mateo 20:17–19 y Lucas 18:31–34.
En Marcos 10:35–45, Jacobo y Juan le piden a Jesús tener posiciones de poder y autoridad en Su reino venidero. Esto ocurre después de que se dieran cuenta de que Jesús valora más a las personas indefensas, como las mujeres y los niños (Marcos 10:1–16), que a aquellos que tienen poder y riquezas terrenales, ya que éstos últimos tienden a tener dificultades para seguir a Dios porque, para ellos, la riqueza lo es todo (Marcos 10:17–22). También se dan cuenta de que parte del plan de Jesús para Su reino era sufrir una muerte horrible (Marcos 10:32–34). Ni Lucas ni Juan registran este relato, pero Mateo añade que la madre de Jacobo y Juan está involucrada en la situación (Mateo 20: 20–28).
Marcos 10:46–52 nos describe a Jesús viajando por Jericó de camino a Jerusalén y a la cruz. Durante el camino, un ciego paró a Jesús y le pidió que lo curara. El primer relato de Jesús curando a un ciego viene inmediatamente después de que Jesús acusara a los discípulos de sufrir ceguera espiritual (Marcos 8:14–26). El último de los milagros de curación de Jesús que aparece en Marcos viene justo después de que Jacobo y Juan le pidieran a Jesús recibir posiciones de poder en Su reino, lo cual también demostró en gran parte su ceguera espiritual. Lucas 18:35–43 registra un evento similar, posiblemente el mismo; Mateo 20:29–34 menciona que Bartimeo tenía un amigo que también fue curado.
Resumen del capítulo:
En este pasaje, Jesús vuelve a confrontar a los fariseos al aclarar los puntos de vista de Dios sobre el matrimonio y el divorcio. Les recuerda a los discípulos que no descarten la perspectiva espiritual de los niños. Este capítulo también registra el encuentro de Jesús con el joven rico, quien se convierte en una lección práctica de por qué la riqueza dificulta que la gente confíe en Dios. Después de esto, Jesús hábilmente deja a un lado una petición arrogante de Jacobo y Juan, y nuevamente predice Su inminente muerte. Justo antes de la entrada triunfal del capítulo 11, Bartimeo busca a Jesús, y Jesús finalmente lo cura de su ceguera.
Contexto del capítulo:
Entre los capítulos 9 y 10, Jesús reanuda Su enseñanza pública mientras viaja hacia Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos (Lucas 9:57–18: 14; Juan 7–10). Lo encontramos aquí al otro lado del Jordán en Perea y lo seguimos mientras se dirige hacia el oeste de nuevo hasta Jericó. Este capítulo rodea una tercera profecía de la muerte de Jesús (Marcos 10:32–34) con lecciones sobre el valor que le daba a las personas a quienes los hombres a menudo rechazaban: las mujeres (Marcos 10:1–12), los débiles (Marcos 10:13–16) los que valoran a Dios más que al mundo (Marcos 10:17–31), los líderes que tienen un corazón de sirviente (Marcos 10:35–45) y los que tienen una fe valiente (Marcos 10:46–52). A continuación, se produce la entrada triunfal y el inicio de la Semana de la Pasión.
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 11/21/2024 12:04:59 PM
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