¿Qué significa Marcos 10:18?
LBLA: Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.
NBLA: Jesús le respondió: “¿Por qué Me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios.
NVI: ?¿Por qué me llamas bueno? —respondió Jesús—. Nadie es bueno sino solo Dios.
RV1960: Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
JBS: Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.
Comentario del verso:
Este versículo se ha utilizado en debates acerca de la divinidad de Jesús. Algunos sugieren que Jesús está negando que es Dios. Otros piensan que Jesús está tratando de revelarle al hombre que él es Dios. Sin embargo, Jesús no está comentando algo directamente sobre el sentimiento expresado a través de la declaración en sí. Más bien, Jesús está impulsando al hombre a considerar el hecho de quién merece ser llamado "bueno".
Jesús le pregunta al hombre por qué cree que Jesús es bueno. ¿Qué es lo que hace que una persona llegue a ser "buena"? Y si alguien fuera completamente bueno, ¿qué diría eso de ellos? Si solo Dios es perfectamente bueno, y un hombre puede llegar a ser perfectamente bueno, entonces ese hombre sería Dios. Es posible que Jesús esté tratando de guiar al hombre para que llegara a esa conclusión él mismo, pero esto no parecer ser muy probable. Jesús se ha esforzado mucho por ocultarles Su identidad a todos menos a los Doce (Marcos 8:29–30; 9:9) y a los demonios que se sienten impulsados a declarar quien es él (Marcos 3:11–12). Lo más probable es que la brevedad del comentario y el rápido cambio sugieran que Jesús le está dando al hombre algo en lo que pensar más tarde: "¿por qué me llamas bueno? ¿Me estás llamando Dios? Si es así, ¿estás preparado para escucharme?"
En aquellos días era común que un laico le preguntara a un líder religioso, como un rabino, un escriba o un fariseo, qué debía hacer para ser bueno. Todas las personas seguían las enseñanzas extrabíblicas que los escribas habían creado a lo largo de los años. Jesús, por otro lado, le dice al hombre que volviera a considerar la ley mosaica tal y como Dios se la dio a Su pueblo (Marcos 10:19) y que no se preocupara por las tradiciones de los hombres (Marcos 7:1–13). El hombre implica que Jesús, al ser un buen maestro, debe saber conseguir la vida eterna. Jesús señala que solo Dios es bueno, y les compartió la ley mosaica para enseñarles a los judíos a cómo ser bendecidos.
Lo más probable es que Jesús le está mostrando al hombre que, si solo Dios es bueno, el joven rico no puede ser bueno. Si no puede ser bueno, ¿cómo puede ganarse la vida eterna? La redacción de Mateo apoya esta interpretación: 'le dijo: '¿por qué me preguntas acerca de lo "bueno"? Uno solo es bueno…" (Mateo 19:17). En realidad, no importa lo buenos que podamos llegar a ser, siempre seremos pecadores (Romanos 3:23).
Resumen de contexto:
Marcos 10:17–31 comienza cuando Jesús está tratando de enseñarles a los discípulos que el reino de Dios valora a los indefensos (Marcos 9:36–37), a los fieles (Marcos 9:38–41), a las mujeres (Marcos 10:1–12) y a los niños (Marcos 10:13–16). Los discípulos, quizás, están distraídos por las muchas personas que quieren arrestar o matar a Jesús (Juan 7:32–52; 8:58–59; 10:22–39; 11:45–54; Lucas 13:31). Un joven rico le pregunta a Jesús acerca de la vida eterna y recibe una respuesta inesperada a cambio, y su respuesta a la respuesta de Jesús muestra que su interés en Dios está limitado por una cosa: su dinero. A lo largo de toda la historia, se ha asumido que la riqueza sugiere el favor de Dios, pero Jesús revela que aquellos a quienes Dios bendice a menudo valoran los regalos más que al Dios que se los está dando. Esta historia también se encuentra en Mateo 19:16–30 y Lucas 18:18–30.
Resumen del capítulo:
En este pasaje, Jesús vuelve a confrontar a los fariseos al aclarar los puntos de vista de Dios sobre el matrimonio y el divorcio. Les recuerda a los discípulos que no descarten la perspectiva espiritual de los niños. Este capítulo también registra el encuentro de Jesús con el joven rico, quien se convierte en una lección práctica de por qué la riqueza dificulta que la gente confíe en Dios. Después de esto, Jesús hábilmente deja a un lado una petición arrogante de Jacobo y Juan, y nuevamente predice Su inminente muerte. Justo antes de la entrada triunfal del capítulo 11, Bartimeo busca a Jesús, y Jesús finalmente lo cura de su ceguera.
Contexto del capítulo:
Entre los capítulos 9 y 10, Jesús reanuda Su enseñanza pública mientras viaja hacia Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos (Lucas 9:57–18: 14; Juan 7–10). Lo encontramos aquí al otro lado del Jordán en Perea y lo seguimos mientras se dirige hacia el oeste de nuevo hasta Jericó. Este capítulo rodea una tercera profecía de la muerte de Jesús (Marcos 10:32–34) con lecciones sobre el valor que le daba a las personas a quienes los hombres a menudo rechazaban: las mujeres (Marcos 10:1–12), los débiles (Marcos 10:13–16) los que valoran a Dios más que al mundo (Marcos 10:17–31), los líderes que tienen un corazón de sirviente (Marcos 10:35–45) y los que tienen una fe valiente (Marcos 10:46–52). A continuación, se produce la entrada triunfal y el inicio de la Semana de la Pasión.
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 11/21/2024 6:09:32 PM
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