¿Qué significa Marcos 10:45?
LBLA: Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
NBLA: Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar Su vida en rescate por muchos.”
NVI: Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
RV1960: Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
JBS: Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
Comentario del verso:
Si bien Jesús nos llama a ser siervos (Marcos 10:43) y esclavos (Marcos 10:44), esta posición no es recíproca; el Siervo Sufriente de Isaías 53 actúa para nuestro beneficio, pero él es el siervo de Dios, no el nuestro (Isaías 53:11). Nuestra actitud debe ser como la Suya, pero mientras que nosotros nos ponemos literalmente en la posición de siervos o esclavos para servir a los demás, Jesús es un "sirviente" de Dios para nosotros, y no solo nuestro sirviente (Filipenses 2:7–8). Para que podamos entrar y ser parte del reino de Dios, debemos vivir con el entendimiento de que, en última instancia, somos indefensos (Marcos 10:14–15). Dios tiene el poder real, independientemente de nuestro destino en la vida; incluso si somos reconocidos como líderes en la iglesia, ese rol sigue siendo en esencia el de un servidor.

"Rescate" proviene de la raíz griega lutron y se refiere al precio que se paga para redimir a un esclavo o cautivo (Levítico 25:51–52) o un primogénito (Números 18:15), o la recompensa por un crimen (Números 35:31–32) o una herida (éxodo 21:30). Jesús puede "proclamar buenas noticias a los afligidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a anunciar libertad a los cautivos, y liberación a los prisioneros" (Isaías 61:1; cf. Lucas 4:18–19) porque es el Siervo sufriente de Isaías 53 que vino a cargar con las iniquidades de muchos, para que finalmente sean considerados como justos (Isaías 53:11).

Al escuchar estas palabras por primera vez, los discípulos piensan que los "cautivos" son los judíos que viven bajo el dominio romano. Jesús dice que los verdaderos cautivos son aquellos que son esclavos del pecado (Juan 8:34). A través de la muerte y la resurrección de Jesús, podemos ser liberados de la naturaleza pecaminosa que nos separa de Dios (Romanos 6:18). Esta libertad del pecado es completa (Juan 8:36), pero transfiere nuestra esclavitud desde el pecado hacia la justicia (Romanos 6:16–18). Nuestra libertad nos libera del egoísmo, la arrogancia, el miedo y el deseo de controlar. Nuestra "esclavitud" hacia Dios nos libera para que podamos amar a los demás y experimentar la vida eterna (Romanos 6:23).

Esta libertad es la manifestación literal del reino de Dios dentro de nosotros. Sin embargo, también es un concepto difícil de entender para los judíos, cuya misión ha sido segregar a la nación de Dios del resto del mundo. En la historia judía, los grandes líderes fueron aquellos que condenaron a sus súbditos por adorar a los ídolos y dirigieron sus ejércitos en defensa de sus fronteras. El liderazgo de Jesús da comienzo a una nueva era. Este tipo de liderazgo se basa en la sumisión a Dios y el sacrificio por los demás. La mayoría de las veces, la palabra "muchos" se referirá a personas que son rechazados por el mundo, las mujeres indefensas (Marcos 10:1–12), los niños indefensos (Marcos 10:13–16) y las personas valientes, que, aún siendo valientes, están rotas física y espiritualmente (Marcos 10:46–52). Por lo tanto, "muchos" no se referirá a las personas que valoran sus riquezas por encima de todo, a quienes los discípulos no tienen problemas para respetar en estos momentos (Marcos 10:17–31).
Resumen de contexto:
En Marcos 10:35–45, Jacobo y Juan le piden a Jesús tener posiciones de poder y autoridad en Su reino venidero. Esto ocurre después de que se dieran cuenta de que Jesús valora más a las personas indefensas, como las mujeres y los niños (Marcos 10:1–16), que a aquellos que tienen poder y riquezas terrenales, ya que éstos últimos tienden a tener dificultades para seguir a Dios porque, para ellos, la riqueza lo es todo (Marcos 10:17–22). También se dan cuenta de que parte del plan de Jesús para Su reino era sufrir una muerte horrible (Marcos 10:32–34). Ni Lucas ni Juan registran este relato, pero Mateo añade que la madre de Jacobo y Juan está involucrada en la situación (Mateo 20: 20–28).
Resumen del capítulo:
En este pasaje, Jesús vuelve a confrontar a los fariseos al aclarar los puntos de vista de Dios sobre el matrimonio y el divorcio. Les recuerda a los discípulos que no descarten la perspectiva espiritual de los niños. Este capítulo también registra el encuentro de Jesús con el joven rico, quien se convierte en una lección práctica de por qué la riqueza dificulta que la gente confíe en Dios. Después de esto, Jesús hábilmente deja a un lado una petición arrogante de Jacobo y Juan, y nuevamente predice Su inminente muerte. Justo antes de la entrada triunfal del capítulo 11, Bartimeo busca a Jesús, y Jesús finalmente lo cura de su ceguera.
Contexto del capítulo:
Entre los capítulos 9 y 10, Jesús reanuda Su enseñanza pública mientras viaja hacia Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos (Lucas 9:57–18: 14; Juan 7–10). Lo encontramos aquí al otro lado del Jordán en Perea y lo seguimos mientras se dirige hacia el oeste de nuevo hasta Jericó. Este capítulo rodea una tercera profecía de la muerte de Jesús (Marcos 10:32–34) con lecciones sobre el valor que le daba a las personas a quienes los hombres a menudo rechazaban: las mujeres (Marcos 10:1–12), los débiles (Marcos 10:13–16) los que valoran a Dios más que al mundo (Marcos 10:17–31), los líderes que tienen un corazón de sirviente (Marcos 10:35–45) y los que tienen una fe valiente (Marcos 10:46–52). A continuación, se produce la entrada triunfal y el inicio de la Semana de la Pasión.
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 11/24/2024 1:25:33 AM
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