¿Qué significa Marcos 10:9?
LBLA: Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.
NBLA: Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.”
NVI: Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
RV1960: Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
JBS: Pues lo que Dios juntó, no lo aparte el hombre.
Comentario del verso:
"Unidos" proviene de la palabra raíz griega syzeugnymi, que literalmente significa "atar a dos personas al mismo yugo". Una vez que el hombre ha dejado a sus padres y se ha aferrado a su esposa, Dios une a los dos. "Separar" proviene de la raíz griega chōrizō y significa "separar, dividir o partir". Jesús dice que el hombre necesita separarse de su familia de nacimiento (Marcos 10:7), no de su esposa.
Algunas versiones dicen "…que nadie se separe", pero el "no" nos ofrece un significado más amplio. "Que nadie se separe" podría significar que individuos tales como amantes potenciales, abogados o jueces tienen prohibido causar o legalizar un divorcio. "Que no se separe nadie" desafía a las culturas, los sistemas legales y las comunidades para establecer políticas y generar entornos que no amenacen el matrimonio. Sin embargo, en el contexto de la cultura judía de la época, la única persona responsable del divorcio era el marido: no solo era él quien organizaba el divorcio, sino que también era él a quien se le permitía así mismo resentirse de su esposa (Malaquías 2:14).
La redacción aquí suena como si fuera una jerga legal de carácter estricto, pero Dios tiene palabras incluso más fuertes en Malaquías 2:14–16. Dios rechazó los sacrificios de los hombres israelitas porque dejaron ir a sus esposas, y les fueron infieles a las mujeres con las que habían hecho un pacto. Dios se había unido a ellos "…en un solo ser, en el que abundaba el espíritu" (Malaquías 2:15), pero los hombres decidieron dejar de amar a sus esposas y las dejaron ir. Dios dice que cubrieron su ropa con violencia. Malaquías 2:16, cuyas traducciones a menudo comienzan diciendo "Dios odia el divorcio", significa más literalmente que Dios odia el hecho de que los hombres les sean infieles a sus esposas y las dejen irse. El liderazgo judío animaba a los judíos a obviar la ley que Dios mismo les había dado para el matrimonio, y nos queda claro que las palabras de Dios eran muy claras al respecto.
Resumen de contexto:
Marcos 10:1–12 tiene profundas implicaciones para el matrimonio y la sexualidad. En la época de Jesús, un hombre podía divorciarse de su esposa por la menor de las ofensas. Jesús afirma que la gente ha corrompido la definición de Dios del matrimonio: un hombre y una mujer que se unen mediante un pacto hecho ante Dios. Jesús luego dice que, si un hombre no puede manejar ese tipo de compromiso de por vida, no debería casarse (Mateo 19:10–12). Como de costumbre, la ley de Dios protege a los indefensos: en este caso, a las mujeres. En la actualidad, las palabras de Jesús hacen lo mismo, reprendiendo a aquellos que eligen endurecer su corazón contra su cónyuge por razones egoístas. Una versión ampliada de este relato se encuentra en Mateo 19:1–12, y Lucas 16:18 también contiene una parte.
Resumen del capítulo:
En este pasaje, Jesús vuelve a confrontar a los fariseos al aclarar los puntos de vista de Dios sobre el matrimonio y el divorcio. Les recuerda a los discípulos que no descarten la perspectiva espiritual de los niños. Este capítulo también registra el encuentro de Jesús con el joven rico, quien se convierte en una lección práctica de por qué la riqueza dificulta que la gente confíe en Dios. Después de esto, Jesús hábilmente deja a un lado una petición arrogante de Jacobo y Juan, y nuevamente predice Su inminente muerte. Justo antes de la entrada triunfal del capítulo 11, Bartimeo busca a Jesús, y Jesús finalmente lo cura de su ceguera.
Contexto del capítulo:
Entre los capítulos 9 y 10, Jesús reanuda Su enseñanza pública mientras viaja hacia Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos (Lucas 9:57–18: 14; Juan 7–10). Lo encontramos aquí al otro lado del Jordán en Perea y lo seguimos mientras se dirige hacia el oeste de nuevo hasta Jericó. Este capítulo rodea una tercera profecía de la muerte de Jesús (Marcos 10:32–34) con lecciones sobre el valor que le daba a las personas a quienes los hombres a menudo rechazaban: las mujeres (Marcos 10:1–12), los débiles (Marcos 10:13–16) los que valoran a Dios más que al mundo (Marcos 10:17–31), los líderes que tienen un corazón de sirviente (Marcos 10:35–45) y los que tienen una fe valiente (Marcos 10:46–52). A continuación, se produce la entrada triunfal y el inicio de la Semana de la Pasión.
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 11/21/2024 5:59:03 PM
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