¿Qué significa Marcos 12:8?
LBLA: Y echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
NBLA: Echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
NVI: Así que le echaron mano y lo mataron, y lo arrojaron fuera del viñedo.
RV1960: Y tomándole, le mataron, y le echaron fuera de la viña.
JBS: Y prendiéndole, le mataron, y le echaron fuera de la viña.
Comentario del verso:
Los líderes judíos le han preguntado a Jesús acerca de quién le dio autoridad para arrojar las mesas que usaban los cambistas y comerciantes en el patio del templo. Jesús responde con una parábola que va mucho más allá de su pregunta original.

En realidad, no se trata de qué autoridad terrenal le diera o no le diera poder a Jesús; ni siquiera se trata de qué autoridad terrenal les diera o no les diera autoridad a los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos de Jerusalén para ocupar sus puestos: es Dios quien nos otorga toda autoridad de acuerdo con Sus instrucciones. Los sacerdotes deben cumplir con sus deberes de acuerdo con la ley mosaica. Los escribas deben explicar lo que significa la ley. Los ancianos deben aplicar la Ley a las situaciones del día a día. No obstante, tal y como el segundo hijo en la parábola anterior de Jesús (Mateo 21:28–32), prometen obedecerle a Dios y luego no lo hacen.

Jesús ha señalado que él está allí para hacer la voluntad de Su Padre (Juan 6:38), hasta el punto de morir en una cruz (Marcos 14:36). El problema no es quién le ha otorgado la autoridad a Jesús y a los demás, sino quién está obedeciendo esa autoridad. Tenga en cuenta que nadie puede dañar a Dios directamente, nadie puede dañarlo físicamente o quitarle Su gloria y soberanía. Dios es omnisciente, lo ve todo, y es omnipotente. Aunque podemos negarnos a reconocer Su majestuosidad, no podemos quitarle nada. Lo único que sí podemos hacer es dañar a Sus representantes. En el Antiguo Testamento, aquellos que se negaron a respetar a Dios demostraron su falta de respeto dañando a los emisarios de Dios: Sus profetas. En el Nuevo Testamento, acaban matando a Su propio Hijo.

Los líderes religiosos y civiles matan a Jesús porque no quieren renunciar a la versión corrupta del judaísmo que ellos mismos crearon: una que les daba un poder y una autoridad que Dios nunca quiso darles. De hecho, no se dan cuenta de que, al rechazar la autoridad de Dios, también están rechazando Su protección. Cuarenta años después de este incidente, Jerusalén será destruida, el judaísmo será exiliado de allí, y Dios les dará la tarea de servirlo y adorarlo a otras personas (Marcos 12:9).
Resumen de contexto:
Marcos 12:1–12 tiene lugar días antes de la crucifixión, mientras Jesús está enseñando en el patio del templo. Los sumos sacerdotes, ancianos y escribas —representantes del Sanedrín— han exigido conocer la fuente de la autoridad de Jesús para limpiar el templo (Marcos 11:27–28, 15–19). Después de exponer su hipocresía, Jesús cuenta al menos tres historias adicionales que muestran cómo Dios reemplazará a los líderes religiosos, quienes son falsamente piadosos, por pecadores que realmente lo siguen con fe (Mateo 21:28–22:14). La segunda de estas tres historias se registra aquí, en Mateo 21:33–46 y en Lucas 20:9–19.
Resumen del capítulo:
Jesús enseña varias lecciones en este capítulo. Jesús habla sobre la eventual destrucción del judaísmo tradicional, la relación que debe existir entre los deberes seculares y los sagrados, la naturaleza de la resurrección y el mandamiento más importante de Dios. Jesús habla sobre declaraciones mesiánicas en el Antiguo Testamento, y también condena la superficialidad de los escribas, quienes buscan su propia gloria. Jesús, más tarde, ensalza las virtudes de tener una generosidad sincera, una que está basada en la fe.
Contexto del capítulo:
Días antes, Jesús había entrado en Jerusalén, aclamado como un héroe por el pueblo (Marcos 11:1–11). Mientras enseña en el patio del templo, Jesús muestra una comprensión superior de las Escrituras que la de los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos (Marcos 12:27–33), los fariseos y herodianos (Marcos 12:13), los saduceos (Marcos 12:18), y los escribas nuevamente (Marcos 12:35, 38). Lamentablemente, incluso en el caso en que un escriba entiende las Escrituras, eso no es garantía de que las seguirá hasta llegar a su conclusión lógica: Jesús (Marcos 12:28–34). En contraste, una viuda humilde ejemplifica la fidelidad y piedad que los mismos líderes no tienen (Marcos 12:41–44). Jesús sale del templo por última vez para enseñarles a los discípulos en el monte de los Olivos (Marcos 13). En Marcos 14, se prepara para la crucifixión.
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 11/21/2024 4:31:29 PM
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