Marcos 14:12 - Printer Friendly

LBLA: El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de la Pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos y hagamos los preparativos para que comas la Pascua?

NBLA: El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el cordero de la Pascua, los discípulos Le preguntaron a Jesús: “¿Dónde quieres que vayamos y hagamos los preparativos para que comas la Pascua?”

NVI: El primer día de la fiesta de los Panes sin levadura, cuando se acostumbraba sacrificar el cordero de la Pascua, los discípulos le preguntaron a Jesús: ?¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas la Pascua?

RV1960: El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban el cordero de la pascua, sus discípulos le dijeron: ¿Dónde quieres que vayamos a preparar para que comas la pascua?

JBS: Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban la Pascua, sus discípulos le dicen: ¿Dónde quieres que vayamos a disponer para que comas la pascua?

La Pascua es un solo día durante el que se conmemora cómo Dios protegió a los israelitas durante la décima plaga que infligió a Egipto. Cuando Dios mató a los primogénitos de los egipcios, "pasó por alto" a los israelitas que habían puesto la sangre de un cordero sobre sus puertas según las instrucciones de Dios (éxodo 12). La Pascua siempre se celebra el 14 de Nisán (Levítico 23:4–5). Inmediatamente después de la Pascua viene la Fiesta de los Panes sin Levadura, la cual dura siete días (Levítico 23:6–8). En la época de Cristo, "Pascua" y "Fiesta de los Panes sin Levadura" se usan indistinta y colectivamente. Entonces, si bien la Pascua no es técnicamente parte de la Fiesta de los Panes sin Levadura, se trataba como tal.

Durante la historia de Israel, la ley mosaica se perdió y se encontró literalmente varias veces. Las fiestas se olvidaron, pero volvieron a recordarse, y algunos de sus detalles cambiaron con el tiempo. En este momento, los galileos celebran la Pascua como Dios la ordenó: durante la noche del 14 (Deuteronomio 16:6). Los judíos, sin embargo, la celebran la tarde siguiente. Dado que los judíos cuentan los días de ocaso a ocaso, el 14 de Nisán abarca la comida pascual de Jesús con los discípulos, la traición en el huerto de Getsemaní, la crucifixión y Su entierro.

La última Cena, la crucifixión y la resurrección son temas que han sido debatidos por los teólogos durante siglos. Tradicionalmente, se cree que Jesús fue crucificado el viernes. Otros dicen que el miércoles tendría más sentido, ya que Jesús habría estado en la tumba todo el jueves, viernes y sábado: tres días literales y cronológicos.

El jueves también es una posible opción. Si ese fuera el caso, entonces lo enterraron el jueves 14, justo antes de la noche. El día 15, desde el jueves por la noche hasta el viernes por la noche, fue un día de reposo festivo: el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura. El día 16, que iba desde el viernes por la noche hasta el sábado por la noche, era un día de reposo regular. Así, Jesús habría estado en la tumba durante tres días: el viernes, el sábado y parte del domingo; y tres noches, la noche del jueves, la del viernes y la del sábado. Por lo tanto, esto explicaría por qué las mujeres no pudieron ir a Su tumba hasta el domingo.

Todas estas hipótesis son posibles soluciones para esta situación. Hay otras que tienen más precedencia histórica como trasfondo. En última instancia, por supuesto, no importa qué día de la semana fuera crucificado Jesús. Lo que importa es que fue crucificado, murió, fue sepultado y, lo más importante, que finalmente resucitó.

Marcos 14:12–21 describe la noche del 14 de Nisán, cuando Jesús y los discípulos celebran la Pascua. Este es un evento que Jesús ha estado esperando fervientemente (Lucas 22:15). Después de la Pascua judía tradicional, Jesús hará una transición hacia la nueva Cena del Señor. También identificará a Judas como Su traidor y lo despedirá para coordinar su arresto con los sacerdotes (Juan 13:21–30). Los otros discípulos todavía sienten curiosidad por saber cuándo liberaría Jesús a Israel. Este relato también se registra en Mateo 26:17–25 y Lucas 22:7–13, 21–23; Juan entra en gran detalle sobre otros aspectos, particularmente sobre lo que Jesús enseña, en Juan 13–17.

Jesús es ungido en una anticipación simbólica de Su muerte. Judas decide cooperar en secreto con los líderes religiosos locales para arrestar a Jesús en secreto. Durante la comida de la Pascua, Jesús predice la traición por parte de Judas y la negación de Pedro. Jesús también instituye la Cena del Señor, también conocida como la comunión. Después de orar en el Monte de los Olivos, Jesús es capturado cuando Judas lo identifica junto a una muchedumbre hostil enviada por las autoridades judías. Jesús aguanta un juicio corrupto y prejuicioso que termina en una condena por blasfemia. Pedro, temiendo por su vida, miente acerca de conocer a Jesús, y más tarde recuerda la predicción de Jesús y rompe a llorar.

Jesús ha terminado Su ministerio de enseñanza pública y ahora se prepara para la crucifixión; Su lealtad y sacrificio proporcionarán los medios a través de los que Sus discípulos podrán ser perdonados por haberlo abandonado. A continuación, los romanos, como representantes de los gentiles a lo largo de la historia, se unirán a los judíos y matarán a Jesús. Jesús será sepultado, pero resucitará con la promesa de que Su sacrificio redimirá al mundo. Mateo 26 y Lucas 22 siguen más de cerca a Marcos 14, mientras que Juan 13:1–18:27 registra más información sobre la enseñanza de Jesús en el aposento alto.

El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.