Marcos 14:15 - Printer Friendly

LBLA: Y él os mostrará un gran aposento alto, amueblado y preparado; haced los preparativos para nosotros allí.

NBLA: Y él les mostrará un gran aposento alto, amueblado y preparado; hagan los preparativos para nosotros allí.”

NVI: Él les mostrará en la planta alta una sala amplia, amueblada y arreglada. Preparen allí nuestra cena.

RV1960: Y él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto; preparad para nosotros allí.

JBS: Y él os mostrará un gran cenáculo ya preparado; aderezad para nosotros allí.

Pedro y Juan (Lucas 22: 8) están encargados de preparar la cena pascual para Jesús y los discípulos. Deben encontrar un cordero sin manchas, pan sin levadura y hierbas. Aunque Jesús había sacado a los comerciantes del patio del templo (Marcos 11:15–17), el Monte de los Olivos está lleno de puestos que venden todo lo que necesitan. La Pascua conmemora la noche en que Dios "pasó por alto" a los israelitas (quienes habían puesto la sangre de un cordero en los marcos de sus puertas) mientras que mató a los primogénitos de los egipcios (éxodo 12:1–32).

A pesar de lo que vemos en el cuadro de Leonardo da Vinci, Jesús y los discípulos no se sientan todos en sillas a un solo lado de una mesa larga, sino que se echan alrededor de una mesa en sofás, apoyados en una almohada mientras comían y bebían. En realidad, no nos debería sorprender el hecho de que la sala ya estuviera preparada, ya que los judíos de Judea, Perea y Galilea usualmente aumentaban la población de la ciudad durante la fiesta y la ciudad se preparaba de antemano para la venida de todas estas personas; pero que la habitación todavía estuviera disponible significa que Jesús lo arregló todo antes o que el Espíritu Santo estaba involucrado directamente en la situación.

Hoy en día, la cena de Pascua, o Seder, es bastante elaborada, pero los requisitos de la ley mosaica son simples. El plato principal es cordero asado o cabrito (éxodo 12:5, 8). Se debía matar al atardecer y asarlo; ninguno de sus huesos debía romperse, y tampoco se debía guardar nada de carne durante la noche (Números 9:12; éxodo 12:10). El cordero se comía con pan sin levadura y hierbas amargas tales como rábanos picantes (éxodo 12: 8), y toda esta comida se servía junto con vino.

Las similitudes que todo esto tiene con la crucifixión son sorprendentes. Jesús es el pan de vida (Juan 6:35) y Su sangre es el vino (Marcos 14:2–24). Su cuerpo está "quebrado", pero no Sus huesos (Juan 19:36), y se le da vinagre para beber (Marcos 15:36). Como el cordero pascual, Sus pies fueron ungidos al comienzo de la semana (Juan 12:1–8) y Su cabeza fue ungida al final de la semana (Marcos 14:3). Mientras Jesús y los discípulos celebran la Pascua durante la noche del 14 de Nisán, como todos los galileos, los judíos se sentarán a comer durante la tarde siguiente. Eso significa que Jesús murió en la cruz el mismo día que los judíos debían matar a sus corderos pascuales.

Marcos 14:12–21 describe la noche del 14 de Nisán, cuando Jesús y los discípulos celebran la Pascua. Este es un evento que Jesús ha estado esperando fervientemente (Lucas 22:15). Después de la Pascua judía tradicional, Jesús hará una transición hacia la nueva Cena del Señor. También identificará a Judas como Su traidor y lo despedirá para coordinar su arresto con los sacerdotes (Juan 13:21–30). Los otros discípulos todavía sienten curiosidad por saber cuándo liberaría Jesús a Israel. Este relato también se registra en Mateo 26:17–25 y Lucas 22:7–13, 21–23; Juan entra en gran detalle sobre otros aspectos, particularmente sobre lo que Jesús enseña, en Juan 13–17.

Jesús es ungido en una anticipación simbólica de Su muerte. Judas decide cooperar en secreto con los líderes religiosos locales para arrestar a Jesús en secreto. Durante la comida de la Pascua, Jesús predice la traición por parte de Judas y la negación de Pedro. Jesús también instituye la Cena del Señor, también conocida como la comunión. Después de orar en el Monte de los Olivos, Jesús es capturado cuando Judas lo identifica junto a una muchedumbre hostil enviada por las autoridades judías. Jesús aguanta un juicio corrupto y prejuicioso que termina en una condena por blasfemia. Pedro, temiendo por su vida, miente acerca de conocer a Jesús, y más tarde recuerda la predicción de Jesús y rompe a llorar.

Jesús ha terminado Su ministerio de enseñanza pública y ahora se prepara para la crucifixión; Su lealtad y sacrificio proporcionarán los medios a través de los que Sus discípulos podrán ser perdonados por haberlo abandonado. A continuación, los romanos, como representantes de los gentiles a lo largo de la historia, se unirán a los judíos y matarán a Jesús. Jesús será sepultado, pero resucitará con la promesa de que Su sacrificio redimirá al mundo. Mateo 26 y Lucas 22 siguen más de cerca a Marcos 14, mientras que Juan 13:1–18:27 registra más información sobre la enseñanza de Jesús en el aposento alto.

El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.