Marcos 14:23 - Printer Friendly

En realidad, no tenemos muchos detalles sobre cómo se observaba la Pascua en el tiempo de Jesús. Probablemente era más complicado que la simple comida de cordero, pan sin levadura y hierbas amargas que Dios estableció originalmente (éxodo 12:8), pero al mismo no era tan elaborada como la comida que los judíos celebran en la actualidad. El Seder moderno no llegó a existir hasta después del 70 d.C. Cuando el templo y Jerusalén fueron destruidos por los romanos y los judíos se dispersaron, los escribas escribieron la Ley Oral extra-escritural para que no se perdiera; ésta incluye los detalles del Seder. Esta es la misma "ley" por la que Jesús condenó a los fariseos porque ellos la valoraban más que la propia ley que Dios les dio (Marcos 7:1–13). Eso no significa que el Seder sea algo malo o contrario a la Ley, solo que los judíos no están obligados a celebrar la Pascua con tanta solemnidad.

Actualmente, el vino del Seder puede diluirse o incluso reemplazarse con jugo de uva, dependiendo de a qué erudito siga la familia. Jesús bebió vino y les ofreció vino a Sus discípulos - "el fruto de la vid" que se encuentra en Marcos 14:25 -. Jesús reconoce haber bebido vino en Lucas 7:33–35. Sin embargo, nunca se emborracha. Jesús bebe de acuerdo con el Antiguo Testamento, para celebrar algo (Salmo 104:14–15). Esto no significa que todo cristiano deba beber, pero decir que el alcohol debería prohibirse para todos los cristianos es una "regla" similar a las mismas reglas que los judíos crearon y que Jesús continuamente criticaba.

El texto es claro acerca de que Jesús y los discípulos beben de una sola copa. Beber de la copa de alguien es aceptar el hecho de que existía una relación profunda con esa persona. Cuando Jesús les preguntó a Jacobo y Juan si compartirían Su destino, él les dijo: "¿podéis beber de la copa que yo bebo…?" (Marcos 10:38). Cuando los discípulos beben la copa de vino que representa la sangre de Jesús, se identifican con él de una manera más fuerte de lo que ellos mismos podrían llegar a entender. Esa bebida representa el hecho de aceptar la obra de Jesús en la cruz, la voluntad de cargar con esa cruz ellos mismos y cambiar sus corazones. En la actualidad la Cena del Señor representa lo mismo para todos nosotros.

Marcos 14:22–25 ocurre casi 1500 años después del evento que conmemora la Pascua. Aquí, Jesús cambia radicalmente la tradición que Dios le había dado al pueblo judío, creando la Cena del Señor que celebramos en la actualidad. En lugar de escapar de Egipto, nosotros escapamos del infierno. En lugar de recibir regalos de vecinos egipcios (éxodo 11:2), recibimos dones del Espíritu Santo (1 Corintios 12:4–11). En lugar de sacrificar un cordero, recordamos el sacrificio del Cordero de Dios. Mateo 26:26–29 es casi idéntico; Lucas 22:14–23 añade más de detalles; Juan no menciona la Cena del Señor, pero Pablo entra en más detalles sobre cómo se debe cumplir (1 Corintios 11:23–32).

Jesús es ungido en una anticipación simbólica de Su muerte. Judas decide cooperar en secreto con los líderes religiosos locales para arrestar a Jesús en secreto. Durante la comida de la Pascua, Jesús predice la traición por parte de Judas y la negación de Pedro. Jesús también instituye la Cena del Señor, también conocida como la comunión. Después de orar en el Monte de los Olivos, Jesús es capturado cuando Judas lo identifica junto a una muchedumbre hostil enviada por las autoridades judías. Jesús aguanta un juicio corrupto y prejuicioso que termina en una condena por blasfemia. Pedro, temiendo por su vida, miente acerca de conocer a Jesús, y más tarde recuerda la predicción de Jesús y rompe a llorar.

Jesús ha terminado Su ministerio de enseñanza pública y ahora se prepara para la crucifixión; Su lealtad y sacrificio proporcionarán los medios a través de los que Sus discípulos podrán ser perdonados por haberlo abandonado. A continuación, los romanos, como representantes de los gentiles a lo largo de la historia, se unirán a los judíos y matarán a Jesús. Jesús será sepultado, pero resucitará con la promesa de que Su sacrificio redimirá al mundo. Mateo 26 y Lucas 22 siguen más de cerca a Marcos 14, mientras que Juan 13:1–18:27 registra más información sobre la enseñanza de Jesús en el aposento alto.

El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.