Marcos 5:22 - Printer Friendly

LBLA: Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle se postró a sus pies.

NBLA: Y vino uno de los oficiales de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, se postró a Sus pies,

NVI: Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se arrojó a sus pies,

RV1960: Y vino uno de los principales de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,

JBS: Y vino uno de los príncipes de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vio, se postró a sus pies,

Esto ocurre probablemente dentro o cerca de Cafarnaún, donde Jesús está familiarizado con la sinagoga (Marcos 1:21–28). Incluso es posible que este líder estuviera allí cuando Jesús liberó a un hombre poseído por un demonio.

El gobernante de la sinagoga, una palabra tomada de la raíz griega archisunagogos, no siempre enseña, pero es uno de los supervisores que elige a los lectores y a los maestros. Una de sus responsabilidades era asegurarse de que la enseñanza fuera precisa y se adecuara a la tradición judía. De hecho, muy bien pudo haber sido la misma persona que permitió que Jesús enseñara en Marcos 1:21–28.

Mientras que la legión de demonios se postra ante Jesús en reconocimiento a Su autoridad e identidad (Marcos 5:6) y la mujer con un problema de sangre se arrodillará con miedo y respeto, el líder de la sinagoga cae a los pies de Jesús de una manera más calculada, pero aún sincera. La palabra griega aquí es pipto, que indica que el hombre se baja voluntariamente desde una posición de autoridad a una de sumisión, no necesariamente porque cree que Jesús tiene más autoridad que él, sino porque cree que Jesús puede hacer algo por él.

Dios a menudo usa nuestras necesidades más grandes para ayudarnos a superar nuestros prejuicios y orgullo, con el fin de que podamos acercarnos a él. Los fariseos de Galilea se habían unido a los herodianos para destruir a Jesús (Marcos 3:1–6) y los fariseos de Jerusalén habían condenado a Jesús (Marcos 3:22–30). Este líder de la sinagoga podría haber mantenido la misma actitud en el pasado, no lo sabemos con certeza, pero en este momento solo quiere que su hija se cure.

Jairo es una de las pocas personas que se nombran explícitamente además de los discípulos en Marcos; su nombre significa "alguien a quien Dios ilumina".

Marcos 5: 21–24 describe a un líder de la sinagoga, Jairo, pidiéndole a Jesús que sane a su hija. Después de liberar a un hombre poseído por una legión de demonios, Jesús y los discípulos regresan al lado judío del mar de Galilea. Jesús se encuentra nuevamente con una multitud que busca curarse. La historia de Jesús resucitando a la hija de este líder de la sinagoga se pausa por un instante debido al relato de la curación de una mujer que tiene un problema de sangre (Marcos 5:25–34). Este recurso literario nos anima a comparar al honorable líder y su amada hija con la mujer impura: una mujer desamparada y probablemente abandonada. Esto nos muestra también que, para Jesús, no hay ninguna diferencia entre los dos. Este incidente también se describe en Mateo 9:18–19 y Lucas 8:40–42.

Jesús llega al otro lado del mar de Galilea y cura a un hombre afectado por una ''legión'' de demonios. A raíz de este evento, Jesús una vez más cruza las aguas dentro de esta región, conocida como la Decápolis. Allí, se le acerca un líder de la sinagoga, rogándole que fuera con él y salvara a una niña moribunda. En medio de este viaje, Jesús detiene a la multitud para identificar a una mujer que intentó tocar secretamente Su túnica; finalmente, su fe acaba curándola. Jesús luego continúa hacia la casa del líder de la sinagoga y resucita a su hija, la cual había fallecido recientemente.

Marcos 4:35–5:43 indica que hubo un incremento en el alcance de los milagros de Jesús. Jesús acaba de calmar una violenta tormenta en el mar de Galilea. Ahora, expulsa a una legión de demonios, cura a una mujer sin actuar directamente y devuelve la vida a una niña. Las tres situaciones —relacionadas con tumbas, sangre y muerte— muestran a Jesús trayendo sanidad a circunstancias impuras. En el capítulo 6, se desarrollará el tono de Su ministerio. Jesús será rechazado por aquellos que deberían conocerlo mejor, enviará a Sus seguidores a hacer Su obra y se explicará Su vínculo directo con los profetas del Antiguo Testamento.

El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.