Marcos 6:5 - Printer Friendly

LBLA: Y no pudo hacer allí ningún milagro ; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso sus manos.

NBLA: Y no pudo hacer allí ningún milagro; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso Sus manos.

NVI: En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al imponerles las manos.

RV1960: Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.

JBS: Y no pudo hacer allí alguna maravilla; solamente sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos.

Este pasaje es objeto de mucha discusión y debate. Mateo 13:58 dice que Jesús "no" hizo muchos milagros, pero la raíz griega de la cual se toma "no hizo" es dunamai, y la frase simplemente significa "ser incapaz". ¿Cómo podría el poder de Jesús estar limitado por la reacción de las personas? Comprender esto solo requiere que interpretemos el significado del escritor tal y como lo haríamos con las palabras o declaraciones de otras personas.

En repetidas ocasiones, la fe es el conducto por el cual fluye el poder sanador de Jesús (Marcos 2:5, 11–12; 5:34; 10:52), aunque no siempre (Marcos 3:1–6; 4:35– 41; 6:35–44). Aquellos que son salvados de la posesión demoníaca seguramente no muestran signos de fe antes de ser liberados, aunque los demonios conocen las capacidades de Jesús (Marcos 1:23–26; 5:6–13). Podría ser que Jesús simplemente no haga obras poderosas en Nazaret porque nadie le pregunta que las haga; o quizás solo se presentan unos pocos heridos y enfermos, y el resto se queda en casa debido a su incredulidad, hasta que la multitud lo expulsa de la ciudad e intenta arrojarlo por un precipicio (Lucas 4:29).

Más razonablemente, Jesús "no hizo" muchas obras poderosas porque sería estratégica y espiritualmente imprudente. Este es un ejemplo del uso de términos como "no se puede" en relación con algún objetivo o proceso. Por ejemplo, en ciertos deportes, podríamos decir que un jugador "no puede" cruzar una línea determinada. En realidad, no queremos decir que sean físicamente incapaces, queremos decir que no pueden cruzar esa línea si quieren permanecer dentro de los límites del juego. Los milagros pueden despertar la curiosidad de buscar en las personas, pero cuando se enfrentan a lo inexplicable, un corazón endurecido es capaz de inventarse cualquier excusa necesaria para evitar aceptarlo.

Un profeta se identifica por los milagros que realiza a través del poder de Dios. Si una persona ya ha rechazado al profeta, también rechazará el milagro, volviéndose aún más reacio a la hora de aceptar el mensaje. Este ciclo puede alejar a las personas de Dios en lugar de acercarlas hacia él. Como la intención de Jesús es promover la fe a través de Sus milagros, Jesús "no puede" -lo que significa que elige no hacerlo- en Nazaret.

Marcos 6:1–6 cumple de alguna manera los deseos de la familia de Jesús de que él volviera a casa (Marcos 3:21). Lamentablemente, este regreso a casa no acaba bien. La bienvenida de los nazarenos se asemeja más a la actitud de la familia de Jesús que a la de las muchedumbres que acuden para ser sanadas en el resto de Galilea. Los nazarenos reconocen la verdad de la predicación de Jesús, pero lo rechazan, especialmente después de que Jesús dice ser el Mesías. Jesús puede hacer pocos milagros allí, porque su falta de fe entra en conflicto con Su intención de proporcionar milagros solo para aquellos que tienen fe. La población de la ciudad natal de Jesús está tan furiosa con él que intentan arrojarlo por un precipicio (Lucas 4:29). Estos eventos también se encuentran en Mateo 13:53–58. Lucas 4:16–30 registra una versión más amplia de este evento.

Jesús regresa a Su ciudad natal de Nazaret, pero la gente allí es infiel y escéptica. Como resultado, Jesús no realiza más que unos pocos milagros pequeños. Luego, Jesús les dice a Sus doce apóstoles que viajen en parejas para predicar el arrepentimiento y sanar enfermedades. Marcos luego se toma un breve descanso para explicar la muerte de Juan el Bautista, quien fue decapitado después de que Herodías (la esposa de Herodes Antipas) engañara a Herodes Antipas. Más tarde, el enfoque se vuelve a Jesús de nuevo, donde se le presenta alimentando milagrosamente a miles de personas, caminando sobre el agua y sanando a las personas en Genesaret.

A pesar de que se les da a los Doce la oportunidad de ejercer algo del poder y la autoridad de Jesús, todavía tienen dificultades para comprender bien lo que está pasando. Los Doce malinterpretan quién es Jesús, lo que ha venido a hacer y cuánto les pedirá. Los Doce acaban asustándose ante la demostración de la deidad de Jesús, pero parecen olvidar el rechazo de Su ciudad natal, que intenta matarle, y la muerte de Juan el Bautista. Es fácil tener fe en un profeta que parece dispuesto a rescatar a Israel del dominio extranjero; aún así tienen dificultad para entender que Jesús es Dios.

El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.