Marcos 7:30 - Printer Friendly

LBLA: Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido.

NBLA: Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido.

NVI: Cuando ella llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella.

RV1960: Y cuando llegó ella a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija acostada en la cama.

JBS: Cuando fue a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija echada sobre la cama.

Este pasaje es de gran importancia para los lectores gentiles del Evangelio de Marcos, ya que revela el hecho de que Jesús acepta tanto a judíos como gentiles cuando se acercan a él a través de la fe. Aunque Su misión terrenal se centró en gran medida en el pueblo judío, Jesús estaba y está disponible para todos los que vayan hacia él. Además, el hecho de que Jesús acepta a una mujer arrodillada ante él, pidiéndole ayuda, nuevamente muestra que Jesús se preocupa por las necesidades de las mujeres y responde a sus preocupaciones. En un momento en que los derechos de las mujeres a menudo se descuidaban, Jesús expresa mucha compasión y respeto hacia las mujeres que acuden hacia él.

Al momento de escribir este comentario, la cultura occidental se tambalea ante la explosión de revelaciones de abuso y violencia contra las mujeres y las minorías étnicas. Muchas de estas acusaciones tienen vínculos con una iglesia, una denominación o una organización "cristiana", pero es de vital importancia (de hecho, es crucial) que comprendamos que este nunca fue el corazón de Jesús. Jesús condenó a los líderes religiosos que se aprovechaban de sus cargos (Ezequiel 34:1–10) y le da la bienvenida a cualquier persona que se acerque a él a través de la fe, incluso a una mujer de una nación que era antagonista hacia los judíos.

Pablo dijo que, en la iglesia, no hay distinción entre judío y griego, hombre o mujer (Gálatas 3:28). Jesús aquí muestra que no hay distinción entre judío y cananeo. Actualmente, no hay distinción entre una etnia blanca, negra, hispana, asiática o cualquier otra etnia terrenal.

Tal y como Jesús dijo en oración en Juan 17:20–21: "pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste".

Marcos 7:24–30 viene después de una larga disertación sobre lo que hace que una persona esté limpia o sea impura. Jesús se lleva a los discípulos a un territorio gentil. Allí, actúa "en contra" de las tradiciones de los ancianos al interactuar estrechamente con los gentiles. Primero, sana a la hija de una mujer cananea. El relato de Marcos sobre la fe de la mujer cananea es relativamente corto. Mateo 15:21–28, escrito específicamente para los judíos, los desarrolla un poco más. A través del final del capítulo 7 y hasta el capítulo 8, Jesús sana a un hombre sordo y a varios de sus vecinos (Mateo 15:24–30). Finalmente, Jesús elimina cualquier preocupación que pudiera existir acerca de alimentos limpios o impuros ofreciéndoles una comida a cuatro mil personas, muchos de los cuales eran indudablemente gentiles.

Jesús responde a otro error tradicional de los escribas y los fariseos, explicando que la comida en sí misma no hace que una persona sea impura. Más bien, es la intención del corazón lo que le importa a Dios. Jesús condena específicamente las tradiciones que efectivamente deshacen la intención original de los mandamientos de Dios. Jesús sana a la hija de una mujer gentil persistente, y un hombre que sufre de sordera y un impedimento para hablar.

Después de mostrar autoridad sobre los demonios, la muerte y la física, Jesús afirma Su superioridad sobre las tradiciones creadas por el hombre. Durante generaciones, los líderes religiosos judíos han añadido ideas a la Ley en un intento por mantener a la nación alejada del pecado. Sin embargo, estas tradiciones solo sirven para que los líderes se vean bien, pero sobrecargan innecesariamente a la gente. Jesús argumenta de palabra y acción que cualquier ley que rechace el amor está siendo malinterpretada, o ha sido creada por el hombre.

El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.