Marcos 7:34 - Printer Friendly

LBLA: y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo: ¡Effatá!, esto es: ¡Abrete!

NBLA: y levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente y le dijo: “¡Effatá!” esto es, “¡Abrete!”

NVI: Luego, mirando al cielo, suspiró profundamente y le dijo: «¡Efatá!» (que significa: ¡Ábrete!).

RV1960: y levantando los ojos al cielo, gimió, y le dijo: Efata, es decir: Sé abierto.

JBS: y mirando al cielo, gimió, y dijo: Efata: que es decir: Sé abierto.

Jesús y los discípulos están en Decápolis, posiblemente cerca de la costa sureste del mar de Galilea. Un grupo de personas le ha traído un hombre sordo que no puede hablar con claridad. Jesús lo ha alejado de la multitud e indica lo que planea hacer.

Jesús tiende a buscar situaciones en las que desea dirigir la atención de las personas hacia Dios, especialmente cuando alimenta a los cinco mil (Marcos 6:41) y resucita a Lázaro (Juan 11:41). "Efata" viene del hebreo o arameo, y significa "estar abriéndose". Al igual que cuando levantó a la niña (Marcos 5:41), Marcos registra las palabras originales, tal vez para mostrar que Jesús no estaba usando un "hechizo mágico" o un "encantamiento" extraño para hacerlo.

Hay mucha confusión sobre el hecho de que, aunque Jesús es Dios, a menudo Jesús le orara a Dios. Este tema trata sobre la naturaleza de la Trinidad y si Jesús era todopoderoso durante Su vida en la tierra. Jesús declara claramente que, como persona, estaba separado del Padre (Juan 5:19–27). De hecho, "sino que se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo, y se hizo semejante a los hombres" (Filipenses 2:7). El poder de Jesús proviene del Espíritu Santo, no de él mismo (Marcos 3:22–30).

Jesús, el Padre y el Espíritu Santo son miembros de la Trinidad; son de la misma esencia, pero son personas diferentes con roles diferentes. Durante Su tiempo en la tierra, Jesús aprende sobre la obediencia a Dios (Hebreos 5:8) y le pide a Dios poder (Juan 11:41–42) y sabiduría (Marcos 1:35; 6:46). Jesús, el único hombre perfecto que ha vivido en la tierra, es un ejemplo para todos nosotros; no importa cuánto pensemos que ya tenemos lo que necesitamos, aún necesitamos continuar pidiéndole a Dios que Su poder se haga evidente en nuestras vidas.

Marcos 7:31–37 menciona solo la curación de este hombre y es el único Evangelio que lo hace, mientras que Mateo 15:29–31 describe a Jesús sanando a una gran multitud. Es posible que esta curación hubiera provocado la aparición de la multitud que se menciona en Mateo. Sanar a los sordos está asociado con la bendición directa de Dios (Isaías 35:5) y el Antiguo Testamento no registra ningún relato de una persona literalmente sorda que acaba siendo sanada; La mayoría de las menciones de personas ''sordas'' hacen referencia a aquellos que están espiritualmente endurecidos (con un corazón endurecido). La gente alaba a Jesús no solo por curar al hombre sordo y mudo, sino por hacerlo bien.

Jesús responde a otro error tradicional de los escribas y los fariseos, explicando que la comida en sí misma no hace que una persona sea impura. Más bien, es la intención del corazón lo que le importa a Dios. Jesús condena específicamente las tradiciones que efectivamente deshacen la intención original de los mandamientos de Dios. Jesús sana a la hija de una mujer gentil persistente, y un hombre que sufre de sordera y un impedimento para hablar.

Después de mostrar autoridad sobre los demonios, la muerte y la física, Jesús afirma Su superioridad sobre las tradiciones creadas por el hombre. Durante generaciones, los líderes religiosos judíos han añadido ideas a la Ley en un intento por mantener a la nación alejada del pecado. Sin embargo, estas tradiciones solo sirven para que los líderes se vean bien, pero sobrecargan innecesariamente a la gente. Jesús argumenta de palabra y acción que cualquier ley que rechace el amor está siendo malinterpretada, o ha sido creada por el hombre.

El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.