¿Qué significa Marcos 8:6?
LBLA: Entonces mandó a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a la multitud.
NBLA: Entonces mandó a la multitud que se recostara en el suelo; y tomando los siete panes, después de dar gracias, los partió y los iba dando a Sus discípulos para que los pusieran delante de la gente; y ellos los sirvieron a la multitud.
NVI: Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomando los siete panes, dio gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran a la gente, y así lo hicieron.
RV1960: Entonces mandó a la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante; y los pusieron delante de la multitud.
JBS: Entonces mandó a la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partió, y dio a sus discípulos que pusiesen delante; y los pusieron delante a la multitud.
Comentario del verso:
"Gracias" proviene de la palabra raíz griega eucharisteo y significa "estar agradecido" o "dar gracias". Es la palabra de la cual obtenemos "Eucaristía", también conocida como "comunión" o "la cena del Señor". Cuando Jesús le da las gracias a Dios por proporcionarle comida a la multitud, nosotros recordamos las muchas cosas por las que deberíamos estar agradecidos.
Nuestras propias comidas: Dios está al tanto de que necesitamos alimentos (más que nosotros incluso), y él nos proporcionará con lo que necesitamos para llevar a cabo Su obra. Puede que eso no incluya cenas gourmet, o incluso tres comidas al día, pero será lo que necesitamos en este momento.
La obra de Dios en nuestras vidas: así como el poder de Dios hizo que siete panes fueran suficiente comida como para alimentar a cuatro mil hombres (más mujeres y niños), Dios obra en nuestras vidas todos los días. Algunas veces nos damos cuenta y otras no. Dios está ahí cuando tenemos suficiente dinero para cubrir un gasto inesperado, o cuando estamos exhaustos, pero nos damos cuenta de que nuestros hijos necesitan algo de energía; o cuando un amigo nos da ánimo justo cuando lo necesitamos. "Por la misericordia del Señor
no hemos sido consumidos; ¡nunca su misericordia se ha agotado!" (Lamentaciones 3:22).
La invitación de Dios para unirse a Su obra se puede ver en La Trinidad misma, que son tres personas que existen en una comunión completa. Cuando Dios nos hizo a Su imagen, nos dio una muestra de esa unión a través del hecho de que nosotros también nos necesitamos los unos a los otros. Aunque el Espíritu Santo mora en cada creyente individualmente, también nos lleva a cuidarnos los unos a los otros (3 Juan 1:5–8), confrontarnos (Mateo 18:15–20) y mostrar el amor de Dios entre nosotros (1 Juan 4:7–21). Cuando Jesús parte el pan, los discípulos lo reparten; quizás piensan que son los representantes importantes de Jesús, actuando bajo Su autoridad, y de hecho lo son. Sin embargo, aprenderán que esto también requiere que todos sean "servidor[es] de todos" (Marcos 9:35).
Resumen de contexto:
Marcos 8:1–10 es la tercera de una serie de historias acerca del pan y el lugar apropiado para la limpieza ceremonial. En Marcos 7:1–5, los fariseos condenan a los discípulos de Jesús por comer pan con manos impuras. En Marcos 7:24–30, una mujer sirofenicia solicita con valentía las ''migajas'' metafóricas de la provisión de Dios. Aquí, Jesús le ofrece pan a una gran multitud de gentiles y judíos. Más tarde, Jesús equiparará las falsas e insidiosas enseñanzas de los fariseos con la levadura (Marcos 8:14–21). Este relato también se encuentra en Mateo 15:32–39.
Resumen del capítulo:
Este capítulo describe a Jesús alimentando milagrosamente a miles de personas otra vez. También nos muestra a Jesús contrarrestando la hipocresía egoísta y despiadada de los fariseos, quienes buscan señales aún más milagrosas. Jesús reprende a los discípulos sobre su corta memoria y les recuerda que la intención de Dios es ayudar a Sus seguidores. Después de sanar a un ciego, Jesús acepta la proclamación de Pedro de que él es el Mesías. Sin embargo, casi de inmediato, Jesús reprende a Pedro por resistirse a la idea de que el Mesías debe sufrir y morir.
Contexto del capítulo:
Marcos 8 continúa con los intentos de Jesús de enseñarles a los discípulos el plan de Dios para el Mesías. Jesús no ha venido por los fariseos religiosos, sino por los humildes que le responden de buena gana. Jesús no ha venido como el campeón glorioso y victorioso de Israel (aunque lo hará en un futuro), sino para morir por el mundo entero, y Sus seguidores también deben estar dispuestos a sacrificar sus vidas. El capítulo marca un punto de inflexión en el ministerio de Jesús a medida que Sus milagros disminuyen y su enseñanza aumenta. Curiosamente, Jesús también se enfrenta a una repetición de las tentaciones que experimentó en el desierto (Mateo 4:1–11).
Resumen del libro:
El Evangelio de Marcos enfatiza tanto la servidumbre de Jesús como Su papel como el Mesías prometido: el Hijo de Dios. Esto se hace a través de un estilo conciso y lleno de acción. Marcos proporciona relativamente pocos detalles y, en cambio, se centra en acciones y declaraciones simples. Esto se relaciona con la autoría del Evangelio, que se cree que se basa en los recuerdos del apóstol Pedro. Estos incluyen muchos de los milagros de Jesús, en contraste con otros evangelios que incluyen muchas más enseñanzas y parábolas de Jesús. Marcos también menciona con frecuencia cómo otras personas malinterpretan el ministerio de Jesús.
Accessed 11/27/2024 5:09:44 PM
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