¿Qué significa Mateo 11:19?
LBLA: Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: “Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.” Pero la sabiduría se justifica por sus hechos.
NBLA: Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Miren, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores.’ Pero la sabiduría se justifica por sus hechos.”
NVI: Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este es un glotón y un borracho, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores”. Pero la sabiduría queda demostrada por sus hechos».
RV1960: Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.
JBS: Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Mas la sabiduría es aprobada por sus hijos.
Comentario del verso:
Jesús está mostrándonos la manera de ser que tenía su generación de israelitas: eran como niños que estaban decepcionados porque sus amigos no participaban en sus juegos. Los israelitas, en su conjunto, se quejaron de que ni Juan ni Jesús cumplieron con las expectativas que ellos tenían sobre cómo deberían actuar los profetas o el Mesías. Las dos quejas que se nos describen son similares entre sí. La idea, en general, es que la gente simplemente busca excusas para no creer.

En el versículo anterior, Jesús señaló que muchos acusaron a Juan de estar endemoniado (Mateo 11:18). En parte, esto se debió a su estilo de vida extraño y restrictivo: no bebía alcohol ni iba a cenas. En cambio, vivía en un lugar extraño, se vestía con ropas extrañas, comía alimentos extraños y le decía a la gente que se arrepintiera del pecado. Era más fácil decir que un hombre estaba endemoniado que tener en cuenta sus advertencias sobre el juicio venidero de Dios.

Por otro lado, Jesús sí que asistió a cenas y bebió vino. Eso es lo que quiere decir cuando dice que vino comiendo y bebiendo. Las personas que no querían escuchar el mensaje de Jesús hicieron acusaciones falsas sobre Él—exactamente las contrarias de las que Juan el Bautista había recibido— porque Jesús no ayunaba como lo hacían otras personas religiosas y porque no se abstenía de beber vino. Por lo tanto, Jesús debía ser un glotón y un borracho. Por supuesto, ninguna de esas cosas era cierta.

Otro problema para los críticos de Jesús, especialmente para los líderes religiosos, era la gente con la que se asociaba. Jesús cenaba con recaudadores de impuestos y otras personas que la gente consideraba como "pecadores": aquellos que no seguían estrictamente la ley. Este es el evangelio de Mateo, y Mateo una vez más señala que la reputación de Jesús se vio afectada por haberlo llamado, debido a que Mateo había sido un recaudador de impuestos (Mateo 9:9).

Los líderes religiosos judíos se negaban rotundamente a asociarse con recaudadores de impuestos u otras personas de baja reputación. De hecho, creían erróneamente que esto aumentaba su valor religioso por encima de otras personas tales como Jesús, quien sí pasaba tiempo con esas personas. Una vez, Jesús los condenó por no haberles mostrado misericordia a los que estaban espiritualmente "enfermos", que eran los que más necesitaban un médico (Mateo 9:12–13).

La idea de Jesús aquí es que los israelitas de esa generación rechazaron a Juan el Bautista y a Jesús, pero lo hicieron por razones contradictorias. La verdad era que se negaron a aceptar sus enseñanzas. Por lo tanto, ni Juan ni Jesús coincidieron con las ideas distorsionadas que la gente había desarrollado acerca de la manera en que los profetas o los maestros religiosos debían ser.

Cristo concluye afirmando un proverbio sencillo: La sabiduría se justifica por sus obras. Algunos manuscritos antiguos, incluida la versión de Lucas de esta declaración, lo expresan de manera ligeramente diferente: "pero a la sabiduría la reivindican sus hijos" (Lucas 7:35). Tanto Jesús como Juan decían lo mismo. La sabiduría de Jesús y de Juan el Bautista se demostraba por los resultados que se derivaban de sus acciones. La gente con la que comían y bebían no era lo que importaba, sino que era el contenido de su mensaje y lo que surgía de sus acciones lo que acabaría probando si estaban diciendo la verdad o no. Al final, el cumplimiento de la misión de Jesús acabaría dándoles la razón.
Resumen de contexto:
Mateo 11:1–19 trata sobre Juan el Bautista, quien estaba en prisión en ese momento (Mateo 4:12). Juan envió a sus propios discípulos a que le preguntaran a Jesús si él era realmente el Mesías. Jesús les respondió y luego alabó a Juan delante de la multitud. Jesús les recordó acerca de la fuerza de Juan y afirmó que Juan fue el profeta que cumplió la profecía sobre la persona que le prepararía el camino al Mesías. Sin embargo, esa generación rechazó el mensaje de arrepentimiento de Juan, diciendo que Juan tenía un demonio y que Jesús era un glotón y un borracho. Jesús insistió en que tanto él como Juan al final tendrían razón.
Resumen del capítulo:
Juan el Bautista envió a Sus discípulos para preguntarle a Jesús si él era realmente el Mesías. Jesús les dio una respuesta específica para tranquilizar a Juan y luego lo defendió ante la multitud. Juan cumplió la profecía sobre la persona que prepararía al pueblo para el Mesías. Esa generación, sin embargo, rechazó escuchar tanto a Juan como a Jesús, porque decían que Juan tenía un demonio y que Jesús era un glotón y un borracho. Después, Jesús condena las ciudades que se niegan a arrepentirse y le agradece al Padre el hecho de revelarles la verdad a los niños. Jesús les ofrece descanso a los que están cansados y se siente agobiados por las circunstancias de la vida.
Contexto del capítulo:
Mateo 11 viene después de que Jesús les diera algunas instrucciones a los apóstoles acerca de cómo comunicar Su mensaje y hacer milagros por todos los pueblos de Israel (Mateo 10). Jesús respondió a una pregunta de los seguidores de Juan el Bautista y defendió el ministerio de Juan. Jesús condenó a varias ciudades de Galilea por haber rechazado Sus enseñanzas a pesar de haber presenciado señales obvias de Su divinidad. Jesús le dio gracias a Su Padre por haberle ocultado la verdad a aquellos que con arrogancia se creían sabios. Jesús les ofrece descanso a las personas que toman Su yugo. Todo esto provocó más confrontaciones con las personas que lo criticaban, las cuales aparecen durante el capítulo 12.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/22/2024 4:54:13 PM
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