¿Qué significa Mateo 15:18?
LBLA: Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre.
NBLA: Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre.
NVI: Pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona.
RV1960: Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
JBS: Mas lo que sale de la boca, del mismo corazón sale; y esto contamina al hombre.
Comentario del verso:
Jesús no requería que Sus discípulos realizaran el tradicional lavado de manos que los fariseos hacían antes de comer. Los fariseos habían elevado esta tradición al nivel de una doctrina. De hecho, pensaban que era necesario evitar incluso ponerse en la boca accidentalmente una pizca de comida que la Ley considerara como "impura" (Mateo 15:1–2).
Cuando Cristo rechazó esta idea, declaró rotundamente que nada de lo que entra en la boca de una persona la contamina. La sustancia física en sí misma simplemente viaja a través del cuerpo y luego acaba saliendo. Este es un proceso físico que no tiene la capacidad de viajar hacia alma y ensuciarla. Incluso los alimentos que se les prohibieron a los israelitas eran solo alimentos; por lo tanto, en sí mismos, no eran pecaminosos. Jesús nunca transgredió esas restricciones dietéticas (Mateo 5:17–19), ni enseñó que las personas lo hicieran. Más bien, insistió en que esas reglas no estaban ahí porque la carne de cerdo u otros alimentos fueran malos en sí mismos.
En cambio, el pecado y la corrupción es lo que ya existe de por sí en el alma de las personas. Esa contaminación se nos revela a través de las palabras que una persona dice. Las palabras nos muestran lo que hay dentro del corazón de una persona. Cuando hablamos, descubrimos que ya estamos contaminados. Cuando una persona se come algo que sabe que está prohibido, entonces descubre que es impuro a ojos de Dios. En cambio, la persona que accidentalmente se come una pequeña partícula de algo sin saberlo no está pecando.
Mateo citó a Jesús diciendo algo similar durante otra confrontación con los fariseos (Mateo 12:34). Lo que llena el corazón se desborda y sale a través de las palabras de una persona. Por tanto, no son los ojos, sino las palabras las que son la ventana del alma pecaminosa de una persona. Si alguien habla lo suficiente, finalmente acabará mostrando lo que hay en su corazón. Jesús enumera algunas de las cosas que hay en nuestros corazones durante el siguiente versículo.
Resumen de contexto:
Mateo 15:10–20 nos describe la respuesta que Jesús dio ante uno de los desafíos de los fariseos. Su preocupación no era lavarse las manos por salud, sino para seguir rituales religiosos. Jesús dice que estos fariseos serán rechazados y también dice que son guías ciegos. Cuando los discípulos le preguntan acerca de esto, Jesús les dice que no es lo que entra en la boca de una persona lo que la contamina, sino que son las palabras que salen de la boca las que revelan el pecado que hay en nuestros corazones. La contaminación ya estaba ahí, además de todo tipo de pecados. Jesús les dice rotundamente que comer sin lavarse las manos no puede contaminar espiritualmente a nadie.
Resumen del capítulo:
Algunos fariseos y escribas vinieron de Jerusalén para desafiar a Jesús. Se habían ofendido porque Sus discípulos rompieron la tradición de los líderes religiosos sobre el ritual de lavarse las manos antes de las comidas. Entonces, ¡Jesús le dio la vuelta a ese ataque, y señaló que sus críticos honraban su propia tradición por encima de los mandamientos reales de Dios! Jesús dice que nadie se contamina por lo que entra por la boca, sino por la manera en que el espíritu se expresa, como las palabras que salen de la boca. Jesús y los discípulos deciden marcharse de Israel. Jesús expulsa a un demonio de la hija de una mujer cananea que fue muy persistente. Después viajan al lado sureste del Mar de Galilea, donde Jesús alimenta a miles de personas con unos pocos panes y unos peces. Estos dos últimos eventos fueron los que finalmente establecieron la eventual difusión del evangelio más allá del pueblo de Israel.
Contexto del capítulo:
Mateo 15 comienza con un enfrentamiento entre los fariseos y Jesús. Primero le preguntaron la razón por la que Sus discípulos rompieron la práctica tradicional del ritual del lavado de manos. Deliberadamente, Jesús les preguntó a ellos la razón por la que ellos permitían que la intención obvia de los mandamientos de Dios fuera quebrantada debido a sus propias tradiciones. Jesús y los discípulos se fueron de Israel y se encontraron con una mujer cananea. Jesús alabó su fe y expulsó a un demonio de su hija. Después de eso, viajaron hacia el lado sureste del Mar de Galilea, donde Jesús sanó a más personas y alimentó a miles más con unos pocos de panes y peces. Esto estableció otra confrontación con los líderes religiosos, algunas advertencias sobre sus enseñanzas y predicciones de la muerte de Jesús en el próximo capítulo.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:32:31 AM
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