¿Qué significa Mateo 15:19?
LBLA: Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias.
NBLA: Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias.
NVI: Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias.
RV1960: Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
JBS: Porque del corazón salen los malos pensamientos: muertes, adulterios, fornicaciones, hurtos, falsos testimonios, maledicencias.
Comentario del verso:
Jesús ha rechazado la regla de los fariseos, la cual no era bíblica, de que una persona debía realizar un ritual de lavado de manos antes de comer. Jesús no requería que Sus discípulos practicaran esta tradición, y parece que Él tampoco lo hacía. Al explicar la razón por la que no lo hacía, Cristo rechazó la suposición ilógica que había detrás de esta práctica: que el pecado provenía de la comida o de la sustancia misma que se comía (Mateo 15:10–11).
En cambio, Jesús dijo que no es lo que entra en una persona a través de su boca lo que la vuelve espiritualmente impura, sino que es lo que sale de sus bocas, es decir, sus palabras, lo que revela la impureza que hay en sus corazones. La comida no llega a tocar el alma o el espíritu de una persona, por lo tanto, no puede contaminarlos. De hecho, la comida no puede contaminarnos porque ya estamos contaminados, tal y como lo revelan nuestras propias palabras. Esto es muy similar a las enseñanzas que Jesús compartió anteriormente acerca de las leyes que Dios les había dado (Mateo 5:17–19). Esas reglas eran importantes porque se centraban en nuestras intenciones, no un tipo de legalismo superficial (Mateo 5:21–22, 27–28).
Entonces, Jesús comparte una lista de ejemplos de los tipos de pecados que albergan en nuestros corazones. Jesús no parece pretender ser exhaustivo, sin embargo, ya que hay muchos más pecados que estos. La lista incluye los malos pensamientos, los asesinatos y el adulterio. Jesús se refiere a la inmoralidad sexual utilizando el término griego porneia. También habla sobre el robo, las mentiras y la calumnia. Estas son las cosas que tenemos en el corazón y se pueden entrever claramente a través de las cosas que decimos.
Mateo ha citado a Jesús anteriormente en este libro diciendo que las personas no somos buenos por naturaleza (Mateo 7:11). Ahora, Jesús está confirmando que eso es de hecho verdad. Ya estamos contaminados por dentro. El pecado no es una reacción química a los alimentos que comemos, sino que es la condición espiritual de las cosas que elegimos hacer, las cuales vienen impulsadas por la maldad que habita en nuestros corazones. Pablo se hace eco de las palabras de Jesús diciendo "por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23).
Jesús no está diciendo que las restricciones dietéticas que aparecen en la Ley de Moisés no importen. De hecho, Jesús guardó la Ley perfectamente. Dios les dio esas restricciones a Israel para diferenciarlos de las otras naciones. La carne de cerdo y otros alimentos no son "sustancias malignas". El objetivo era que al evitar estos alimentos se demostrara que el pueblo estaba sometido a la voluntad de Dios. Sin embargo, el hecho de no comerlos no impedía que el pecado existiera en los corazones de las personas. Esa era la condición humana irresoluble que Jesús vino a resolver con Su muerte y resurrección.
Resumen de contexto:
Mateo 15:10–20 nos describe la respuesta que Jesús dio ante uno de los desafíos de los fariseos. Su preocupación no era lavarse las manos por salud, sino para seguir rituales religiosos. Jesús dice que estos fariseos serán rechazados y también dice que son guías ciegos. Cuando los discípulos le preguntan acerca de esto, Jesús les dice que no es lo que entra en la boca de una persona lo que la contamina, sino que son las palabras que salen de la boca las que revelan el pecado que hay en nuestros corazones. La contaminación ya estaba ahí, además de todo tipo de pecados. Jesús les dice rotundamente que comer sin lavarse las manos no puede contaminar espiritualmente a nadie.
Resumen del capítulo:
Algunos fariseos y escribas vinieron de Jerusalén para desafiar a Jesús. Se habían ofendido porque Sus discípulos rompieron la tradición de los líderes religiosos sobre el ritual de lavarse las manos antes de las comidas. Entonces, ¡Jesús le dio la vuelta a ese ataque, y señaló que sus críticos honraban su propia tradición por encima de los mandamientos reales de Dios! Jesús dice que nadie se contamina por lo que entra por la boca, sino por la manera en que el espíritu se expresa, como las palabras que salen de la boca. Jesús y los discípulos deciden marcharse de Israel. Jesús expulsa a un demonio de la hija de una mujer cananea que fue muy persistente. Después viajan al lado sureste del Mar de Galilea, donde Jesús alimenta a miles de personas con unos pocos panes y unos peces. Estos dos últimos eventos fueron los que finalmente establecieron la eventual difusión del evangelio más allá del pueblo de Israel.
Contexto del capítulo:
Mateo 15 comienza con un enfrentamiento entre los fariseos y Jesús. Primero le preguntaron la razón por la que Sus discípulos rompieron la práctica tradicional del ritual del lavado de manos. Deliberadamente, Jesús les preguntó a ellos la razón por la que ellos permitían que la intención obvia de los mandamientos de Dios fuera quebrantada debido a sus propias tradiciones. Jesús y los discípulos se fueron de Israel y se encontraron con una mujer cananea. Jesús alabó su fe y expulsó a un demonio de su hija. Después de eso, viajaron hacia el lado sureste del Mar de Galilea, donde Jesús sanó a más personas y alimentó a miles más con unos pocos de panes y peces. Esto estableció otra confrontación con los líderes religiosos, algunas advertencias sobre sus enseñanzas y predicciones de la muerte de Jesús en el próximo capítulo.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/22/2024 4:45:57 AM
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