¿Qué significa Mateo 16:17?
LBLA: Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
NBLA: Entonces Jesús le dijo: “Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos.
NVI: ?Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ningún mortal, sino mi Padre que está en el cielo.
RV1960: Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
JBS: Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Comentario del verso:
Jesús respondió de una manera bastante entusiasta a lo que Pedro dijo durante el versículo anterior (Mateo 16:13–16). Cristo les preguntó a los discípulos qué pensaban sobre Su identidad. Pedro respondió con sencillez y profundidad: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente". La respuesta de Pedro nos mostró que Pedro entendía que Jesús era tanto el Mesías prometido como alguien divino. Esto es exactamente lo que Pedro y los demás discípulos debían pensar, y Jesús lo alabó por haber hecho esa confesión.
Jesús ha dicho que Pedro es "bienaventurado" por haber comprendido y creído que esto era cierto. Jesús se dirigió a Pedro llamándolo: Simón hijo de Jonás. Hacer una referencia específica acerca del padre de Pedro enfatiza la idea que Jesús comparte inmediatamente después de esto sobre el hecho de que Pedro supiera que Jesús era el Hijo de Dios. Saber que Jesús era el Hijo de Dios no había venido del padre terrenal de Pedro, y Pedro tampoco llegó a esta conclusión acerca de Jesús gracias a su propia inteligencia o estudio.
Más bien, la convicción de Pedro de que Jesús era el Cristo había venido del Padre de Jesús, quien está en los cielos. Dios le reveló a Pedro y a los otros discípulos que Jesús era Su Hijo. Dios sigue participando en el proceso de revelarles la verdad acerca de Jesús a aquellos y aquellas que creen en Él (Juan 6:44; 16:7–11).
Resumen de contexto:
Mateo 16:13–20 describe una conversación que Jesús y los discípulos tuvieron acerca de Su identidad. Esta conversación tuvo lugar a unas 25 millas al norte del Mar de Galilea en el distrito de Cesarea de Filipo. Jesús les pregunta qué pensaba la gente sobre Su identidad y luego les pregunta a los discípulos que ellos compartieran con él quién creían que era. Pedro dice que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús dice que esta declaración de fe será la roca sobre la cual edificará Su iglesia.
Resumen del capítulo:
Un grupo de fariseos y saduceos le pidieron a Jesús que hiciera un milagro, incluso aunque Jesús ya hubiera hecho muchos. Jesús se niega y les advierte a los discípulos que tengan cuidado con las enseñanzas de estos líderes religiosos. Jesús les pregunta a los discípulos quién dice la gente que era él, y también les pide que compartan su propia opinión. Pedro dice que Jesús es el Cristo, y Jesús lo elogia por haber dicho esto. Entonces, Jesús comienza a revelarles a los discípulos que él deberá sufrir y morir antes de resucitar al tercer día. El intento que Pedro hace para convencer a Jesús de que no lo hiciera acaba mal, Jesús lo reprende y entonces dice que todos los que lo sigan deben tomar sus cruces, sacrificar sus vidas anteriores y dedicarse por completo a Su misión.
Contexto del capítulo:
Mateo 16 nos describe el momento en el que Jesús estaba regresando de las regiones gentiles y un grupo de líderes religiosos judíos decidió enfrentarse a él de nuevo. Una vez más, estos hombres demostraron que no estaban siendo sinceros. En realidad, los líderes religiosos no iban a cambiar de opinión con respecto a Jesús; esa es la razón por la que no importaba lo que Jesús pudiera haber hecho o dejado de hacer por ellos. Después de tener una conversación bastante intensa sobre el papel que Jesús estaba desempeñando como el Mesías que era, Jesús dijo que las personas que decidieran seguirlo debían tomar sus cruces y seguirlo. El comentario final que hizo Jesús en este capítulo es que "algunos" de los que estaban presentes lo verían venir en Su reino antes de morir (Mateo 16:28). Con esto, Jesús se refirió a la transfiguración, algo que Mateo está a punto de describirnos en el siguiente capítulo (Mateo 17:1–2). Durante la transfiguración, Pedro, Jacobo y Juan fueron testigos de una acontecimiento divino que presagió el futuro reinado de Jesús en la Tierra.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:27:43 AM
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