¿Qué significa Mateo 18:8?
LBLA: Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno.
NBLA: “Si tu mano o tu pie te hace pecar, córtalo y tíralo. Es mejor que entres en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno.
NVI: Si tu mano o tu pie te hace pecar, córtatelo y arrójalo. Más te vale entrar en la vida manco o cojo que ser arrojado al fuego eterno con tus dos manos y tus dos pies.
RV1960: Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
JBS: Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasión de caer, córtalos y echalos de ti; mejor te es entrar cojo o manco a la vida, que teniendo dos manos o dos pies ser echado al fuego eterno.
Comentario del verso:
Jesús ha soltado un "ay" sobre cualquiera que cause que los que crean en Él, sus pequeños, tropiecen con el pecado. El juicio de Dios caerá sobre aquellos que tienten con el pecado a los seguidores de Jesús.
Jesús ha dicho que las tentaciones de este mundo, de esta vida, son inevitables. Esto simplemente significa que son una parte "natural" para la vida humana (Hebreos 4:15). Sin embargo, eso no significa que los cristianos deban ceder ante estas tentaciones (1 Corintios 10:13). De hecho, Jesús usa la hipérbole para ordenarles a Sus seguidores que se tomen el pecado con mucha seriedad y que hagan todo lo posible para evitar caer en la tentación.
Jesús les dice a sus pequeños que, si la mano o el pie les hace pecar, deben cortárselos y tirarlos. De hecho, sería mejor vivir lisiado de esta manera que acabar en el fuego eterno del infierno. Jesús usó un lenguaje similar cuando predicó sobre la lujuria en Mateo 5:27–30.
Una vez más, debemos entender que Jesús no está diciendo que cualquiera que peque irá irrevocablemente al infierno. Si esto fuera así, todos iríamos al infierno (Romanos 3:23). Aquellos que pecan pueden volver con Cristo, tal y como lo hará Pedro después de negar a Jesús tres veces antes de Su crucifixión (Mateo 26:74–75; Juan 21:15–19). Jesús realmente no quería que Sus discípulos se mutilaran para evitar el pecado, sino que quería que los discípulos se lo tomaran muy en serio, especialmente aquellas personas que provocaran que Sus seguidores acabaran pecando. Jesús quería que vieran que el pecado es un asunto de vida o muerte.
Pablo también describió la seriedad con la que los creyentes deben tratar con su propio pecado. Pablo lo describió como una ejecución: "por lo tanto, hagan morir en ustedes todo lo que sea terrenal: inmoralidad sexual, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia. Eso es idolatría. Por cosas como éstas les sobreviene la ira de Dios a los desobedientes. También ustedes practicaron estas cosas en otro tiempo, cuando vivían en ellas. Pero ahora deben abandonar también la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia y las conversaciones obscenas" (Colosenses 3:5–8).
Resumen de contexto:
Mateo 18:7–9 contiene un "ay" de Jesús, y dice que las personas que tienten a otras para acabar pecando recibirán un castigo horrible, aunque él dice que las tentaciones en este mundo son inevitables. Aun así, Jesús usa una hipérbole para decirles a los discípulos que hicieran todo lo posible para evitar el pecado. Si su mano, su pie o su ojo le hacen pecar, córtelos y tírelos. Es mejor que entre en la vida cojo o manco, y no que tenga las dos manos o los dos pies y sea echado en el fuego eterno.
Resumen del capítulo:
En este capítulo, Jesús usa dos preguntas de los discípulos para enseñarles algunas lecciones importantes. El "mayor" en el reino es el que se humilla tanto como un niño. Ser tentado es algo inevitable en nuestra vida terrenal, pero vale la pena llegar a los extremos para no caer en el pecado. Aun así, los que se caen no deben ser odiados ni despreciados. Dios Padre los valora mucho y no quiere que ninguno de ellos perezca. De hecho, Jesús establece un proceso claro y cuidadoso para ayudarnos a enfrentarnos al pecado en los demás antes de que debamos alejarlos de la comunidad. Cristo también responde a la pregunta de Pedro sobre el perdón con una parábola. Esa historia representa tanto la asombrosa naturaleza del perdón de Dios como la forma en que debemos responder nosotros siendo cristianos.
Contexto del capítulo:
Mateo 18 continúa los hechos del capítulo anterior con varias enseñanzas de Jesús que tratan sobre varios temas, entre los que se incluyen la humildad, usando el ejemplo de un niño. Jesús también enseñó acerca de evitar el pecado y ofrecerle perdón a los demás. Curiosamente, el siguiente capítulo también nos presentará algunas enseñanzas que harán referencia a los niños y a la riqueza, mientras que Cristo continuará explicándoles la voluntad de Dios a Sus discípulos.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/22/2024 3:21:12 AM
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