¿Qué significa Mateo 19:9?
LBLA: Y yo os digo que cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, y se case con otra, comete adulterio.
NBLA: Pero Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su mujer, salvo por infidelidad, y se case con otra, comete adulterio.”
NVI: Les digo que, excepto en caso de inmoralidad sexual, el que se divorcia de su esposa, y se casa con otra, comete adulterio.
RV1960: Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.
JBS: Y yo os digo que cualquiera que repudiare a su mujer, si no fuere por causa de fornicación, y se casare con otra, adultera; y el que se casare con la repudiada, adultera.
Comentario del verso:
Algunos fariseos le preguntaron a Jesús si es lícito que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier motivo. La primera respuesta de Jesús fue que Dios diseñó el matrimonio entre un hombre y una mujer para que durara toda la vida. El matrimonio hace que dos personas se conviertan en una sola carne, y la voluntad de Dios es que permanezcan unidos hasta que la muerte los separe. Sin embargo, cuando los fariseos le dijeron a Jesús que Moisés les permitió divorciarse, Jesús dijo que eso era cierto, pero no porque el divorcio fuera la voluntad de Dios, sino para que así se pudiera limitar el daño que podría causar. Jesús dijo que Dios permitió que se divorciaran debido al endurecimiento que los israelitas experimentaron en sus corazones (Mateo 19:1–8).
Entonces, Jesús respondió directamente a la pregunta de los fariseos. En Deuteronomio 24:1 se habla de un hombre que le da a su esposa un certificado de divorcio porque se dio cuenta de que la mujer había cometido algún tipo de "indecencia". Un grupo de fariseos creía que la palabra "indecencia" se refería a algún tipo de pecado sexual. Otros creían que se refería a cualquier cosa que al marido no le gustara de su esposa. Los fariseos querían saber de qué lado estaba Jesús.
Aunque Él está hablando directamente de la cuestión de los hombres que se divorcian de sus esposas, esto también se aplicaba si la mujer fuera quien quisiera divorciarse. Jesús lo dice de manera específica. Cualquier hombre que se divorcia de su esposa, excepto por una inmoralidad sexual, y se casa con otra mujer, comete adulterio. En resumen, Jesús declara que el divorcio es pecado, excepto en el caso de que se cometa una inmoralidad sexual.
La palabra griega para inmoralidad sexual, porneia, no se refiere específicamente al adulterio, sino a cualquier tipo de pecado sexual. Si una esposa cometiera algún pecado sexual, eso se podría considerar como una infidelidad y el esposo entonces tendría la opción de divorciarse de ella bajo la ley y casarse con otra mujer. Cualquier hombre que se divorciara de su esposa, salvo esta única excepción, sin embargo, sería culpable de haber cometido adulterio tan pronto como se casara o tuviera relaciones sexuales con otra mujer. Esto se debía a que su matrimonio anterior no había terminado legalmente.
Este versículo nos plantea muchas más preguntas, y los eruditos han escrito mucho contenido al respecto. La conclusión es esta: Dios piensa que el divorcio nunca debería ocurrir, pero los corazones humanos se han endurecido y son pecaminosos. Si una mujer comete un pecado sexual, Jesús permitía que la ley le permitiera a su esposo que se divorciara de ella. Sin embargo, un hombre no puede divorciarse de su esposa bajo ninguna otra circunstancia.
Esto, por supuesto, no resuelve todos los problemas que se relacionan con el divorcio entre cristianos. ¿Qué pasa con las situaciones en las que es el marido el que le es infiel a su esposa? ¿Qué pasa si hay algún tipo de abuso físico o emocional? ¿Qué pasa si uno de los cónyuges no es creyente? ¿Qué sucede si el divorcio y el nuevo matrimonio ya han sucedido?
Algunas de esas preguntas se contestan en otras partes del Nuevo Testamento, pero otras no, y los cristianos a veces difieren sobre las mejores formas de aplicarle la Palabra de Dios a cada una de las situaciones que experimentamos en nuestras vidas.
Resumen de contexto:
En Mateo 19:1–12, Jesús responde a una pregunta de los fariseos acerca del divorcio. Después de establecer que el matrimonio fue diseñado por Dios durante la creación del mundo para que durara toda la vida, Jesús insiste en que el divorcio es ilegal excepto en el caso en el que haya algún tipo de inmoralidad sexual. Los discípulos sugieren que, en ese caso, entonces sería mejor no casarse. Jesús dice que eso no es cierto, y que una vida de celibato es solo posible para ciertas personas, tales como los eunucos.
Resumen del capítulo:
Los fariseos le preguntan a Jesús si es lícito que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier causa. Jesús les recuerda que el matrimonio fue diseñado por Dios durante la creación. El divorcio, por eso, es lícito sólo en el caso de que se cometiera algún tipo de inmoralidad sexual. Un joven rico le pregunta a Jesús qué debe hacer para alcanzar la vida eterna. Jesús insiste en que sólo Dios es bueno. Entonces, Jesús desafía la sinceridad del hombre pidiéndole que les diera todas sus riquezas a los pobres y que lo siguiera. El hombre finalmente se niega a hacerlo, lo que demuestra lo fácil que es preferir las riquezas a vivir en total dependencia de Dios. Jesús les dice a Sus discípulos que la salvación es inalcanzable a través de nuestros esfuerzos, y que Dios es el único que nos la puede ofrecer.
Contexto del capítulo:
Mateo 19 continúa con las enseñanzas de Jesús sobre la tentación y el perdón que ya comenzaron en el capítulo 18. Este pasaje comienza con Jesús dejando atrás Galilea y dirigiéndose hacia Jerusalén por el camino más largo. Jesús les dijo a los fariseos que el divorcio era legal solo en casos de inmoralidad sexual. Jesús bendijo a los niños pequeños y luego respondió a un joven rico que le preguntó cómo alcanzar la vida eterna. El hombre se fue de allí muy triste, porque Jesús le dijo que le diera todo su dinero a los pobres y lo siguiera. Jesús dijo que la salvación es imposible para los hombres, pero no para Dios. El capítulo 20 contiene parábolas y más ejemplos en forma de parábolas, y es el último capítulo antes de que Jesús llegara a Jerusalén durante los días previos a Su crucifixión.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/21/2024 4:40:54 PM
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