¿Qué significa Mateo 20:21?
LBLA: Y El le dijo: ¿Qué deseas? Ella le dijo: Ordena que en tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
NBLA: Jesús le preguntó: “¿Qué deseas?” Ella Le dijo: “Ordena que en Tu reino estos dos hijos míos se sienten uno a Tu derecha y el otro a Tu izquierda.”
NVI: ?¿Qué quieres? —le preguntó Jesús. ?Ordena que en tu reino uno de estos dos hijos míos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
RV1960: Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
JBS: Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Di que se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu mano derecha, y el otro a tu izquierda, en tu Reino.
Comentario del verso:
La "madre de los hijos de Zebedeo", la madre de Jacobo y Juan, se ha acercado a Jesús con gran respeto (Mateo 20:20). Ella se ha arrodilló ante Él en humildad para pedirle algo. Algunos eruditos especulan que esta mujer pudo haber sido Salomé (Mateo 27:56; Juan 19:25), posiblemente la tía de Jesús, la hermana de su madre María, y que Jacobo y Juan eran sus primos. Esa pudo ser la razón por la que se sintió con fuerzas como para preguntarle tal cosa.

Lo que ella le pide es enorme: quiere que Jesús se comprometiera a decir, en ese momento, que Jacobo y Juan se acabarían sentando a la derecha y a la izquierda de Jesús en Su reino. En esta época, cuanto más cerca se sentaba alguien del rey, más poder tenía esa persona dentro del reino. Jacobo y Juan, a través de su madre, le pidieron a Jesús que los convirtiera en los hombres más poderosos de Su reino, por lo que solo Jesús sería más importante que ellos.

De hecho, es un eufemismo decir que pedir algo así fue algo valiente; incluso sería valiente preguntar esto si Jesús hubiera venido a derrotar a los romanos y devolverle a Israel el poder y la gloria que tenía entre las naciones en el pasado. Esto era, de hecho, lo que muchas personas pensaban que el Mesías iba a hacer.

Sin embargo, Jesús no había venido a hacer tal cosa en ese momento, sino que vino a plantar las semillas del reino de los cielos, el reino eterno sobre el cual Él reinará para siempre. Si Jesús dijera que sí a lo que le estaban pidiendo, estaría diciendo que Jacobo y Juan iban a ser Sus segundos al mando por el resto de la eternidad. Jesús acabó mostrándoles paciencia y comprensión al decirle que no acerca de algo que claramente todavía no entendían.
Resumen de contexto:
Mateo 20:20–28 continúa describiéndonos la inminente muerte de Jesús a raíz de una petición inoportuna proveniente de Jacobo y Juan, aunque fue la madre quien se la hizo a Jesús. Su deseo era que Jesús les diera a sus dos hijos posiciones importantes en el reino, a Su izquierda y a Su derecha. Jesús menciona brevemente el sufrimiento que iba a experimentar, y les pregunta si ellos podían "beber del vaso" del que iba a beber él. Luego, Jesús señala que ellos mismos experimentarían su propia persecución y sufrimiento, y que la grandeza de Su reino no se parecerá a la ostentada autoridad de los gobernantes gentiles. El mayor de todos será el que sirva a los demás como un esclavo. Jesús vino a servir a los demás y no a que lo sirvieran.
Resumen del capítulo:
Jesús hace una ilustración acerca de Sus comentarios sobre la manera en que algunos de los "primeros serán los últimos, y los últimos, los primeros" (Mateo 19:30) con una parábola sobre unos trabajadores contratados. Luego les habla claramente a Sus discípulos acerca de su inminente muerte y resurrección. La madre de Jacobo y Juan le pide a Jesús que sus hijos obtengan posiciones importantes en Su reino. Jesús les dice a los discípulos que la verdadera grandeza no se alcanza haciendo alardes de autoridad tal y como lo hacen los líderes gentiles. En cambio, una persona se hace importante sirviendo a los demás, incluso de la manera que lo haría un esclavo, tal y como lo hizo el mismo Jesús. Luego, Jesús cura a dos ciegos inmediatamente antes de entrar en Jerusalén.
Contexto del capítulo:
Mateo 20 comienza con una parábola que ilustra lo que Jesús había dicho al final de Mateo 19: en Su reino, algunos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros. De camino a Jerusalén, Jesús les dijo a los discípulos por tercera vez que lo matarían y luego resucitaría al tercer día. Cuando se le preguntó acerca de esto, Jesús les explicó que no dependía de él otorgarle los asientos a Su derecha e izquierda en el reino y que Sus discípulos no se harían grandes haciendo las cosas tal y como las hacían los gentiles. En cambio, ellos podrían encontrar la grandeza sirviéndose los unos a los otros. La curación de dos ciegos condujo hacia la entrada triunfal, el primer evento de la última semana del ministerio de Jesús en la Tierra.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:25:37 AM
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