¿Qué significa Mateo 20:28?
LBLA: así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
NBLA: así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar Su vida en rescate por muchos.”
NVI: así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
RV1960: como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
JBS: como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Comentario del verso:
Jesús les ha dicho a sus ambiciosos discípulos algo impactante. Si querían ser importantes, debían convertirse en sirvientes de los demás. Si querían ser los primeros, debían convertirse en los esclavos de las personas a las que servían (Mateo 20:25–27). ¿Estaba Jesús espiritualizando la idea de la grandeza para que fuera algo religioso? ¿Quién podría decidir voluntariamente vivir la vida de un sirviente o un esclavo si realmente quisiera ser importante?

Cristo señala que esta es exactamente la vida que Él mismo había estado viviendo entre ellos. Usando un título que a menudo se aplicaba a sí mismo, dice que el Hijo del hombre no había venido para ser servido, sino para servir a los demás. De hecho, Jesús vino para dar voluntariamente Su propia vida en rescate de muchos (1 Timoteo 2:5–6). La muerte de Jesús en la cruz, la cual sucedería muy pronto, se convirtió en el acto de servicio más importante hacia el ser humano que alguien haya hecho jamás (Marcos 8:31). En Filipenses 2:5–8, Pablo lo explica de esta manera:

"Que haya en ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús, quien, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo, y se hizo semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz".

Este inimaginable acto de servicio que Jesús hizo para servirle a la humanidad provocó que, al final, Jesús se convirtiera en el más grande de todos los tiempos:

"Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios el Padre" (Filipenses 2:9–11).

Jesús estaba diciéndoles a los discípulos (y a todos los que están en Cristo) que deben seguir el mismo camino hacia la grandeza: el servicio humilde y sacrificial que nos ofrecemos los unos a los otros.

Mateo nos describe un último milagro que Dios hizo antes de que Jesús llegara a Jerusalén. Jesús y Sus discípulos habían estado de camino a Jerusalén ya por algún tiempo, y tomaron una ruta más larga para llegar allí. En este momento, se estaban acercando a Jerusalén. Jericó está justo al noroeste de la parte superior del Mar Muerto, a unas 15 millas de Jerusalén.

La Jericó que se menciona aquí no es la misma ciudad que fue destruida por Josué y los israelitas cuando entraron en la Tierra Prometida (Josué 5–6). Esta era la "nueva" Jericó, la cual se ubicada aproximadamente a una milla hacia el sur.

Mateo y Marcos nos describen esta situación mientras Jesús y los discípulos estaban saliendo de Jericó. Sin embargo, Lucas dice que Jesús había entrado en Jericó y estaba caminando por allí (Lucas 19:1). Esta ligera diferencia puede explicarse al menos de dos maneras. La más obvia sería que Lucas estaba describiendo a Jesús entrando, "pasando" y luego saliendo por el otro lado cuando ocurrió esta interacción. La otra opción es que Lucas nos esté informando de que Jesús entró y pasó por la nueva Jericó, mientras que Mateo y Marcos nos describen a Jesús y a Sus discípulos saliendo de la antigua ciudad de Jericó.

En cualquier caso, una gran multitud seguía a Jesús. Grandes multitudes lo seguían a menudo con la esperanza de presenciar una curación milagrosa o de escucharlo enseñar. Esta multitud probablemente era aún más grande, ya que muchos israelitas habrían estado viajando a Jerusalén para presenciar la Pascua.
Resumen de contexto:
Mateo 20:20–28 continúa describiéndonos la inminente muerte de Jesús a raíz de una petición inoportuna proveniente de Jacobo y Juan, aunque fue la madre quien se la hizo a Jesús. Su deseo era que Jesús les diera a sus dos hijos posiciones importantes en el reino, a Su izquierda y a Su derecha. Jesús menciona brevemente el sufrimiento que iba a experimentar, y les pregunta si ellos podían "beber del vaso" del que iba a beber él. Luego, Jesús señala que ellos mismos experimentarían su propia persecución y sufrimiento, y que la grandeza de Su reino no se parecerá a la ostentada autoridad de los gobernantes gentiles. El mayor de todos será el que sirva a los demás como un esclavo. Jesús vino a servir a los demás y no a que lo sirvieran.
Resumen del capítulo:
Jesús hace una ilustración acerca de Sus comentarios sobre la manera en que algunos de los "primeros serán los últimos, y los últimos, los primeros" (Mateo 19:30) con una parábola sobre unos trabajadores contratados. Luego les habla claramente a Sus discípulos acerca de su inminente muerte y resurrección. La madre de Jacobo y Juan le pide a Jesús que sus hijos obtengan posiciones importantes en Su reino. Jesús les dice a los discípulos que la verdadera grandeza no se alcanza haciendo alardes de autoridad tal y como lo hacen los líderes gentiles. En cambio, una persona se hace importante sirviendo a los demás, incluso de la manera que lo haría un esclavo, tal y como lo hizo el mismo Jesús. Luego, Jesús cura a dos ciegos inmediatamente antes de entrar en Jerusalén.
Contexto del capítulo:
Mateo 20 comienza con una parábola que ilustra lo que Jesús había dicho al final de Mateo 19: en Su reino, algunos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros. De camino a Jerusalén, Jesús les dijo a los discípulos por tercera vez que lo matarían y luego resucitaría al tercer día. Cuando se le preguntó acerca de esto, Jesús les explicó que no dependía de él otorgarle los asientos a Su derecha e izquierda en el reino y que Sus discípulos no se harían grandes haciendo las cosas tal y como las hacían los gentiles. En cambio, ellos podrían encontrar la grandeza sirviéndose los unos a los otros. La curación de dos ciegos condujo hacia la entrada triunfal, el primer evento de la última semana del ministerio de Jesús en la Tierra.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/21/2024 6:18:20 PM
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