¿Qué significa Mateo 22:19?
LBLA: Mostradme la moneda que se usa para pagar ese impuesto. Y le trajeron un denario.
NBLA: Traigan la moneda que se usa para pagar ese impuesto.” Y Le trajeron un denario (salario de un día).
NVI: Muéstrenme la moneda para el impuesto. Y se la enseñaron.
RV1960: Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
JBS: Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario.
Comentario del verso:
Un grupo de fariseos, junto con algunos herodianos, le tendieron una trampa a Jesús. A través de la adulación y el engaño, pretendieron buscar ayuda para resolver un problema que había entre ellos (Mateo 22:15–16). Su pregunta-trampa fue que si era "lícito" que un fiel seguidor de Dios le pagara impuestos al gobierno romano, quienes eran paganos y opresores. Este impuesto, como las personas que ayudaban a los romanos a cobrarlo (Mateo 9:11), era profundamente despreciado por el pueblo judío. Algunos israelitas creían que debían desafiar al gobierno romano, confiando al mismo tiempo en que Dios enviaría al Mesías para liberarlos de Roma y ayudarlos a vivir los días de gloria que Israel había experimentado en el pasado. Los fariseos querían que las personas que estaban allí presentes se ofendieran si Jesús dijera que la ley del Antiguo Testamento les obligaba a pagar este impuesto.

Por otro lado, los herodianos querían conservar la confianza que Roma había depositado en ellos para mantener el orden en Israel. Querían que todos se comportaran y siguieran pagando sus impuestos. Si Jesús dijera que no se debía pagar el impuesto, los herodianos podrían hacer que lo arrestaran y que Roma lo acusara como si de un rebelde se tratara. Por lo tanto, su plan era atraparlo de cualquier manera posible.

Jesús parece estar especialmente disgustado con todo ellos y con su inútil intento de atraparlo (Mateo 22:18). De una manera un tanto dramática, pidió que le trajeran una de las monedas que podía usarse para pagar el impuesto, y planeó usarla para que la gente tuviera una ayuda visual para entender lo que estaba a punto de compartir (Mateo 22:20–21). En ese momento en Israel, había varias monedas en uso. Al pueblo judío no le gustaba usar dinero que tuviera dioses extranjeros, y algunos incluso se llegaron a rebelar por este tema en el año 6 d.C. Los judíos perdieron esa batalla, por lo que el impuesto romano ahora solo podía pagarse en ese momento con el denario romano de plata.
Resumen de contexto:
Mateo 22:15–22 describe un encuentro famoso entre los fariseos y Jesús que contiene una respuesta de Jesús sobre el tema de los impuestos. Este momento también se describe en Marcos 12:13–17 y Lucas 20:20–26. En ese contexto, al pueblo judío estaba molesto por verse obligado a pagarles esas tasas a Roma. Eso hacía que este desafío fuera una trampa: los fariseos querían que Jesús dijera algo controversial o se expusiera a ser arrestado por haber cometido un intento de rebelión contra el Imperio Romano. En cambio, Jesús dijo que el denario romano tenía la imagen del César. Luego le dijo a la gente que le diera al César lo que era del César, y a Dios lo que era de Dios. Lo que se implica en este texto es que nosotros llevamos la imagen de Dios, por lo tanto, le pertenecemos a Dios (Génesis 1:27; Mateo 22:37).
Resumen del capítulo:
Jesús, quien estaba hablando con unos líderes religiosos que se habían enojado mucho por todo lo que había pasado, les contó una parábola que comparaba el reino de los cielos con un banquete de bodas al que acabaron asistiendo personas que no habían sido invitadas desde un principio. Jesús también responde a algunas de las preguntas-trampa que le hicieron sobre los impuestos, el matrimonio, la resurrección y la Ley de Moisés. Las respuestas que Jesús les dio se usan comúnmente en español como frases idiomáticas: "den al César…" y "porque son muchos los llamados, pero pocos los escogidos". Finalmente, Jesús preguntó sobre cómo podía ser el Mesías tanto el hijo de David como el Señor de David. Nadie pudo responderle, así que dejaron de desafiarlo en público.
Contexto del capítulo:
Este capítulo continúa describiéndonos la conversación que Jesús tuvo con varios grupos de líderes religiosos en el templo. El capítulo anterior concluyó con dos parábolas que hablaban sobre el pésimo trabajo que los líderes religiosos habían hecho a la hora de dirigir al pueblo de Israel. Este capítulo comienza con una tercera parábola que trata sobre unos invitados que se negaron a asistir a una fiesta de bodas. Luego, Jesús respondió a unas preguntas que le hicieron varios grupos religiosos, las cuales tenían la intención de hacerlo tropezar, pero finalmente no pudieron hacerlo. Las sabias y profundas respuestas de Jesús silenciaron a todas las personas que estaban allí presentes. En este punto, Jesús comenzó a condenarlos, lo cual se puede leer en el capítulo 23.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:40:42 AM
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