¿Qué significa Mateo 22:42?
LBLA: diciendo: ¿Cuál es vuestra opinión sobre el Cristo ? ¿De quién es hijo? Ellos le dijeron: De David.
NBLA: “¿Cuál es la opinión de ustedes sobre el Cristo (el Mesías)? ¿De quién es hijo?” “De David,” le contestaron ellos.
NVI: ?¿Qué piensan ustedes acerca del Cristo? ¿De quién es hijo? ?De David —le respondieron ellos.
RV1960: diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
JBS: diciendo: ¿Qué os parece del Cristo? ¿De quién es Hijo? Le dicen ellos: De David.
Comentario del verso:
Los fariseos estaban a punto de dejar de intentar engañar a Jesús haciéndole preguntas difíciles. Su estrategia para meterlo en problemas, ya fuera con sus propios seguidores o con los de Roma, había fracasado estrepitosamente. Jesús era demasiado listo como para caer en una de sus trampas (Mateo 22:22, 33). Sin embargo, lo peor para los fariseos era que las respuestas tan profundas que Jesús les estaba ofreciendo estaban empezando incluso a convencer a sus propios miembros (Marcos 12:32–34). Este intercambio con Jesús quizás podía ser la última oportunidad que tendrían de atrapar a Jesús (Mateo 22:41).
Jesús, sin embargo, no había terminado con los fariseos, sino que tenía una pregunta más para ellos, y una difícil, aunque no comenzara pareciendo muy difícil que digamos: ¿de quién es hijo el Cristo?
"Cristo" proviene del término griego Christos, el cual en sí mismo es una traducción del término hebreo Mashiyach, del cual obtenemos el término español "Mesías": el salvador de Israel que fue prometido hacía ya mucho tiempo. El pueblo judío tenía grandes expectativas para el Mesías, y estaban seguros de que el Cristo vendría con el objetivo de devolver a Israel a la gloria que vivieron en el pasado. Por lo tanto, si el Mesías llegara en ese momento, seguramente derrotaría a los romanos y le devolvería la paz y la seguridad a Israel, o eso pensaban.
Como era de esperar, los fariseos respondieron rápidamente a la pregunta que Jesús les hizo. El Cristo es el hijo de David. "Hijo de David" era uno de los muchos nombres que el pueblo judío tenía para el Mesías. De hecho, entendían la profecía que decía que el Mesías sería un descendiente de David, y en eso tenían razón. Mateo comenzó este libro con la genealogía de Jesús para mostrarnos que, de hecho, Jesús era descendiente de David.
Sin embargo, Jesús tenía una pregunta más importante en mente. Por cuarta vez en este pasaje, Su explicación de las Escrituras (Mateo 22:43) dejó entrever un hecho profundo y crucial acerca de Dios (Mateo 22:21, 32, 37–38).
Resumen de contexto:
Mateo 22:41–46 nos describe una situación en la que Jesús estaba poniendo a prueba a los fariseos, quienes habían intentado hacerlo con él antes. Jesús les pregunta retóricamente quién era el Mesías: ¿De quién es hijo? Sabiendo que contestarían correctamente que el Mesías es el Hijo de David. Jesús luego cita los Salmos y les pregunta por qué el rey David llamó al Cristo "mi Señor" si el Cristo era Su hijo. Aquí se nos plantea el tema de la divinidad de Cristo y esto dejó totalmente perplejos a los fariseos. Este incidente también se menciona en Marcos 12:35–37 y Lucas 20:41–44. De hecho, los líderes religiosos dejaron de hacerle preguntas a partir de este momento.
Resumen del capítulo:
Jesús, quien estaba hablando con unos líderes religiosos que se habían enojado mucho por todo lo que había pasado, les contó una parábola que comparaba el reino de los cielos con un banquete de bodas al que acabaron asistiendo personas que no habían sido invitadas desde un principio. Jesús también responde a algunas de las preguntas-trampa que le hicieron sobre los impuestos, el matrimonio, la resurrección y la Ley de Moisés. Las respuestas que Jesús les dio se usan comúnmente en español como frases idiomáticas: "den al César…" y "porque son muchos los llamados, pero pocos los escogidos". Finalmente, Jesús preguntó sobre cómo podía ser el Mesías tanto el hijo de David como el Señor de David. Nadie pudo responderle, así que dejaron de desafiarlo en público.
Contexto del capítulo:
Este capítulo continúa describiéndonos la conversación que Jesús tuvo con varios grupos de líderes religiosos en el templo. El capítulo anterior concluyó con dos parábolas que hablaban sobre el pésimo trabajo que los líderes religiosos habían hecho a la hora de dirigir al pueblo de Israel. Este capítulo comienza con una tercera parábola que trata sobre unos invitados que se negaron a asistir a una fiesta de bodas. Luego, Jesús respondió a unas preguntas que le hicieron varios grupos religiosos, las cuales tenían la intención de hacerlo tropezar, pero finalmente no pudieron hacerlo. Las sabias y profundas respuestas de Jesús silenciaron a todas las personas que estaban allí presentes. En este punto, Jesús comenzó a condenarlos, lo cual se puede leer en el capítulo 23.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:36:43 AM
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