¿Qué significa Mateo 23:31?
LBLA: Así que dais testimonio en contra de vosotros mismos, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas.
NBLA: Así que dan testimonio en contra de ustedes mismos, que son hijos de los que asesinaron a los profetas.
NVI: Pero así quedan implicados ustedes al declararse descendientes de los que asesinaron a los profetas.
RV1960: Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
JBS: Así que, testimonio dais a vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
Comentario del verso:
Jesús está exponiendo otra forma de hipocresía que los escribas y los fariseos practicaban. El término "hipócrita" viene de la palabra griega hipokritēs, que literalmente significaba "actores de teatro": personas que dicen una cosa, pero hacen otra, tal y como lo hacen los farsantes. Cristo ya criticó a estos hombres por pretender honrar a Dios, mientras que al mismo tiempo sus acciones se basaban en un legalismo y egoísmo exacerbado (Mateo 23:1–7).

Estos hombres también fingían de alguna manera cuando hablaban sobre los mensajeros que Dios les había enviado a las generaciones del pasado. Los fariseos y los escribas decían que ellos honraban y celebraban a los profetas del Israel de antaño. Ellos creían que nunca se habrían unido a las personas que los rechazaron y los mataron en su momento. Jesús rechaza ahora su arrogancia usando una herramienta retórica que puede ser difícil de seguir para los lectores modernos.

Tal y como lo describe Cristo, cuando los escribas y los fariseos admitieron que sus antepasados persiguieron a los mensajeros de Dios, ellos mismos se estaban autoculpando, porque ellos mismos estaban haciendo lo mismo. En esa cultura, la sociedad a menudo culpaba también a los hijos de los delincuentes. Jesús dice que estos líderes eran, debido a lo que ellos mismos estaban diciendo, hijos de los asesinos que mataron a los mensajeros de Dios. De manera retórica, por tanto, los fariseos y los escribas se estaban identificando a sí mismos como enemigos del Señor.

Al mismo tiempo, Jesús sabía que estos hombres eran "espiritualmente" hijos de aquellos antepasados asesinos. La actitud que estaban mostrando hacia el Hijo de Dios evidenciaba su condición espiritual (Juan 8:43–44). Los mismos líderes religiosos que afirmaban haber escuchado a los antiguos profetas ya habían rechazado a Juan el Bautista (Mateo 23:21–27). Incluso en este momento de la historia, parecían incluso estar conspirando para asesinar a Jesús (Juan 11:53; Marcos 3:6; Lucas 22:2).
Resumen de contexto:
Mateo 23:13–36 contiene siete condenas que Jesús comparte con los líderes religiosos de Su época. Cada una de estas condenas se introduce con la palabra "ay", una exclamación que sirve para enfatizar el mensaje que venía después. Jesús dice que estos hombres eran "ciegos" e "hipócritas" varias veces. De hecho, cuando convencían a los demás de seguir sus propias creencias, añadían más víctimas al infierno. Ellos seguían las leyes que le añadieron a la ley al más mínimo detalle, pero se olvidaron del significado real de las Escrituras: lo que Dios realmente pensaba sobre la justicia, la misericordia y la fidelidad. Su apariencia externa de rectitud escondía vidas internas llenas de codicia, autocomplacencia, hipocresía y anarquía. Los líderes religiosos de la generación de Jesús pagarían por muchos de las personas justas que fueron asesinadas injustamente en el pasado.
Resumen del capítulo:
Después de desmantelar por completo a los escribas, a los fariseos y a los saduceos durante un debate, Jesús condenó aún más a fondo a estos líderes religiosos debido a su hipocresía religiosa. Los líderes religiosos lo hacían todo para demostrar lo justos que eran y para que los demás los vieran. Jesús les presenta el juicio que Dios dejaría caer sobre los escribas y los fariseos en una serie de siete declaraciones que comienzan con la frase "ay de ustedes". En repetidas ocasiones los llama "ciegos" e "hipócritas", y concluye con un lamento por Jerusalén y sus hijos, quienes rechazaron Su protección. El juicio de Dios se estaba acercando.
Contexto del capítulo:
Mateo 23 es el último capítulo en el que Mateo nos describe todas las interacciones que Jesús tuvo en el templo durante la última semana antes de su arresto y crucifixión. Después de silenciar a los líderes religiosos usando parábolas ofreciendo respuestas brillantes (Mateo 21–22), Jesús compartió el juicio que Dios iba a dejar caer sobre los escribas y fariseos a través de una serie de siete "ays" o lamentos. Jesús se lamentó por el juicio que caería sobre Jerusalén debido a que habían rechazado a Dios. Entonces, Jesús abandonó el templo, y reflexionó con tristeza acerca de su inminente destrucción (Mateo 24:1–2). Cuando los discípulos le preguntaron sobre esto, Jesús comenzó a enseñarles detalles sobre lo que ocurriría durante los últimos tiempos en el capítulo 24.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/22/2024 5:41:39 AM
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