¿Qué significa Mateo 23:38?
LBLA: He aquí, vuestra casa se os deja desierta.
NBLA: Por tanto, la casa de ustedes se les deja desierta.
NVI: Pues bien, la casa de ustedes va a quedar abandonada.
RV1960: He aquí vuestra casa os es dejada desierta.
JBS: He aquí vuestra Casa os es dejada desierta.
Comentario del verso:
Con pesar, Jesús dijo que Él habría protegido al pueblo de Jerusalén, tanto como una gallina protegería a los polluelos bajo de sus alas (Mateo 23:37). Jerusalén, a través de su propio pueblo y sus líderes religiosos (Mateo 23:1–3), rechazó la protección del Señor y ahora también había rechazado a Jesús, el Mesías. Ese rechazo pronto resultaría en que Jesús fuera injustamente condenado y ejecutado (Mateo 26:1–5).
Una de las consecuencias de este trágico rechazo (Juan 5:39–40) fue que la ciudad ya no sería protegida por Dios. La ciudad de Jerusalén estaba completamente indefensa, tal y como podría estarlo un edificio que ha sido abandonado. Estas palabras se hacen eco de las del profeta Jeremías (Jeremías 12:7), y hablan sobre la manera en que Israel ya había experimentado el juicio de Dios en el pasado. De hecho, también apuntan hacia la terrible predicción que Cristo hará durante los primeros versículos del próximo capítulo: "no quedará aquí piedra sobre piedra. Todo será derribado (Mateo 24:2)". Esto parece ser una referencia al enorme templo de Jerusalén, lo cual quizás está haciendo un paralelismo con la palabra "casa" que aparece en este versículo.
La historia registra que unas pocas décadas después de la muerte y la resurrección de Jesús, las tensiones que existían entre Israel y Roma acabaron de la peor manera posible. El ejército romano arrasó la ciudad de Jerusalén en el año 70 d.C., aniquiló a gran parte de la población y literalmente destrozó el templo ladrillo a ladrillo.
Resumen de contexto:
Mateo 23:37–39 contiene un grito de duelo que Jesús compartió debido a la infidelidad y la ruina inminente que iba a caer sobre Jerusalén. Jesús dice que ellos mataron a los profetas y apedrearon a los mensajeros de Dios. Cristo habla desde su perspectiva divina como un miembro de la Trinidad, y expresa el anhelo que Dios mostró, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, a la hora de proteger a los hijos de Jerusalén. Sin embargo, al final acabaron rechazándolo. Jesús se iría de allí y, entonces, el juicio de Dios caería sobre ellos. El ministerio público de Jesús en Jerusalén se había terminado: la ciudad en general no lo volvería a ver hasta que estuvieran listos para comunicar de nuevo las palabras del Salmo 118: "¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!"
Resumen del capítulo:
Después de desmantelar por completo a los escribas, a los fariseos y a los saduceos durante un debate, Jesús condenó aún más a fondo a estos líderes religiosos debido a su hipocresía religiosa. Los líderes religiosos lo hacían todo para demostrar lo justos que eran y para que los demás los vieran. Jesús les presenta el juicio que Dios dejaría caer sobre los escribas y los fariseos en una serie de siete declaraciones que comienzan con la frase "ay de ustedes". En repetidas ocasiones los llama "ciegos" e "hipócritas", y concluye con un lamento por Jerusalén y sus hijos, quienes rechazaron Su protección. El juicio de Dios se estaba acercando.
Contexto del capítulo:
Mateo 23 es el último capítulo en el que Mateo nos describe todas las interacciones que Jesús tuvo en el templo durante la última semana antes de su arresto y crucifixión. Después de silenciar a los líderes religiosos usando parábolas ofreciendo respuestas brillantes (Mateo 21–22), Jesús compartió el juicio que Dios iba a dejar caer sobre los escribas y fariseos a través de una serie de siete "ays" o lamentos. Jesús se lamentó por el juicio que caería sobre Jerusalén debido a que habían rechazado a Dios. Entonces, Jesús abandonó el templo, y reflexionó con tristeza acerca de su inminente destrucción (Mateo 24:1–2). Cuando los discípulos le preguntaron sobre esto, Jesús comenzó a enseñarles detalles sobre lo que ocurriría durante los últimos tiempos en el capítulo 24.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:36:11 AM
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