¿Qué significa Mateo 26:52?
LBLA: Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán.
NBLA: Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán.
NVI: ?Guarda tu espada —le dijo Jesús—, porque los que a hierro matan, a hierro mueren.
RV1960: Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.
JBS: Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomaren espada, a espada perecerán.
Comentario del verso:
Mateo no nombra al discípulo que saltó para defender a Jesús de la multitud que había venido a arrestarlo. Sin embargo, Juan nos deja saber que ese discípulo fue Pedro (Juan 18:10). Pedro pudo haber pensado que había llegado el momento de la verdad del que Jesús le había hablado. Jesús les dijo a los discípulos que todos lo abandonarían y le dijo a Pedro que incluso llegaría a negar a Jesús tres veces antes de que llegara la siguiente mañana (Mateo 26:30–35). Pedro probablemente quería mostrarle a Jesús que no tenía miedo de morir defendiéndolo en ese momento. Entonces, Pedro sacó la espada que traía consigo (Lucas 22:38) la blandió, y le cortó la oreja derecha a un siervo del sumo sacerdote (Lucas 22:50). Pedro no era un soldado entrenado, y algunos comentaristas sospechan que lo realmente quería hacer era golpear a Judas.
Jesús no estaba interesado en comenzar un conflicto armado en este momento. Según Lucas, Cristo curó inmediatamente la oreja de ese siervo (Lucas 22:51). Jesús reprendió a Pedro por haber tratado de usar la violencia para detener lo que Dios quería que sucediera en ese momento.
Algunos han señalado que las palabras que Jesús comparte aquí nos dan una buena razón para evitar las armas en cualquier conflicto que tengamos, pero este pasaje no dice nada sobre eso. Jesús no le dice a Pedro que tire la espada, sino que la envaine de nuevo. Gracias al relato de Juan, sabemos que Jesús les dijo a las personas que vinieron a arrestarle que dejaran que Sus discípulos se fueran (Juan 18:8). En ese contexto, es probable que Jesús quisiera decir que Él no quería que mataran a Pedro esa misma noche en un intento necio de salvarlo. En realidad, Cristo mismo no necesitaba que nadie lo protegiera (Juan 18:36).
Jesús continuará diciendo que Él no necesitaba que lo defendieran de lo que estaba sucediendo porque, en última instancia, esta era la razón por la que Él había venido a la Tierra (Mateo 26:53).
Resumen de contexto:
Mateo 26:47–56 nos describe la escena de la traición y el arresto de Jesús en el jardín de Getsemaní. Judas llegó al frente de una multitud armada de soldados, guardias del templo y otros. Judas identificó a Jesús ante la multitud dándole un beso de amigo. Pedro (Juan 18:10) tomó una espada y le cortó la oreja a un hombre queriendo defender a Jesús, pero en realidad hizo algo que Jesús no quería que hiciese. Jesús le dijo que guardara la espada. Si Jesús quisiera salvarse, se lo podía pedir a Dios Padre y llegarían 12 legiones de ángeles para ayudarlo. Sin embargo, Jesús no se iba a resistir. Las Escrituras de los profetas debían cumplirse. Este pasaje es similar a los que aparecen en Marcos 14:43–50, Lucas 22:47–53 y Juan 18:1–11.
Resumen del capítulo:
Los líderes religiosos judíos conspiraron juntos para arrestar y matar a Jesús, y Judas Iscariote los ayudó, quien decidió traicionar voluntariamente a Jesús. Una mujer unge a Cristo con aceite durante una cena en Betania. A continuación, Jesús y los discípulos celebran la cena de Pascua en un aposento alto donde Jesús predice que lo iban a arrestar e introduce el sacramento de la comunión. Entonces Jesús ora con una agonía inimaginable en el jardín de Getsemaní antes de ser traicionado por Judas y ser capturado por los líderes judíos. Los discípulos acaban dispersándose. Jesús afirma explícitamente ser divino ante el sumo sacerdote, y finalmente lo declaran culpable de blasfemia y lo sentencian a muerte. Mientras esto sucede, Pedro niega conocer a Jesús hasta tres veces y huye de la escena avergonzado.
Contexto del capítulo:
Después de una larga serie de enseñanzas (Mateo 24—25), Mateo 26 comienza con Jesús diciendo que iba a ser condenado a muerte. Cristo fue ungido con perfume durante una cena en Betania y Judas decidió traicionarlo y se lo entregó a los principales sacerdotes. Jesús celebró una cena de Pascua con los discípulos, predijo el hecho de que lo iban a traicionar e introdujo el sacramento de la comunión. Entonces, les dijo a los discípulos que todos ellos lo abandonarían y que Pedro incluso negaría conocerlo, y al final se acabó cumpliendo. Cristo oró con gran dolor en el jardín de Getsemaní y luego lo arrestaron, se lo llevaron y lo sentenciaron a muerte injustamente. Después de eso, se llevaron a Jesús y se lo presentaron al gobernador romano, y los líderes judíos comenzaron a presionarlo para que lo ejecutaran como si de un criminal se tratara.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:32:58 AM
© Copyright 2002-2024 Got Questions Ministries. All rights reserved.
Text from LBLA, NBLA, NVI, RV1960, JBS © Copyright respective owners, used by permission.