¿Qué significa Mateo 26:61?
LBLA: que dijeron: Este declaró: “Yo puedo destruir el templo de Dios y en tres días reedificarlo.”
NBLA: que dijeron: “Este declaró: ‘Yo puedo destruir el templo de Dios y en tres días reedificarlo.’”
NVI: que declararon: ?Este hombre dijo: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días”.
RV1960: que dijeron: Éste dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.
JBS: que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el Templo de Dios, y en tres días reedificarlo.
Comentario del verso:
Para condenar a alguien a muerte según la ley judía (Mateo 26:57–59), se requerían dos testigos para verificar esa acusación. En este caso, los enemigos de Jesús buscaron cualquier acto de blasfemia o sacrilegio que Jesús hubiera hecho para demostrar que Jesús se merecía morir. Desafortunadamente para ellos, Jesús no había ni pecado ni cometido ningún crimen (Juan 8:46), por lo que la gente que dijeron lo contrario terminaron contradiciéndose los unos a los otros (Marcos 14:56–59). Por supuesto, todo esto era ilegal, hasta el punto de que las personas que acusaron a Jesús debieron haber sido condenados a muerte ellos mismos según la ley (Deuteronomio 19:18), pero no esto no le importó a nadie.
Finalmente, dos hombres dieron un paso adelante juntos para acusar a Jesús, y dijeron que Jesús había blasfemado en contra del templo. Según ellos, Jesús dijo que podía derribar el templo físico de Jerusalén y luego reconstruirlo en tres días. Eso podría interpretarse como si fuera una blasfemia contra el templo. En realidad, no era una acusación bastante fuerte, pero fue mejor que nada.
Sin embargo, lo que citaron de Jesús no era verdad. Los testigos no solo habían sacado a Jesús de contexto, sino que habían cambiado sus palabras: "'destruyan este templo, y en tres días lo levantaré" (Juan 2:19–21). De hecho, esta profecía fue la que hizo que los seguidores de Jesús tuvieran fe después de Su resurrección: "por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había dicho" (Juan 2:22). Jesús dijo que resucitaría tres días después de haber sido asesinado en la cruz.
Esta acusación, en sí misma, no era necesaria. Jesús finalmente fue condenado por los líderes religiosos judíos debido a las palabras que les dirá a ellos directamente mientras trató de responderle al sumo sacerdote sobre esta acusación falsa (Mateo 26:62).
Resumen de contexto:
Mateo 26:57–68 nos describe el juicio falso que le hicieron a Jesús ante los miembros del cuerpo gobernante judío. Algunos testigos falsos acusaron a Jesús de crímenes que, según ellos, eran dignos de pena de muerte, pero al final no pudieron hacerlo. Finalmente, el sumo sacerdote desafió a Jesús y le preguntó si él era el Mesías y el Hijo de Dios. Jesús dijo que sí, e incluso añadió más detalles al respecto, lo que provocó que el sumo sacerdote y el consejo llegaran a la conclusión de que Jesús era culpable de blasfemia y lo condenaron a muerte. Marcos 14:53–65, Lucas 22:63–71, Juan 18:12–14 y Juan 18:19–24 también nos dan diferentes perspectivas sobre todos estos eventos.
Resumen del capítulo:
Los líderes religiosos judíos conspiraron juntos para arrestar y matar a Jesús, y Judas Iscariote los ayudó, quien decidió traicionar voluntariamente a Jesús. Una mujer unge a Cristo con aceite durante una cena en Betania. A continuación, Jesús y los discípulos celebran la cena de Pascua en un aposento alto donde Jesús predice que lo iban a arrestar e introduce el sacramento de la comunión. Entonces Jesús ora con una agonía inimaginable en el jardín de Getsemaní antes de ser traicionado por Judas y ser capturado por los líderes judíos. Los discípulos acaban dispersándose. Jesús afirma explícitamente ser divino ante el sumo sacerdote, y finalmente lo declaran culpable de blasfemia y lo sentencian a muerte. Mientras esto sucede, Pedro niega conocer a Jesús hasta tres veces y huye de la escena avergonzado.
Contexto del capítulo:
Después de una larga serie de enseñanzas (Mateo 24—25), Mateo 26 comienza con Jesús diciendo que iba a ser condenado a muerte. Cristo fue ungido con perfume durante una cena en Betania y Judas decidió traicionarlo y se lo entregó a los principales sacerdotes. Jesús celebró una cena de Pascua con los discípulos, predijo el hecho de que lo iban a traicionar e introdujo el sacramento de la comunión. Entonces, les dijo a los discípulos que todos ellos lo abandonarían y que Pedro incluso negaría conocerlo, y al final se acabó cumpliendo. Cristo oró con gran dolor en el jardín de Getsemaní y luego lo arrestaron, se lo llevaron y lo sentenciaron a muerte injustamente. Después de eso, se llevaron a Jesús y se lo presentaron al gobernador romano, y los líderes judíos comenzaron a presionarlo para que lo ejecutaran como si de un criminal se tratara.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:24:46 AM
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