¿Qué significa Mateo 27:19?
LBLA: Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó aviso, diciendo: No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de El.
NBLA: Y estando Pilato sentado en el tribunal, su mujer le mandó aviso, diciendo: “No tengas nada que ver con ese Justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de El.”
NVI: Mientras Pilato estaba sentado en el tribunal, su esposa le envió el siguiente recado: «No te metas con ese justo, pues, por causa de él, hoy he sufrido mucho en un sueño».
RV1960: Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.
JBS: Y estando él sentado en el tribunal, su mujer envió a él, diciendo: No tengas que ver con aquel justo; porque hoy he padecido muchas cosas en sueños por causa de él.
Comentario del verso:
Una de las esperanzas de Pilato era que, al darle a la multitud la opción obvia de elegir entre dos prisioneros, la gente al final decidiría liberar a Jesús. Si la gente eligiera matar a Barrabás, quien era un asesino "famoso" (Mateo 27:16; Marcos 15:7), Pilato podría evitar provocar un nuevo incidente con los líderes religiosos de Jerusalén. Pilato ciertamente sabía lo popular que se había vuelto Jesús (Mateo 21:10–11).
Desde el comienzo de este encuentro, Pilato quiso liberar a Jesús y evitar su condena. Pilato no se dejó engañar por los líderes religiosos judíos y sus mentiras, las cuales parecieron ser muy obvias. Pilato sabía que lo estaban usando para vengarse de su enemigo (Mateo 27:24). Honestamente, Pilato no creía que Jesús era una amenaza para Roma (Juan 18:33–36). Y, sin embargo, Pilato acabó estando en una posición bastante incómoda. Su mandato como gobernador estuvo marcado por la violencia, algo que sus superiores romanos no apreciaron mucho. La celebración de la Pascua era ya inminente (Mateo 27:15) y con toda esta gente gritando con sed de sangre, cualquier amenaza de disturbios en Jerusalén se intensificaría el doble o el triple rápidamente (Mateo 27:20, 24; Marcos 15:11, 15).
Los Evangelios registran otros dos factores que se sumaron a las dudas de Pilato. Uno aparece en el evangelio de Juan y nos sugiere que Jesús, al decir que era el "Hijo de Dios" pudo haber despertado algún tipo de superstición pagana en Pilato (Juan 19: 7–9). El temor de que Jesús pudiera ser un ser sobrenatural, o un ser favorecido por alguna deidad, hizo que Pilato sintiera algo de miedo.
El otro incidente se nos describe aquí, aunque no sabemos exactamente cuándo ocurrió durante todo este proceso. En algún momento, Pilato recibió un mensaje de su esposa mientras estaba sentado en el tribunal, quien había estado muy preocupada por un sueño que había tenido. Ella le dijo a su marido que se abstuviera de hacerle daño a Jesús de Nazaret. El único detalle que se registra en las Escrituras es el contenido del mensaje de la mujer de Pilato. En realidad, no podemos decir con certeza si este mensaje había venido sobrenaturalmente de Dios, había sido una coincidencia o algo completamente diferente. Lo que sí sabemos es que muchas personas de esa época, incluidos los paganos, se tomaban los sueños muy en serio.
Independientemente de los detalles que desconocemos, este mensaje enfatizó mucho más lo que Pilato quería hacer desde el principio: liberar a Jesús. Sin embargo, cualquier sentido de moralidad, conciencia o temor a lo divino pronto se vería superado por el temor que Pilato sentía por los problemas políticos que tomar una decisión así provocaría en su región (Mateo 27:22–24).
Resumen de contexto:
Mateo 27:11–26 describe el juicio de Jesús ante el gobernador romano Poncio Pilato. Los líderes religiosos judíos le pidieron a Pilato que condenara a muerte a Jesús, y no dejaron de acusarlo en ningún momento. Pilato se asombró de que Jesús permaneciera en silencio sin apenas decir nada para intentar defenderse. Después, Pilato les ofreció a las multitudes de la Pascua la elección entre liberar a Jesús o liberar a Barrabás. Finalmente, eligieron a Barrabás y pidieron que Jesús fuera crucificado. Pilato reconoció la disputa obvia que estaba impulsando este tipo de persecución, y estaba más preocupado por el orden civil que por el hecho de que se hiciera justicia. Pilato finalmente accedió a que ejecutaran a Jesús, pero a cambio de no recibir ningún tipo de responsabilidad de haberlo hecho. Para leer más detalles sobre este momento, puede leer Marcos 15:1–15, Lucas 23:1–25 y Juan 18:28—19:16.
Resumen del capítulo:
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.
Contexto del capítulo:
Mateo 27 comienza con una reunión oficial del consejo gobernante judío. Durante la noche anterior, habían condenado a Jesús, lo cual se nos describe en el capítulo 26. Judas confesó su traición y se ahorcó. Pilato intentó soltar a Jesús, pero la multitud gritó que Jesús fuera crucificado. Jesús fue humillado por los soldados romanos y comenzó a dirigirse de camino hacia Su crucifixión. En la cruz, los líderes religiosos judíos y muchas otras personas comenzaron a burlarse de él. Finalmente, Jesús murió y fue enterrado en una tumba nueva. Los esfuerzos que los judíos hicieron para asegurarse de que no robaran Su cuerpo solo sirvieron para probar aún con más fuerza la naturaleza milagrosa de Su resurrección, la cual se nos detalla durante el capítulo 28.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/21/2024 4:27:59 PM
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