¿Qué significa Mateo 27:26?
LBLA: Entonces les soltó a Barrabás, pero a Jesús, después de hacerle azotar, le entregó para que fuera crucificado.
NBLA: Entonces les soltó a Barrabás, y después de hacer azotar a Jesús, Lo entregó para que fuera crucificado.
NVI: Entonces les soltó a Barrabás; pero a Jesús lo mandó azotar, y lo entregó para que lo crucificaran.
RV1960: Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.
JBS: Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser colgado en un madero.
Comentario del verso:
Los líderes religiosos judíos y las multitudes que insistieron en pedir la muerte de Jesús aparentemente consiguieron lo que se habían propuesto (Mateo 27:11–25). Pilato, yendo en contra de una evidencia que era bastante clara, su propio juicio e incluso el sueño de su esposa (Mateo 27:19), finalmente pudo calmar a esa multitud enloquecida al dar la orden de liberar a un asesino convicto (Marcos 15:7), Barrabás, y que Jesús fuera crucificado.

Jesús ya había sido azotado, tal y como lo señaló Juan (Juan 19:1–5). Esta era una forma de tortura en sí misma. La ley judía a menudo consideraba que 40 latigazos equivalían a golpear a alguien hasta matarlo (2 Corintios 11:24) cuando se usaba un látigo estándar. Los romanos no tenían un límite de golpes. La persona castigada se desnudaba y se ataba a un poste. Luego era golpeada por un soldado profesional y entrenado, usando un flagrum: un látigo de cuero de múltiples cabezas trenzado con pesas, huesos, metal, ganchos o vidrio. El uso de este flagelo podía arrancar la carne del hueso y exponer los órganos. Algunas víctimas morían a causa de las heridas, otras por las infecciones resultantes de la flagelación. La flagelación a veces se usaba antes de la crucifixión para debilitar a la víctima, pero con frecuencia era un castigo terrible que era suficiente como para acabar con la vida de la víctima.

A pesar de la brutalidad y la injusticia de todo esto, es importante recordar que el plan de Dios estaba teniendo éxito mientras todo esto estaba ocurriendo (Mateo 16:21; 26:39). El Padre envió al Hijo a la Tierra para sufrir y morir como sacrificio por los pecados de la humanidad (Filipenses 2:8). Jesús avanzó rápidamente hasta llegar a este momento y poco después hacia la resurrección de entre los muertos (Juan 2:19–22).
Resumen de contexto:
Mateo 27:11–26 describe el juicio de Jesús ante el gobernador romano Poncio Pilato. Los líderes religiosos judíos le pidieron a Pilato que condenara a muerte a Jesús, y no dejaron de acusarlo en ningún momento. Pilato se asombró de que Jesús permaneciera en silencio sin apenas decir nada para intentar defenderse. Después, Pilato les ofreció a las multitudes de la Pascua la elección entre liberar a Jesús o liberar a Barrabás. Finalmente, eligieron a Barrabás y pidieron que Jesús fuera crucificado. Pilato reconoció la disputa obvia que estaba impulsando este tipo de persecución, y estaba más preocupado por el orden civil que por el hecho de que se hiciera justicia. Pilato finalmente accedió a que ejecutaran a Jesús, pero a cambio de no recibir ningún tipo de responsabilidad de haberlo hecho. Para leer más detalles sobre este momento, puede leer Marcos 15:1–15, Lucas 23:1–25 y Juan 18:28—19:16.
Resumen del capítulo:
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.
Contexto del capítulo:
Mateo 27 comienza con una reunión oficial del consejo gobernante judío. Durante la noche anterior, habían condenado a Jesús, lo cual se nos describe en el capítulo 26. Judas confesó su traición y se ahorcó. Pilato intentó soltar a Jesús, pero la multitud gritó que Jesús fuera crucificado. Jesús fue humillado por los soldados romanos y comenzó a dirigirse de camino hacia Su crucifixión. En la cruz, los líderes religiosos judíos y muchas otras personas comenzaron a burlarse de él. Finalmente, Jesús murió y fue enterrado en una tumba nueva. Los esfuerzos que los judíos hicieron para asegurarse de que no robaran Su cuerpo solo sirvieron para probar aún con más fuerza la naturaleza milagrosa de Su resurrección, la cual se nos detalla durante el capítulo 28.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/21/2024 3:50:07 PM
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