¿Qué significa Mateo 27:29?
LBLA: Y tejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y arrodillándose delante de El, le hacían burla, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos !
NBLA: Y tejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza, y una caña en Su mano derecha; y arrodillándose delante de El, Le hacían burla, diciendo: “¡Salve, Rey de los Judíos!”
NVI: Luego trenzaron una corona de espinas y se la colocaron en la cabeza, y en la mano derecha le pusieron una caña. Arrodillándose delante de él, se burlaban diciendo: ?¡Salve, rey de los judíos!
RV1960: y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!
JBS: y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Hallas gozo, rey de los Judíos!
Comentario del verso:
La idea de que un batallón de soldados romanos se reuniera para burlarse tan elaboradamente de un prisionero puede ser difícil de imaginar; y, sin embargo, estos hombres eran gentiles estacionados en un área predominantemente judía, sobre la cual Roma tenía un control absoluto. Su comandante, Poncio Pilato, es conocido por la historia debido a su crueldad y la manera en que se burlaba de los judíos. Es posible que estuvieran aburridos y estuvieran estacionados en Jerusalén solo porque se iba a celebrar una fiesta religiosa importante para Israel (Mateo 26:17; 27:15). El acto de Pilato de entregarles a Jesús fue casi como arrojarle un juguete a un perro.
Aprovechando al máximo la oportunidad, los soldados le quitaron la ropa a Jesús y le pusieron un manto para representar el manto de un rey. Después hicieron una corona hecha de tallos con espinas, tal vez espinas de palmeras o una planta similar. Cuando terminaron de hacer la corona, se la pusieron en la cabeza a Jesús. Finalmente, pusieron una caña en la mano de Jesús para representar un cetro real para que se pareciera al de un rey. El objetivo de todo el chiste cruel era burlarse de Jesús por su "crimen" e haber afirmado ser el "rey de los judíos" (Mateo 27:11). Para rematar el chiste, los soldados romanos se arrodillaron ante Jesús y fingieron honrarlo de manera sarcástica.
Jesús ya había sido azotado antes (Juan 19:1–4). Seguramente, Jesús estaba quieto delante de ellos, totalmente demacrado y sangriento, vestido con una túnica, una corona y un cetro. Es importante darse cuenta de que Jesús se negó a llamar a legiones y legiones de ángeles para que vinieran a salvarlo (Mateo 26:53–54). Jesús estaba dispuesto a soportar cualquier tipo de sufrimiento para llevar a cabo Su misión.
Resumen de contexto:
Mateo 27:27–31 describe a los soldados romanos abusando de Jesús dentro del cuartel general del gobernador. La mayor parte de este maltrato ocurrió antes de Su sentencia final, pero Mateo continúa agrupando los eventos por tema en lugar de hacerlo cronológicamente. Los soldados le quitaron la ropa a Jesús y lo vistieron como a un rey: le pusieron un manto, junto con una corona hecha de espinas, y le dieron una caña por cetro. Entonces los soldados se arrodillaron ante Jesús y lo alabaron sarcásticamente como si fuera el "¡Rey de los judíos!" Finalmente, le escupieron y lo golpearon con la caña antes de volver a ponerle Su propia ropa y llevárselo hacia la cruz. Se pueden leer más detalles sobre esto en Juan 19:1–6.
Resumen del capítulo:
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.
Contexto del capítulo:
Mateo 27 comienza con una reunión oficial del consejo gobernante judío. Durante la noche anterior, habían condenado a Jesús, lo cual se nos describe en el capítulo 26. Judas confesó su traición y se ahorcó. Pilato intentó soltar a Jesús, pero la multitud gritó que Jesús fuera crucificado. Jesús fue humillado por los soldados romanos y comenzó a dirigirse de camino hacia Su crucifixión. En la cruz, los líderes religiosos judíos y muchas otras personas comenzaron a burlarse de él. Finalmente, Jesús murió y fue enterrado en una tumba nueva. Los esfuerzos que los judíos hicieron para asegurarse de que no robaran Su cuerpo solo sirvieron para probar aún con más fuerza la naturaleza milagrosa de Su resurrección, la cual se nos detalla durante el capítulo 28.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/27/2024 3:23:29 PM
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