¿Qué significa Mateo 27:57?
LBLA: Y al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús.
NBLA: Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús.
NVI: Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había convertido en discípulo de Jesús.
RV1960: Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús.
JBS: Cuando llegó la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús.
Comentario del verso:
Jesús había muerto (Mateo 27:50). El relato de Juan nos dice que los soldados que estaban allí se aseguraron de que Jesús estaba muerto (Juan 19:34). La puesta del sol estaba llegando, lo cual marcaría el comienzo del día de reposo. La práctica romana era dejar que los cuerpos crucificados se pudrieran, aumentando así la vergüenza y el horror que sufriría cualquier persona que quisiera desafiar a Roma. Sin embargo, la ley religiosa judía prohibía dejar los cuerpos ejecutados a la intemperie (Deuteronomio 21:22–23). Dada la inminente festividad religiosa, el gobernador romano pareció estar dispuesto tanto a acelerar las ejecuciones (Juan 19:31) como a permitir que se retiraran los cuerpos.
Un hombre rico llamado José, del pueblo local de Arimatea, dio un paso al frente para reclamar el cadáver de Jesús. Sabemos por el evangelio de Lucas que este José también era miembro del consejo judío conocido como el Sanedrín. Este fue el grupo de personas que condenó a muerte a Jesús. Sin embargo, Lucas nos aclara que José no había dado su consentimiento para hacer eso (Lucas 23:50–51). Al igual que durante las legislaturas modernas, el Sanedrín no necesitaba que todos los miembros estuvieran presentes para votar, por lo que aquellos que simpatizaron con Jesús (Juan 7:50–52) probablemente se quedaron fuera del juicio que había ocurrido a medianoche (Mateo 26:57–68).
De hecho, según Juan, José siguió a Jesús, pero en secreto, ya que tenía miedo de cómo reaccionarían los líderes religiosos judíos si lo supieran (Juan 19:38). Sin embargo, José sí que se atrevió a ayudar a Jesús y a Sus seguidores cuando llegó el momento tratar con el cuerpo del Señor. Nicodemo también lo ayudó, otro líder religioso cuya lealtad hacia Jesús sí que fue bastante pública (Juan 3:1; 19:39).
Resumen de contexto:
Mateo 27:57–66 nos describe el entierro de Jesús y la guardia que se colocó cerca de Su tumba. José de Arimatea, un seguidor rico de Jesús, le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús, y Pilato se lo concedió. José envolvió el cuerpo de Jesús en un sudario de lino limpio y lo colocó en su propia tumba, la cual no se había usado antes, una tumba que estaba excavada en la roca en un jardín. Los enemigos de Jesús le pidieron a Pilato que colocaran soldados romanos en la tumba, ya que querían evitar que alguien robara Su cuerpo y después afirmara que Jesús había resucitado. Pilato estuvo de acuerdo. Finalmente, la tumba se selló y se colocó a un guardia. Estos eventos también se describen en Marcos 15:42–47, Lucas 23:50–56 y Juan 19:38–42.
Resumen del capítulo:
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.
Contexto del capítulo:
Mateo 27 comienza con una reunión oficial del consejo gobernante judío. Durante la noche anterior, habían condenado a Jesús, lo cual se nos describe en el capítulo 26. Judas confesó su traición y se ahorcó. Pilato intentó soltar a Jesús, pero la multitud gritó que Jesús fuera crucificado. Jesús fue humillado por los soldados romanos y comenzó a dirigirse de camino hacia Su crucifixión. En la cruz, los líderes religiosos judíos y muchas otras personas comenzaron a burlarse de él. Finalmente, Jesús murió y fue enterrado en una tumba nueva. Los esfuerzos que los judíos hicieron para asegurarse de que no robaran Su cuerpo solo sirvieron para probar aún con más fuerza la naturaleza milagrosa de Su resurrección, la cual se nos detalla durante el capítulo 28.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 7:22:19 AM
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