¿Qué significa Mateo 27:58?
LBLA: Este se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato ordenó que se lo entregaran.
NBLA: Este se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato ordenó que se lo entregaran.
NVI: Se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús, y Pilato ordenó que se lo dieran.
RV1960: Éste fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.
JBS: Este llegó a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.
Comentario del verso:
José, un miembro rico del consejo gobernante judío, el Sanedrín, se presentó para ayudar a los amigos de Jesús a tratar con Su cuerpo (Mateo 27:50). José era un seguidor secreto de Jesús (Juan 19:38) que en este momento decidió actuar con valentía. Para ello, acudió a Pilato y le preguntó si podía llevarse el cuerpo de Jesús ahora que ya había muerto.

Sabemos por el evangelio de Marcos que Pilato se sorprendió de que Jesús ya estuviera muerto (Marcos 15:44). Las crucifixiones a veces podían durar varios días y, de hecho, fue diseñado de tal manera. El hecho de que Jesús fuera brutalmente azotado y golpeado antes de la crucifixión (Juan 19:1–4) probablemente hizo que Su muerte ocurriera mucho antes de lo debido. Si bien los romanos solían dejar que los criminales se pudrieran como señal de advertencia, esta era una práctica bastante ofensiva para los judíos (Deuteronomio 21:22–23). Debido a que estaban a punto de celebrar una fiesta judía (Juan 19:31; Mateo 27:62), Pilato también quería que lo muertos se enterraran.

Pilato confirmó con un centurión que Jesús había muerto (Juan 19:31–34) y aceptó entregarle el cadáver a José. Los escritores de los evangelios tienen cuidado a la hora de aclarar, repetidamente, que Jesús había muerto y que no había duda de ello, para así combatir contra los rumores falsos que pudieran surgir afirmando que en realidad Jesús no había muerto y que, por lo tanto, tampoco había resucitado.
Resumen de contexto:
Mateo 27:57–66 nos describe el entierro de Jesús y la guardia que se colocó cerca de Su tumba. José de Arimatea, un seguidor rico de Jesús, le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús, y Pilato se lo concedió. José envolvió el cuerpo de Jesús en un sudario de lino limpio y lo colocó en su propia tumba, la cual no se había usado antes, una tumba que estaba excavada en la roca en un jardín. Los enemigos de Jesús le pidieron a Pilato que colocaran soldados romanos en la tumba, ya que querían evitar que alguien robara Su cuerpo y después afirmara que Jesús había resucitado. Pilato estuvo de acuerdo. Finalmente, la tumba se selló y se colocó a un guardia. Estos eventos también se describen en Marcos 15:42–47, Lucas 23:50–56 y Juan 19:38–42.
Resumen del capítulo:
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.
Contexto del capítulo:
Mateo 27 comienza con una reunión oficial del consejo gobernante judío. Durante la noche anterior, habían condenado a Jesús, lo cual se nos describe en el capítulo 26. Judas confesó su traición y se ahorcó. Pilato intentó soltar a Jesús, pero la multitud gritó que Jesús fuera crucificado. Jesús fue humillado por los soldados romanos y comenzó a dirigirse de camino hacia Su crucifixión. En la cruz, los líderes religiosos judíos y muchas otras personas comenzaron a burlarse de él. Finalmente, Jesús murió y fue enterrado en una tumba nueva. Los esfuerzos que los judíos hicieron para asegurarse de que no robaran Su cuerpo solo sirvieron para probar aún con más fuerza la naturaleza milagrosa de Su resurrección, la cual se nos detalla durante el capítulo 28.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/21/2024 4:28:58 PM
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