¿Qué significa Mateo 27:66?
LBLA: Y fueron y aseguraron el sepulcro; y además de poner la guardia, sellaron la piedra.
NBLA: Y fueron y aseguraron el sepulcro; y además de poner la guardia, sellaron la piedra.
NVI: Así que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo sellaron; y dejaron puesta la guardia.
RV1960: Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
JBS: Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro con guardia, sellando la piedra.
Comentario del verso:
Con el permiso oficial de Pilato, el gobernador romano, los líderes religiosos judíos dieron un paso más para destruir el legado de Jesús (Mateo 27:62–65). Para ello, fueron a la tumba de Jesús, se aseguraron de que Su cuerpo todavía estuviera dentro y luego sellaron la cripta.

En realidad, la tumba ya tenía una pesada puerta de piedra (Mateo 27:60) que habría mantenido alejados a los animales y a los ladrones ocasionales. Para asegurarse de que no se pudiera abrir en secreto, decidieron sellarla también, lo cual probablemente se trataba de una cuerda atada a la puerta y a las paredes, que se pegaba a la pared como si fuera un sello. Además, también colocaron a unos soldados allí para vigilar la tumba y mantener alejados a los discípulos de Jesús. Los guardias eran probablemente soldados romanos cuyo trabajo normalmente era mantener la seguridad del templo y sus alrededores.

Después de todo esto, los líderes religiosos judíos habían hecho todo lo posible para evitar que los seguidores de Jesús robaran Su cuerpo. Ellos creían que todo eso eliminaría cualquier posibilidad de que Sus seguidores pudieran afirmar que había resucitado de entre los muertos (Juan 2:19–22). Sin embargo, la fantástica ironía de sus esfuerzos iba a revelarse muy pronto. Gracias a todos sus esfuerzos, una vez se descubrió que la tumba estaba vacía, ya no era posible usar el engaño o el robo como posibles explicaciones o excusas de lo que había sucedido. La única explicación posible, después de todo, era que Dios había resucitado a Jesús de entre los muertos (Mateo 28: 4–7).
Resumen de contexto:
Mateo 27:57–66 nos describe el entierro de Jesús y la guardia que se colocó cerca de Su tumba. José de Arimatea, un seguidor rico de Jesús, le pidió a Pilato el cuerpo de Jesús, y Pilato se lo concedió. José envolvió el cuerpo de Jesús en un sudario de lino limpio y lo colocó en su propia tumba, la cual no se había usado antes, una tumba que estaba excavada en la roca en un jardín. Los enemigos de Jesús le pidieron a Pilato que colocaran soldados romanos en la tumba, ya que querían evitar que alguien robara Su cuerpo y después afirmara que Jesús había resucitado. Pilato estuvo de acuerdo. Finalmente, la tumba se selló y se colocó a un guardia. Estos eventos también se describen en Marcos 15:42–47, Lucas 23:50–56 y Juan 19:38–42.
Resumen del capítulo:
Cuando Judas se enteró de que Jesús había sido condenado, se arrepintió de haber traicionado al Señor. Entonces, tiró el dinero que se había ganado haciéndolo y se ahorcó. Jesús se presentó ante Pilato, quien no pudo encontrar nada de qué acusarlo. Debido a esto, la gente comenzó a gritar para que liberaran a un asesino convicto en lugar de a Jesús. Un grupo de soldados se burló de Jesús y luego lo crucificaron. En la cruz, también se burlaron de él porque dijeron que no podía salvarse a sí mismo. Después de tres horas de una oscuridad intensa, Jesús murió, y fue enterrado por uno de Sus seguidores en una tumba que no había sido usada anteriormente. Para evitar que alguien robara el cuerpo, unos soldados se quedaron vigilando la tumba.
Contexto del capítulo:
Mateo 27 comienza con una reunión oficial del consejo gobernante judío. Durante la noche anterior, habían condenado a Jesús, lo cual se nos describe en el capítulo 26. Judas confesó su traición y se ahorcó. Pilato intentó soltar a Jesús, pero la multitud gritó que Jesús fuera crucificado. Jesús fue humillado por los soldados romanos y comenzó a dirigirse de camino hacia Su crucifixión. En la cruz, los líderes religiosos judíos y muchas otras personas comenzaron a burlarse de él. Finalmente, Jesús murió y fue enterrado en una tumba nueva. Los esfuerzos que los judíos hicieron para asegurarse de que no robaran Su cuerpo solo sirvieron para probar aún con más fuerza la naturaleza milagrosa de Su resurrección, la cual se nos detalla durante el capítulo 28.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 7:18:56 AM
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