¿Qué significa Mateo 3:10?
LBLA: Y el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
NBLA: El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
NVI: El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego.
RV1960: Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
JBS: Ahora, ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Comentario del verso:
Tal y como había sido profetizado (Isaías 40:3), Juan el Bautista estuvo predicando este mensaje en el desierto: "arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se está acercando". Sorprendentemente, incluso algunos de los líderes religiosos de Israel fueron al desierto para ver y escuchar a Juan por sí mismos. Probablemente se quedaron boquiabiertos debido a la manera en la que Juan se refirió a ellos.
Juan los llamó generación de víboras y les preguntó quién les había advertido que huyeran de la ira de Dios (Mateo 3:7–9). Si verdaderamente se arrepintieran, dijo Juan, producirían resultados diferentes debido a sus acciones, las cuales ya no serían las mismas. Después, Juan continuó enfatizando lo cerca que estaba el juicio de Dios. La venida del reino del Mesías iba a venir acompañada de la ira de Dios contra aquellos que le fueran infieles. Juan dijo que el hacha del juicio de Dios "ya estaba lista" para cortar los árboles. Los líderes religiosos quizás reconocieron que Juan estaba citando las Escrituras con pasajes como Isaías 10:33–34 y Jeremías 46:22.
Juan ya les había dicho que no esperasen ser perdonados simplemente porque eran descendientes de Abrahán. Dios iba a cumplir las promesas que le había hecho Israel, pero no estaba obligado a librar a todos los israelitas de Su ira. Aquellos que no dieran buenos frutos llevando vidas santas y fieles, serían cortados del tronco principal. Además, iban a ser arrojados al fuego tal y como normalmente le quitamos las ramas muertas a un árbol y las usamos como combustible.
Resumen de contexto:
Mateo 3:1–12 nos presenta a Juan el Bautista predicando y bautizando en el desierto de Judea cerca del río Jordán. Juan, vestido con pelo de camello y un cinturón de cuero al estilo del profeta Elías, tenía un mensaje sencillo: arrepiéntanse porque el reino de los cielos se está acercando. Las multitudes venían de kilómetros a la redonda, incluidos los líderes religiosos de Israel. Juan llamó víboras a esos líderes y los advirtió de que el Mesías iba a traer consigo la ira de Dios contra los impenitentes. El Mesías iba a bautizar a los que se arrepintieran con el Espíritu Santo y con fuego. Los árboles que no dan fruto, espiritualmente hablando, se cortarán y se echarán al fuego.
Resumen del capítulo:
Mateo nos presenta a Juan el Bautista como el cumplimiento de Isaías 40:3. Juan es la voz que clama en el desierto mientras prepara el camino para el Señor. Juan les decía a las multitudes que viajaban desde muy lejos para escucharlo que se arrepintieran de sus pecados. ¡El reino de los cielos está cerca! También les advertía del juicio venidero de Dios, específicamente el que caería sobre los líderes religiosos de Israel, a quienes llamó víboras. Finalmente, llegó el Mesías del que había estado hablando e insistió en que Juan lo bautizara. Cuando lo hizo, los cielos se abrieron, el Espíritu Santo se posó sobre Jesús, y la voz de Dios Padre dijo que Jesús es Su Hijo y que está complacido con él.
Contexto del capítulo:
Mateo 3 termina con una frase muy importante que pronunció Dios el Padre: Jesús es su Hijo. Inmediatamente después de eso, el Espíritu de Dios se llevó a Jesús al desierto para que pasara por un tiempo de tentación que el diablo llevaría a cabo. Jesús pasó esa prueba y luego comenzó Su ministerio en la región de Galilea. Jesús comenzó a llamar a Sus discípulos y a viajar por toda la región. Enseñó en las sinagogas y sanó a la gente de toda clase de dolencias. La fama de Jesús comenzó a crecer rápidamente. Esto le proporcionó una gran audiencia para más tarde compartir con ellos el Sermón del Monte, el cual Mateo comienza a registrar en el capítulo 5.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/21/2024 4:43:44 PM
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