Mateo 4:17 - Printer Friendly

LBLA: Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

NBLA: Desde entonces Jesús comenzó a predicar: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.”

NVI: Desde entonces comenzó Jesús a predicar: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».

RV1960: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

JBS: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, que el Reino de los cielos se ha acercado.

Mateo enfatiza en este versículo que el ministerio de Jesús se estableció por completo después de que se mudara a Cafarnaún. Jesús comenzó a desempeñar el trabajo y la misión que el Padre le había encomendado hacer y comenzó a predicarle al pueblo de Israel. Mateo nos muestra que el ministerio de Jesús comenzó en serio después del arresto de Juan el Bautista.

El ministerio de predicación de Jesús comienfza con el mismo mensaje esencial de Juan el Bautista: Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 3:1–2). Sin embargo, hay una pequeña diferencia: Juan le predicó ese mensaje a Israel siendo la persona que prepararía el camino para la venida del Mesías. Por lo tanto, Juan quiso que el pueblo se preparara antes de que llegara el Mesías y estableciera el reino de los cielos.

Jesús predicó el mismo mensaje, pero lo hizo ya como el Mesías mismo. Jesús le dijo a la gente que se arrepintiera, pero también les pidió que se sometieran a Él y lo siguieran, porque Él era el Hijo de Dios. Tanto Juan como Jesús enfatizaron que las personas no pueden participar en el reino de Dios sin antes arrepentirse de sus pecados, cambiando así el curso de sus vidas para seguir el camino de Cristo.

Mateo 4:12–17 nos muestra el ministerio de Jesús en Cafarnaún, la cual se sitúa cerca del Mar de Galilea. Esto cumplió otra antigua profecía sobre el Mesías que se encuentra en Isaías 9:1–2. Las Escrituras prometían que una gran luz amanecería en la región que antes ocupaban las tribus de Zabulón y Neftalí, la cual se situaba cerca del mar de Galilea. Aunque una vez se consideró como un lugar "en tinieblas" debido a que estaba muy cerca de las naciones gentiles y a mucha distancia de Jerusalén, Galilea es la región en la que la luz del Mesías brillaría por primera vez.

Mateo 3 terminó con el Espíritu Santo descendiendo sobre Jesús después de Su bautismo. Ahora el Espíritu lo llevó hacia el desierto para que el diablo lo tentara después de estar 40 días de ayuno. Jesús demostró su impecabilidad al resistirse a todas las tentaciones. Jesús comenzó Su ministerio en la región de Galilea, estableciéndose en Cafarnaún y llamando a algunos discípulos para que lo siguieran. Jesús comenzó a viajar de un lugar a otro en Galilea, proclamando las buenas nuevas de que el reino de los cielos estaba cerca y sanando toda clase de aflicciones. Jesús se volvió famoso muy pronto, y atrajo a grandes multitudes desde grandes distancias.

Mateo 3 terminó con Dios Padre diciendo que Jesús era su Hijo. Inmediatamente después de eso, el Espíritu de Dios se llevó a Jesús al desierto para someterse a un tiempo de tentación por parte del diablo. Jesús pasó esa prueba y luego comenzó Su ministerio en la región de Galilea. Jesús comenzó a llamar a Sus discípulos y a viajar por la región. Enseñó en las sinagogas y sanó a la gente de toda clase de dolencias. La fama de Jesús creció rápidamente. Esto le proporcionó una gran audiencia para el Sermón del Monte, el cual Mateo comienza a registrar en el capítulo 5.

El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.