¿Qué significa Mateo 5:35?
LBLA: ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies ; ni por Jerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY.
NBLA: ni por la tierra, porque es el estrado de Sus pies; ni por Jerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY.
NVI: ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
RV1960: ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
JBS: ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
Comentario del verso:
Jesús está demostrando la manera en que las enseñanzas superficiales de los líderes religiosos de Israel no llegaban a profundizar en el verdadero significado de la Palabra de Dios. Jesús ha estado introduciendo muchas de sus frases con la expresión "ustedes han oído…" y después ha hico "pero yo les digo…" para dar una explicación más profunda sobre el asunto en cuestión.

Un ejemplo de la manera en que el legalismo superficial acababa contradiciendo las intenciones de Dios fue los juramentos. Aparentemente, los líderes de Israel establecieron un sistema de diferentes juramentos acerca de los acuerdos contractuales que ocurrían entre los israelitas. Jurar por el Señor se consideraba como algo solemne, y eso le obligaba a la persona que hacía el juramento a cumplirlo; si no lo cumplía, se enfrentaba al juicio de Dios (Números 30:2). Sin embargo, sí que se permitía jurar por el cielo, la tierra u otras cosas como si de una forma de acuerdo menos seria y quizás menos vinculante se tratara. Desafortunadamente, muchos de esos juramentos provocaron que el engaño comenzara a formar parte de sus vidas diarias.

El equivalente moderno a esto son esos momentos en los que hacemos juramentos casuales, como en español cuando decimos cosas como "juro por…" Usar este tipo de promesas o garantías para ganarse la confianza de las demás personas es lo que Jesús quiere que evitemos. Por lo tanto, Jesús no está hablando de ningún tipo de juramento oficial, tal y como el que ocurren en los tribunales o en los contratos legales.

Jesús no distingue entre juramentos buenos y juramentos malos. Más bien, lo que hace es descartar por completo la validez de los juramentos casuales (Mateo 5:34). En primer lugar, jurar por algo que le pertenece a Dios se acerca mucho al hecho de jurar por el Señor mismo. De este modo, Jesús ha dicho que no se jure nunca por el cielo, porque el cielo es el trono de Dios. Ahora Jesús añade que no deben jurar nada tampoco por la tierra, porque la tierra le pertenece a Dios, y la tierra el estrado de sus pies, es decir que Él puede hacer lo que quiera con ella.

Además, Jesús añade que no se jure nada en nombre de Jerusalén, o incluso mirando "hacia" Jerusalén, porque Jerusalén le pertenece al gran Rey: Dios. Si así se hiciera, ese juramento estaría peligrosamente cerca de acabar jurando en el nombre del Señor mismo.

La idea general aquí es que la vida de un cristiano debe reflejar un patrón de verdad e integridad. Cuando un creyente nacido de nuevo dice "sí" o "no", debe decirlo con total honestidad (Mateo 5:37). En tal caso, no es necesario añadirle nada a nuestras palabras.
Resumen de contexto:
En Mateo 5:33-37, Jesús continúa profundizando en un tema del que ya ha estado hablando a lo largo del Sermón del Monte. La diferencia que existe entre la justicia y el pecado no es solo una cuestión de seguir o no una serie de normas, sino que todo empieza en el corazón humano, en las motivaciones que impulsan nuestras acciones. Al compartir esto, Jesús está minando la actitud hipócrita de ciertas personas que tergiversan y abusan de las enseñanzas religiosas. Al decir que no debemos prometer (o jurar), Jesús no se está refiriendo con esto a compromisos serios y formales como es el caso del matrimonio o los testimonios que a veces se deben compartir ante un tribunal, sino que está condenando a las personas que hacen promesas y juramentos con el fin de ocultar las motivaciones ocultas y deshonestas que los impulsan a hacerlo.
Resumen del capítulo:
El Sermón del Monte contiene algunas de las enseñanzas más desafiantes de Jesús. Este sermón comienza con las bendiciones que se le ofrecen a un grupo de personas muy específico, las Bienaventuranzas. Los discípulos de Jesús deben hacer buenas obras para convertirse en una influencia poderosa en el mundo: como la sal de la tierra y la luz del mundo. La justicia superficial de los fariseos no es lo suficientemente buena como para alcanzar el cielo. Los pecados del corazón, como los insultos con ira y la lujuria intencional, son dignos del infierno tanto como el adulterio y el asesinato. El divorcio fácil y los juramentos engañosos están prohibidos. Los creyentes no deben buscar vengarse de los demás. En cambio, Dios quiere que amemos a nuestros enemigos y oremos por aquellos que nos persiguen. En resumen, debemos esforzarnos por ser perfectos, tal y como Dios es perfecto.
Contexto del capítulo:
Mateo 5 continúa con la descripción de Mateo de las enormes multitudes que seguían a Jesús (Mateo 4:25). Un día, Jesús se sentó en un monte para enseñarles el Sermón del Monte. Jesús dice que las personas son bienaventuradas cuando son pobres de espíritu, cuando lloran y cuando son perseguidas. Cristo también explica la manera en que los mandamientos de Dios van mucho más allá de la conducta y el habla; también incluyen nuestros pensamientos y actitudes. Cumplir con los estándares de Dios significa alcanzar la perfección de Dios. El capítulo 6 continúa con el sermón, y Jesús continuará compartiendo más ejemplos para vivir una vida piadosa a ojos de Dios.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/21/2024 12:37:26 PM
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