¿Qué significa Mateo 7:22?
LBLA: Muchos me dirán en aquel día : “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros ?”
NBLA: Muchos Me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?’
NVI: Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?”
RV1960: Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
JBS: Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre sacamos demonios, y en tu nombre hicimos muchas grandezas?
Comentario del verso:
La declaración anterior, la cual forma parte del Sermón del Monte de Jesús (Mateo 5:1–2), decía que no todos los que se refieren a Jesús como "Señor" entrarán en el reino de los cielos. Más bien, las personas que hacen la voluntad de Dios Padre serán los que se salvarán (Mateo 7:21). Esas palabras a menudo se aplican mal y se malinterpretan. Por ejemplo, algunas personas asumen que las buenas obras son una condición obligatoria para alcanzar la salvación. Tal interpretación no solo estaría en conflicto con el resto de las Escrituras (Tito 3:5; Romanos 11:6), sino que también no tendría en cuenta lo que Jesús continúa diciendo aquí. En este versículo, Él dice específicamente que es posible engañarnos a nosotros mismos pensando que todo lo que hacemos lo estamos haciendo por y para Dios, cuando en realidad no es así.

Cristo dice que "en aquel día", cuando se les considere "no creyentes" algunas de esas personas, todos ellos comenzarán a protestar. La expresión "en aquel día", cuando se usa en el Nuevo Testamento dentro del contexto de eventos que ocurrirán en el futuro, a menudo se refiere al "día del Señor", el día en el que Cristo regresará para establecer Su reino en la tierra. El día en el que todos seremos juzgados.

Las quejas de algunas personas, dice Jesús, se basarán en que ellos y ellas hicieron cosas increíbles en Su nombre, ¿no es eso prueba suficiente de que se merecen el cielo? Tal y como Cristo continúa diciéndolo en el siguiente versículo, eso no es así (Mateo 7:23). De hecho, es posible declarar que le somos fieles a Cristo y servirles a los demás supuestamente en Su nombre, pero al mismo tiempo todo esto se puede hacer sin confiar legítimamente en Cristo para alcanzar nuestra salvación. Jesús dijo que lo más importante que debemos "hacer" según Dios es creer en su Hijo (Juan 6:28–29).

Esta declaración viene después de que Jesús dijera que las buenas acciones, en sí mismas, no son justas a menos que estén motivadas por un corazón sincero y verdadero (Mateo 6:1, 5, 16). Jesús también se acata a Su propia advertencia acerca de que los falsos creyentes también pueden identificarse por el fruto espiritual que sale de ellos (Mateo 7:15–20). El único medio para evaluar la espiritualidad de los demás es observar lo que dicen y hacen (1 Samuel 16:7). Por lo tanto, podemos y debemos hacer esto (1 Juan 4:1; Juan 7:24), pero siempre reconociendo nuestra propia naturaleza falible (Mateo 7:1–5). Sin embargo, debemos estar seguros de que nuestras acciones surjan de corazones llenos de fe y esperanza (2 Corintios 13:5).

La próxima analogía de Cristo acerca de los cimientos enfatizará esta idea aún más (Mateo 7:24–27).
Resumen de contexto:
Mateo 7:15–23 contiene una doble advertencia sobre los falsos creyentes. Un líder religioso puede parecernos ser una persona respetable y sabia, pero debemos mirar el fruto de su vida para saber si realmente representa a Dios. De la misma manera, es posible que una persona afirme seguir a Jesús, refiriéndose a él como "Señor", y al mismo tiempo no ser un verdadero creyente. Por lo tanto, solo aquellos que hacen la voluntad del Padre serán admitidos en el reino de los cielos, lo cual Jesús dice que comienza con una creencia verdadera (Juan 6:28–29). Nuestras buenas obras pueden engañar a otras personas e incluso pueden engañarnos nosotros mismos, pero no pueden engañar a Dios.
Resumen del capítulo:
Mateo 7 es el último capítulo del Sermón del Monte. Jesús les ordena a Sus oyentes que no enjuicien a la gente de manera superficial, y que no sean hipócritas. Jesús describe a Dios como un Padre generoso que está deseoso de darles cosas buenas a Sus hijos cuando se las piden. Jesús les ordena a Sus seguidores que entren por la puerta estrecha y caminen por el camino difícil que les conducirá hacia la vida. Los falsos profetas pueden ser reconocidos por su fruto, es decir, por sus acciones y las cosas que eligen hacer. Al mismo tiempo, las buenas obras no son una prueba absoluta de que alguien pudiera tener una fe verdadera. Finalmente, vivir siguiendo las enseñanzas de Jesús es como construir la casa de su vida sobre una base sólida de piedra, en lugar de hacerlo sobre la arena.
Contexto del capítulo:
Jesús comenzó el Sermón del Monte en el capítulo 5, hablando sobre las Bienaventuranzas y la idea de que los pensamientos internos son una parte muy importante del pecado y la justicia. El capítulo 6 denunció la hipocresía, nos presentó una oración modelo y habló sobre la ansiedad. El capítulo 7 trata sobre la forma adecuada de juzgar, incluida la forma de medir las enseñanzas de los demás. Jesús también nos advierte en contra del autoengaño espiritual. Jesús concluye con una analogía acerca de los cimientos de las casas y las tormentas. El asombro de la multitud ante las enseñanzas de Cristo viene seguido de una serie de milagros y encuentros que Jesús tendrá durante los capítulos 8 y 9.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:28:47 AM
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