¿Qué significa Mateo 7:6?
LBLA: No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen.
NBLA: “No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose los despedacen a ustedes.
NVI: »No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.
RV1960: No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
JBS: No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos; no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
Comentario del verso:
Esta es otra de las frases del Sermón del Monte (Mateo 5:1–2) que la mayoría de las personas, incluso las personas que no son cristianos, han escuchado al menos una vez en algún momento en sus vidas. Esta frase quizás podría provocar que nos concentremos en los perros y en los cerdos en sí y pasemos por alto la idea que se está intentando comunicar aquí, la cual no pretende ser un insulto. El mensaje trata sobre el hecho de no desperdiciar cosas que son de valor en aquellos y aquellas que no solo las despreciarán, sino que incluso se podrían enojar por habérselas ofrecido.

Jesús, el Mesías que había sido prometido en las Escrituras desde el principio, vino a predicar que el reino de los cielos estaba cerca (Mateo 4:17). Aquellos que creyeron en esto y lo siguieron estaban ansiosos por compartir estas buenas noticias con los demás. Por supuesto, al final no todos creyeron que esto era verdad. Los líderes religiosos de Israel, en particular, rechazaron la afirmación de que Jesús era el Mesías. Así, lo acusaron de herejía y blasfemia (Marcos 14:61–65). Lo que Cristo dijo era cierto (Juan 14:6) e increíblemente valioso (Juan 10:28), pero estos hombres lo rechazaron e incluso llegaron a odiarlo.

En la cultura judía, rara vez se veía un perro como una mascota. Los perros eran animales salvajes que deambulaban por las calles en manadas buscando comida y atacando a los animales más débiles. Los perros eran símbolos de inmoralidad, barbarie, vulgaridad e ignorancia. Los cerdos eran oficialmente impuros de acuerdo con la ley de Dios (Levítico 11:7), y probablemente también deambulaban buscando comida. Los cerdos se comen todo y no son muy selectivos a la hora de comer. Sin embargo, los cerdos pueden volverse agresivos cuando tienen hambre; de este modo, darle a una manada de cerdos algo que no fuera comestible podría hacer que se volvieran algo violentos.

En la cultura de Jesús, llamar a otra persona "perro" o "cerdo" era un insulto grandísimo. Aun así, Jesús no duda en comparar a los que lo rechazan como el Mesías de Israel con perros y cerdos. Sin embargo, lo más importante es que Su propósito no era degradar a nadie. El énfasis de este mensaje no está en los demás, sino en el pueblo de Dios. Este versículo es en realidad una advertencia para los cristianos: no debemos perder el tiempo con aquellos que pueden hacernos daño e incluso perseguirnos.

Las Escrituras nos dicen que hay mucho valor en el hecho de convencer a otros de la verdad (Mateo 28:19; 1 Pedro 3:15; Hechos 17:2). Sin embargo, sí que hay una diferencia entre hablar con los que están dispuestos a escuchar, y perder el tiempo con las personas que tienen un corazón duro. En este versículo, Jesús les dice a Sus seguidores que sean conscientes de esta diferencia. A veces, es posible que no nos demos cuenta de esto hasta que ya hayamos tratado de alcanzarlos (Mateo 10:14). A veces, tal y como ocurre con las perlas y los cerdos, debemos saber de antemano que lo que estamos a punto de ofrecer va a ser rechazado. Hablando espiritualmente, "echarle perlas a los cerdos" no es un acto de amor que se le muestra al incrédulo (Mateo 5:16); sino que se debe entender simplemente como un desperdicio de los recursos que Dios nos ha dado.

Cristo les dará a Sus discípulos instrucciones explícitas acerca de algo muy similar más adelante durante el evangelio de Mateo (Mateo 15:14).
Resumen de contexto:
En Mateo 7:1–6 Jesús dice que Sus seguidores no deben tratar de ponerse a la altura de Dios juzgándose entre sí. Aquellos y aquellas que tratan de asumir el papel de Dios de esta manera, serán juzgados de la misma manera. Los seres humanos no están calificados para enjuiciar a nadie porque están ciegos debido a su propio pecado. Para ayudar a otra persona que tiene paja en el ojo, una persona primero debe quitarse la viga del pecado que hay en su propio ojo. Jesús también dice que es una pérdida de tiempo y esfuerzo gastar nuestras energías en aquellos y aquellas que claramente no tienen ningún interés; ya que no nos apreciarán e incluso nos podrán atacar por ello.
Resumen del capítulo:
Mateo 7 es el último capítulo del Sermón del Monte. Jesús les ordena a Sus oyentes que no enjuicien a la gente de manera superficial, y que no sean hipócritas. Jesús describe a Dios como un Padre generoso que está deseoso de darles cosas buenas a Sus hijos cuando se las piden. Jesús les ordena a Sus seguidores que entren por la puerta estrecha y caminen por el camino difícil que les conducirá hacia la vida. Los falsos profetas pueden ser reconocidos por su fruto, es decir, por sus acciones y las cosas que eligen hacer. Al mismo tiempo, las buenas obras no son una prueba absoluta de que alguien pudiera tener una fe verdadera. Finalmente, vivir siguiendo las enseñanzas de Jesús es como construir la casa de su vida sobre una base sólida de piedra, en lugar de hacerlo sobre la arena.
Contexto del capítulo:
Jesús comenzó el Sermón del Monte en el capítulo 5, hablando sobre las Bienaventuranzas y la idea de que los pensamientos internos son una parte muy importante del pecado y la justicia. El capítulo 6 denunció la hipocresía, nos presentó una oración modelo y habló sobre la ansiedad. El capítulo 7 trata sobre la forma adecuada de juzgar, incluida la forma de medir las enseñanzas de los demás. Jesús también nos advierte en contra del autoengaño espiritual. Jesús concluye con una analogía acerca de los cimientos de las casas y las tormentas. El asombro de la multitud ante las enseñanzas de Cristo viene seguido de una serie de milagros y encuentros que Jesús tendrá durante los capítulos 8 y 9.
Resumen del libro:
El Evangelio de Mateo nos muestra claramente la influencia judía de Mateo y su deseo de alcanzar a una audiencia específica: los judíos. Mateo era uno de los doce discípulos de Jesús, un hombre judío y ex recaudador de impuestos. Desempeñar esta profesión habría requerido saber escribir y leer bien, y es posible que Mateo transcribiera algunas de las palabras de Jesús tal y como Jesús las dijo. Este libro está lleno de referencias que citan el Antiguo Testamento, para así demostrarle a Israel que Jesús fue y es el Mesías Prometido. Mateo también menciona el uso de monedas durante muchos de los ejemplos que Jesús les enseñó a Sus discípulos, probablemente debido a que fue un recaudador de impuestos antes de hacerse discípulo de Jesús. Mateo registra extensos relatos de las enseñanzas de Jesús, los cuales son mucho más largos que los que aparecen en los otros tres Evangelios.
Accessed 11/2/2024 9:38:38 AM
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