Proverbios 10:12 - Printer Friendly

LBLA: El odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones.

NBLA: El odio crea rencillas, Pero el amor cubre todas las transgresiones.

NVI: El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas.

RV1960: El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.

JBS: El odio despierta las rencillas; mas la caridad cubre todas las maldades.

Este es un principio clave dentro de la ética bíblica. Esta idea general se repite a menudo en el Antiguo Testamento (Levítico 19:18; Proverbios 15:1) y se cita en el Nuevo Testamento (Santiago 5:20; 1 Pedro 4:8). En resumen, las personas que buscan venganza acaban sufriendo ellas mismas, ya que su ira va aumentando gradualmente mientras buscan vengarse, y además la venganza trae represalias. El amor, en cambio, es mucho más eficaz y poderoso.

Cuando hay dos personas que se desprecian mutuamente, muchas veces tratan de hacerse daño. Lamentablemente, esto también ocurre con los creyentes. El odio divide y corrompe la hermandad de los cristianos. El odio destruye el testimonio de las congregaciones y hace que los incrédulos acaben teniendo más argumentos para criticar al cristianismo. El odio sirve al Diablo. El amor, en cambio, cubre todo tipo de faltas y pecados. Es importante señalar que el amor no pasa por alto ningún pecado, por muy grave o liviano que sea. Este versículo no quiere decir que debamos ignorar el pecado o debamos "encubrirlo". Sin embargo, el principal objetivo del amor es la reconciliación. El amor espera pacientemente a que las personas se den cuenta de sus errores y se arrepientan, y siempre está dispuesto a perdonar. En la medida de lo posible, el amor siempre intenta unir a las personas en lugar de separarlas (Juan 17:21)

Jesús dijo que el amor debería ser un atributo esencial de las personas que lo siguen: "un mandamiento nuevo les doy: que se amen unos a otros. Así como yo los he amado, ámense también ustedes unos a otros. En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si se aman unos a otros" (Juan 13:34–35).

Proverbios 10:11–32 contrasta a los justos y a los malvados, enfatiza las diferencias que hay en cómo hablan, cómo viven sus vidas, su actitud ante la vida y los lugares donde acabarán el uno y el otro. Los versículos que van del 21 al 27 se centran en describirnos las consecuencias que vienen como resultado de las acciones piadosas, y las consecuencias que experimentan las personas que viven en pecado y no se arrepienten de lo que están haciendo.

Este capítulo comienza con 375 "proverbios", lecciones u observaciones de situaciones generales con las que todas las personas pueden estar familiarizadas. Estos sabios comentarios continúan el tema sobre la sabi-duría y la insensatez que se desarrolló entre los capítulos 1—9. La mayoría de los versículos del capítulo 10 contienen dentro de sí mismos contrastes de todo tipo, y la conjun-ción "pero" separa estos contrastes con bastante frecuencia. El tema va cambiando de versículo a versículo. Los temas tratan sobre los hijos, los tesoros, la ética de trabajo, la reputación, las ela-ciones, el éxito y la manera en que nos comunicamos con los demás.

En Proverbios 7–9, Salomón comparó la sabiduría con la maldad personificando a la sabi-duría y a la insensatez como si fueran dos mujeres. Salomón anima a sus hijos, o estudiantes, a que elijan la sabiduría, y señala que la sabiduría trae consigo muchos beneficios, pero la insensatez provoca la destrucción de las personas que acaban siguiendo sus caminos. El capítulo 10 nos hace comparaciones claras entre la sabiduría y la insensatez mostrándonos situaciones comunes de nuestras vidas. Estas com-paraciones continúan en el capítulo 11.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.