Proverbios 10:24 - Printer Friendly

LBLA: Lo que el impío teme vendrá sobre él, y el deseo de los justos será concedido.

NBLA: Lo que el impío teme vendrá sobre él, Y el deseo de los justos será concedido.

NVI: Lo que el malvado teme, eso le ocurre; lo que el justo desea, eso recibe.

RV1960: Lo que el impío teme, eso le vendrá; Pero a los justos les será dado lo que desean.

JBS: Lo que el impío teme, eso le vendrá; mas Dios da a los justos lo que desean.

En este versículo se hace una comparación muy importante. Los impíos viven con temor al castigo que pueden recibir debido a sus malas acciones, pero los justos reciben las recompensas provenientes de la bendición y la aprobación de Dios.

Este mensaje es similar a la advertencia que se nos hizo unos versículos atrás (Proverbios 10:12, 22), la cual también se comparte en otros pasajes del libro de Proverbios (Proverbios 6:27–28; 10:2, 9). Las personas que hacen negocios usando el mal y la mentira se exponen a ser descubiertos y que las demanden, las juzguen e incluso se venguen de ellas (Proverbios 9:16–18). El pecado de las personas malvadas siempre está al acecho y eso les impide estar completamente tranquilas (Proverbios 3:21–25). En cambio, las personas que viven siguiendo la sabiduría divina y la justicia se exponen mucho menos a las calamidades provenientes del pecado.

En el contexto de la eternidad, esta realidad también se aplica. Aunque hay personas que tratan de "salir adelante" a través del pecado, las personas que rechazan a Dios finalmente experimentarán serán juzgadas. La ira de Dios los envolverá y sufrirán eternamente en el lago de fuego (Hechos 17:31; Romanos 1:18; Apocalipsis 20:10–15). Por el contrario, las personas que son justas serán recompensadas durante el Juicio de Cristo (1 Corintios 3:10–14; 9:24–25; 2 Corintios 5:10).

El Salmo 37:4 dice: "disfruta de la presencia del Señor, y él te dará lo que de corazón le pidas". Ese mismo pasaje nos ofrece una serie de sabios consejos y nos promete recibir una buena recompensa: "pon tu camino en las manos del Señor; confía en él, y él se encargará de todo; hará brillar tu justicia como la luz, y tu derecho como el sol de mediodía" (Salmo 37:5–6).

La elección es clara: una persona puede optar por la maldad y el juicio o la justicia y la recompensa. Esta misma idea se sigue desarrollando durante los siguientes versículos (Proverbios 10:25, 27).

Proverbios 10:11–32 contrasta a los justos y a los malvados, enfatiza las diferencias que hay en cómo hablan, cómo viven sus vidas, su actitud ante la vida y los lugares donde acabarán el uno y el otro. Los versículos que van del 21 al 27 se centran en describirnos las consecuencias que vienen como resultado de las acciones piadosas, y las consecuencias que experimentan las personas que viven en pecado y no se arrepienten de lo que están haciendo.

Este capítulo comienza con 375 "proverbios", lecciones u observaciones de situaciones generales con las que todas las personas pueden estar familiarizadas. Estos sabios comentarios continúan el tema sobre la sabi-duría y la insensatez que se desarrolló entre los capítulos 1—9. La mayoría de los versículos del capítulo 10 contienen dentro de sí mismos contrastes de todo tipo, y la conjun-ción "pero" separa estos contrastes con bastante frecuencia. El tema va cambiando de versículo a versículo. Los temas tratan sobre los hijos, los tesoros, la ética de trabajo, la reputación, las ela-ciones, el éxito y la manera en que nos comunicamos con los demás.

En Proverbios 7–9, Salomón comparó la sabiduría con la maldad personificando a la sabi-duría y a la insensatez como si fueran dos mujeres. Salomón anima a sus hijos, o estudiantes, a que elijan la sabiduría, y señala que la sabiduría trae consigo muchos beneficios, pero la insensatez provoca la destrucción de las personas que acaban siguiendo sus caminos. El capítulo 10 nos hace comparaciones claras entre la sabiduría y la insensatez mostrándonos situaciones comunes de nuestras vidas. Estas com-paraciones continúan en el capítulo 11.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.