Proverbios 10:29 - Printer Friendly

LBLA: Fortaleza para el íntegro es el camino del SEÑOR, pero ruina para los que obran iniquidad.

NBLA: Fortaleza para el íntegro es el camino del SEÑOR, Pero ruina para los que obran iniquidad.

NVI: El camino del SEÑOR es refugio de los justos y ruina de los malhechores.

RV1960: El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; Pero es destrucción a los que hacen maldad.

JBS: El camino del SEÑOR es fortaleza al perfecto; pero es espanto a los que obran maldad.

El camino más seguro que podemos seguir a lo largo de la vida es el camino del Señor (Proverbios 1:7). Esto es cierto de la misma manera que lo es el consejo que un médico le da a una persona para que esa persona puede vivir más y mejor, incluso aunque esa persona siga pasando por momentos más difíciles. Las personas que buscan a Dios alcanzan la vida eterna porque Dios se la da como un regalo (Juan 3:36; 10:28). Las personas que son "perfectas" en este contexto, no son personas que nunca "hayan pecado". Más bien, esas personas son las eligen honrar a Dios con sus pensamientos y sus acciones, de tal modo que nadie pueda decir nada acerca de su integridad y reputación (Proverbios 2: 7; Salmo 119: 1). Esta idea sigue el patrón que se ha venido compartiendo durante esta sección en el libro de Proverbios (Proverbios 10:27–28, 30).

Sin embargo, esa misma verdad que se les promete a los creyentes también predice la destrucción de los malhechores. El primer capítulo de Nahúm nos habla sobre estas verdades. En ese capítulo, se nos describe al Señor como si fuera una persona que se está vengando de Sus adversarios. Nahúm pregunta: "¿quién puede enfrentarse a su ira? ¿Quién puede resistir el ardor de su enojo??" (Nahum 1:6). Sin embargo, en el contexto del juicio de Dios sobre los malhechores también se encuentra la bondad y la protección que Dios les ofrece a las personas que se refugian en Él (Nahum 1:7).

En 1 Pedro 3:12–14, Pedro les dice esto a los creyentes que estaban sufriendo todo tipo de persecuciones: "porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está en contra de los que hacen el mal.» ¿Quién podrá hacerles daño, si ustedes siguen el bien? ¡Dichosos ustedes, si sufren por causa de la justicia! Así que no les tengan miedo, ni se asusten".

Proverbios 10:11–32 contrasta a los justos y a los malvados, enfatiza las diferencias que hay en cómo hablan, cómo viven sus vidas, su actitud ante la vida y los lugares donde acabarán el uno y el otro. Los versículos que van del 21 al 27 se centran en describirnos las consecuencias que vienen como resultado de las acciones piadosas, y las consecuencias que experimentan las personas que viven en pecado y no se arrepienten de lo que están haciendo.

Este capítulo comienza con 375 "proverbios", lecciones u observaciones de situaciones generales con las que todas las personas pueden estar familiarizadas. Estos sabios comentarios continúan el tema sobre la sabi-duría y la insensatez que se desarrolló entre los capítulos 1—9. La mayoría de los versículos del capítulo 10 contienen dentro de sí mismos contrastes de todo tipo, y la conjun-ción "pero" separa estos contrastes con bastante frecuencia. El tema va cambiando de versículo a versículo. Los temas tratan sobre los hijos, los tesoros, la ética de trabajo, la reputación, las ela-ciones, el éxito y la manera en que nos comunicamos con los demás.

En Proverbios 7–9, Salomón comparó la sabiduría con la maldad personificando a la sabi-duría y a la insensatez como si fueran dos mujeres. Salomón anima a sus hijos, o estudiantes, a que elijan la sabiduría, y señala que la sabiduría trae consigo muchos beneficios, pero la insensatez provoca la destrucción de las personas que acaban siguiendo sus caminos. El capítulo 10 nos hace comparaciones claras entre la sabiduría y la insensatez mostrándonos situaciones comunes de nuestras vidas. Estas com-paraciones continúan en el capítulo 11.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.