Proverbios 10:7 - Printer Friendly

LBLA: La memoria del justo es bendita, pero el nombre del impío se pudrirá.

NBLA: La memoria del justo es bendita, Pero el nombre del impío se pudrirá.

NVI: La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos.

RV1960: La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá.

JBS: La memoria del justo será bendita; mas el nombre de los impíos hederá.

Tanto las personas justas como las personas impías morirán, porque " y así como está establecido que los hombres mueran una sola vez, y después venga el juicio" (Hebreos 9:27). Sin embargo, lo que la gente bondadosa deja atrás es muy diferente del legado que dejan las personas malvadas.

Las personas que honran a Dios y viven obedeciendo Su ley (Proverbios 1:7) dejan un legado memorable. Las personas que están vivas recuerdan las bendiciones que fluyeron de sus vidas, y se sienten agradecidas de que las personas justas las hayan ayudado a crecer espiritualmente. Eclesiastés 7:1 dice: "es mejor gozar de buena fama que gozar de un buen perfume.

Es mejor el día en que se muere que el día en que se nace". El Salmo 112:3 dice que la justicia de la persona que teme al Señor permanece para siempre, y el versículo 6 dice que esa persona será recordada para siempre.

Al final, las personas malvadas solo dejan atrás corrupción y vergüenza. Es difícil mirar atrás con orgullo a una vida que se caracteriza por la violencia y la corrupción. De hecho, cuando las personas malvadas mueren, las personas que dejan atrás se sienten más aliviadas que otra cosa. Al final la gente se acaba olvidando de esas personas para siempre. Al igual que los desechos cuando entran en el período de descomposición, cuando más tiempo pasa, peor se vuelven, y al final todo el mundo se olvida de ellos. Las personas a las que el mundo conoce solo por su maldad cuando están vivas, acaban siendo recordadas únicamente por el mal que hicieron, y nada más.

Proverbios 10:6–10 contrasta las bendiciones que reciben las personas que viven de acuerdo con la justicia y la sabiduría con el estilo de vida retorcido que caracteriza a las personas malvadas. El justo es sabio, mientras que el impío es necio. El justo bendice a los demás, mientras que el malvado oculta la violencia y causa problemas.

Este capítulo comienza con 375 "proverbios", lecciones u observaciones de situaciones generales con las que todas las personas pueden estar familiarizadas. Estos sabios comentarios continúan el tema sobre la sabi-duría y la insensatez que se desarrolló entre los capítulos 1—9. La mayoría de los versículos del capítulo 10 contienen dentro de sí mismos contrastes de todo tipo, y la conjun-ción "pero" separa estos contrastes con bastante frecuencia. El tema va cambiando de versículo a versículo. Los temas tratan sobre los hijos, los tesoros, la ética de trabajo, la reputación, las ela-ciones, el éxito y la manera en que nos comunicamos con los demás.

En Proverbios 7–9, Salomón comparó la sabiduría con la maldad personificando a la sabi-duría y a la insensatez como si fueran dos mujeres. Salomón anima a sus hijos, o estudiantes, a que elijan la sabiduría, y señala que la sabiduría trae consigo muchos beneficios, pero la insensatez provoca la destrucción de las personas que acaban siguiendo sus caminos. El capítulo 10 nos hace comparaciones claras entre la sabiduría y la insensatez mostrándonos situaciones comunes de nuestras vidas. Estas com-paraciones continúan en el capítulo 11.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.