Proverbios 14:32 - Printer Friendly

LBLA: El impío es derribado por su maldad, pero el justo tiene un refugio cuando muere.

NBLA: El impío es derribado por su maldad, Pero el justo tiene un refugio cuando muere.

NVI: El malvado cae por su propia maldad; el justo halla refugio en su integridad.

RV1960: Por su maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza.

JBS: Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza.

En este versículo, Salomón observa que hay una gran diferencia entre el destino de los malvados y el destino de los justos. Cuando una persona malvada se encuentra con graves problemas debido a su estilo de vida inmoral, se queda totalmente indefenso, y no puede encontrar ni el consuelo ni la ayuda adecuada (Proverbios 11:21; 12:13; 13:21). Además, cuando Dios lo juzga, el malvado no puede defenderse con nada. Durante el juicio del gran trono blanco (Apocalipsis 20:11–15), todos los "acusados" malvados acabarán en la ruina.

En cambio, los justos también sufren pero el Señor siempre está con ellos; Él los ayuda y los consuela (Mateo 28:20; Juan 16:33). El Salmo 23 nos explica que el Señor está con los justos aun cuando pasan por peligros y momentos difíciles (Salmo 23:4). Hebreos 13:5 nos promete que el Señor nunca dejará ni desamparará a Su pueblo.

El beneficio supremo que viene de buscar a Dios y a Su verdad es la salvación eterna. Los "justos" son las personas que honran y obedecen a Dios (Proverbios 1:1–9; 1 Pedro 2:24; Juan 10:28). Incluso durante la muerte física, las personas que honran a Dios se encuentran protegidos y bendecidos por el Señor. El apóstol Pablo testifica en Filipenses 1:21 que para el creyente la muerte es ganancia, y en 2 Corintios 5:8 explica que estar ausente del cuerpo significa estar presente con el Señor.

En Proverbios 14:15–35 se continúa compartiendo una serie de proverbios de Salomón, una vez más, contrastando principalmente a las personas malvadas con las personas justas. Las personas que rechazan la sabiduría de Dios hacen el mal (Proverbios 1:7), son necios y nunca alcanzan la felicidad. En cambio, las personas que hacen la voluntad de Dios (Proverbios 3:5) son sabias y tienen confianza en que al final Dios cumplirá con Sus promesas.

Este capítulo continúa compartiendo una serie de proverbios que hacen referencia a puntos básicos provenientes de la sabiduría general y el sentido común (o lo que debería serlo). Los primeros diez versículos de este capítulo hacen un contraste entre los rasgos positivos y los rasgos negativos que se re-lacionan con la ética del trabajo, el dominio propio y la búsqueda de la sabiduría. Después tenemos una serie de versículos que hacen una comparación entre la actitud y las acciones de los justos y las de los malvados. El resto de este pasaje trata sobre una amplia gama de temas diferentes.

Proverbios 14 continúa compartiendo algunos de los sabios dichos del rey Salomón. En este capítulo se trata una variedad de temas como la sabiduría y la insensatez, la honestidad y la deshonestidad, la rectitud y la maldad, la seguridad y la desgracia que experimentan los países a nivel nacional, la seguridad y la destrucción personal, el temor del Señor, la generosidad y el servicio que procede de la sabiduría. Es-ta serie de comentarios continuará durante varios capítulos más.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.