Proverbios 15:18 - Printer Friendly

LBLA: El hombre irascible suscita riñas, pero el lento para la ira apacigua contiendas.

NBLA: El hombre irascible provoca riñas, Pero el lento para la ira apacigua pleitos.

NVI: El que es iracundo provoca contiendas; el que es paciente las apacigua.

RV1960: El hombre iracundo promueve contiendas; Mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.

JBS: El hombre iracundo revolverá contiendas; mas el que tarde se enoja, apaciguará la rencilla.

El autocontrol es una cualidad muy valiosa. La capacidad de poder considerar nuestras propias palabras y acciones, en lugar de hablar y actuar sin pensar, tiene un enorme impacto en la vida de las personas. Pocas personas quieren asociarse con una persona que tenga mal genio, por temor a que al final puedan salir escaldadas ellas mismas. Salomón nos señala la razón para esto en este versículo: la ira provoca conflictos. Durante los versículos anteriores se dijo que cuando controlamos lo que decimos evitamos pasar por problemas que se podrían haber evitado fácilmente (Proverbios 15:1, 4). Algunas veces, ciertos conflictos pueden ser inevitables, pero lo que sí está claro es que cuando reaccionamos y nos dejamos llevar por la ira del momento causamos más problemas de los debidos. Cuando aprendemos a controlarnos y a moderar nuestras reacciones, tenemos un mayor control de las situaciones y evitamos pasar por una gran cantidad de conflictos.

El versículo anterior hablaba de la importancia que el amor tiene a la hora de disfrutar de la comida, lo cual también se puede aplicar en el hogar o el matrimonio. En ese contexto, Salomón también podría estar haciendo un comentario sobre la necesidad de mantener la calma durante nuestras relaciones. Cuando la ira se apodera de nosotros, saca lo peor de nosotros. De hecho, la ira no siempre es pecaminosa, pero casi siempre lo es. Jesús habló de la ira injusta diciendo: " pero yo les digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio" (Mateo 5:22). En su carta a los Efesios, el apóstol Pablo anima a los creyentes a abandonar todo tipo de ira pecaminosa, y les dice: "desechen todo lo que sea amargura, enojo, ira, gritería, calumnias, y todo tipo de maldad" (Efesios 4:31).

Las personas que controlan su ira ayudan a evitar que los desacuerdos lleguen a un punto de no retorno. Estas personas luchan por la paz, y Jesús prometió bendecir a estas personas (Mateo 5:9).

En Proverbios 15:13–30, Salomón continúa comparando a las personas sabias con las necias. En este libro, esas ideas se asocian con el hecho de aceptar o rechazar la verdad de Dios (Proverbios 1:7). Salomón escribe sobre la alegría de las personas que son rectas y sabias y la tristeza con la que viven las personas necias. Salomón hace un contraste entre actitudes, pensamientos y lo que hacen ambos tipos de personas, y afirma que el Señor está lejos de los malvados, pero lo suficientemente cerca de los justos como para escuchar sus oraciones.

Salomón comienza este capítulo de Proverbios abordando temas como la ira y el dominio propio y la manera en que esas actitudes provocan problemas en las relaciones que tenemos con los demás. Es importante pensarse más de una vez lo que decimos o dejamos de decir. Las personas sabias buscan la sabiduría y la aceptan con humildad. Las personas necias son descuidadas, perezosas y arrogantes. Salomón destaca la importancia que tiene todo esto, y una vez más elogia a las personas que buscan sinceramente la sabiduría de Dios.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.