Proverbios 16:16 - Printer Friendly

LBLA: Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata.

NBLA: Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, Y adquirir inteligencia es preferible a la plata.

NVI: Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata.

RV1960: Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata.

JBS: Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata.

Tal y como lo hace en muchos otros lugares (Proverbios 1:2; 3:19; 8:1; 10:13), Salomón le otorga un valor extremadamente alto a la sabiduría y el entendimiento. A lo largo de la historia, muchos han luchado por acumular todo tipo de riquezas materiales. Piensan que el dinero, el oro y plata, son lo mejor que hay esta vida. Sin embargo, desde la perspectiva de Dios, el verdadero valor se encuentra en lo que una persona aprende mientras tiene una relación con Él (Proverbios 1:7). La búsqueda de la riqueza monetaria, en lugar de la sabiduría, puede llevarnos hacia nuestra autodestrucción (Proverbios 15:16; 16:8). Las personas más famosas, ricas y las que tienen más éxito no son inmunes a la depresión, la desesperación, la infelicidad e incluso el suicidio.

Pablo le hizo a Timoteo una advertencia para que se la transmitiera a las personas que estaban preocupadas por el mero hecho de enriquecerse en esta vida. Timoteo dice: "así que, si tenemos sustento y abrigo, contentémonos con eso. Los que quieren enriquecerse caen en la trampa de la tentación, y en muchas codicias necias y nocivas, que hunden a los hombres en la destrucción y la perdición" (1 Timoteo 6:8–9). La expresión "el dinero no compra la felicidad" está demasiado simplificada, aunque sí que es cierto que el hecho de tener dinero tampoco garantiza que una persona se sienta bien, tranquila y alegre. De hecho, la verdadera alegría solo se encuentra través del crecimiento espiritual, y eso solo ocurre cuando tenemos una relación íntima, humilde y honesta con Dios (Filipenses 3:7–8).

Proverbios 16:16–26 se centra en la rectitud, el orgullo, la humildad, la fe, la palabra y el trabajo arduo. Nuevamente, vemos el contraste entre los rectos y los necios, así como entre la diligencia y la pereza. Muchos de estos proverbios se presentan en un formato de dos oraciones, donde cada uno presenta la misma idea desde diferentes direcciones de pensamiento.

En esta sección del libro de Proverbios, Salomón habla sobre los motivos del corazón, el dominio propio y el sentido común. Muchos de estos proverbios están organizados en un estilo de dos partes. La primera y la segunda parte de estas declaraciones dicen lo mismo, pero desde perspectivas opuestas. Los versículos más destacables son los versículos 9 y 33, en los cuales se nos habla de la sobe-ranía de Dios, y el versículo 18, en el que se nos hace una famosa advertencia en contra de la arrogancia. De hecho, también se cita con frecuencia el versículo 25, en el que se repite el mensaje que se nos dio en Proverbios 14:12 y no anima a que seamos personas reflexivas y pacientes.

Salomón comenzó a compartir una larga lista de proverbios de Sabiduría en el capítulo 10. El capítulo 16 comienza una sección que se compone principalmente de una serie comparaciones y comple-mentos que se extiende hasta Proverbios 22:16. En este capítulo se examinan los pensamientos, el habla, los mo-tivos, la conducta de las personas, el orgullo, la maldad y la injusticia.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.