Proverbios 17:22 - Printer Friendly

LBLA: El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos.

NBLA: El corazón alegre es buena medicina, Pero el espíritu quebrantado seca los huesos.

NVI: Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos.

RV1960: El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos.

JBS: El corazón alegre hará bien como una medicina; mas el espíritu triste seca los huesos.

Salomón nos ofrece un buen consejo médico en este versículo. La actitud de una persona afecta la manera en que mira la vida e incluso afecta a su salud. Si una persona es feliz, las cosas negativas que le ocurren en su vida no le causan ningún tipo de desequilibrio o desesperación. A lo largo de los siglos, la medicina se ha vuelto cada vez más consciente de la influencia que tiene la felicidad de una persona en su salud general. La mayor alegría que podemos sentir en este mundo es tener una relación con Cristo (Proverbios 10:28; Juan 15:11). Los creyentes pueden regocijarse en el Señor, tal y como lo hizo Pablo incluso cuando estaba preso en Roma. Incluso desde la cárcel, Pablo llegó a animar a los creyentes filipenses a regocijarse en el Señor (Filipenses 3:1; 4:4). En lugar de quedarse estancados en las circunstancias en las que se encuentran, los creyentes que tienen una relación con el Señor se centran y se regocijan en Él.

En cambio, la depresión o la ansiedad provocan síntomas físicos que siempre nos acaban afectando. Cuando las personas no se centran en Dios y en Su bondad fiel pierden todas sus esperanzas, lo cual hace que "todo el cuerpo se deprima", tal y como lo dice Salomón. Cuando el cuerpo se deprime, podemos desarrollar presión alta, úlceras, falta de energía, enfermedades del corazón o malestar general. El apóstol Santiago dijo que era importante desarrollar un espíritu resistente ante las pruebas de la vida. En Santiago 1:2, dice: "hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas pruebas".

Esta porción del libro de Proverbios vuelve a tratar sobre algunos temas que ya se han mencionado anteriormente. Entre ellos está la importancia de controlar lo que decimos: cuando hablamos sin pensar podemos causarles mucho a los demás. Además, la sabiduría y la necedad se quedan para siempre en el corazón de las personas. Los sabios buscan la sabiduría, los necios la rechazan completamente. Otros temas de los que se habla en este pasaje son los hijos desobedecen a sus padres y el valor de la integridad y el sentido común.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.