Proverbios 19:24 - Printer Friendly

LBLA: El perezoso mete su mano en el plato, y ni aun a su boca la llevará.

NBLA: El perezoso mete su mano en el plato, Y ni aun a su boca la llevará.

NVI: El perezoso mete la mano en el plato, pero es incapaz de llevarse el bocado a la boca.

RV1960: El perezoso mete su mano en el plato, Y ni aun a su boca la llevará.

JBS: El perezoso esconde su mano en el seno; aun a su boca no la llevará.

Tal y como lo hace a menudo durante este libro (Proverbios 10:4; 12:24; 18:9; 19:15) y otros (Eclesiastés 10:18), Salomón observa que la pereza es contraproducente. Este proverbio nos presenta a alguien que es demasiado perezoso incluso para llevarse la mano del plato a la boca. Es una imagen cómica y absurda que sirve para comunicarnos hasta el punto en el que la pereza puede llegar a afectarnos. Cuando las personas se ganan la reputación de ser holgazanes, acaban siendo el hazme reír de los demás.

La Biblia condena con frecuencia la pereza. Proverbios 6:9 dice: "perezoso, ¿cuánto más seguirás durmiendo? ¿Cuándo vas a despertar de tu sueño?" Este pasaje también hace una terrible predicción: "y así vendrán tu necesidad y tu pobreza: como un vago, como un mercenario" (Proverbios 6:11). La pereza no solo es desagradable y dañina, sino que también es peligrosa (Proverbios 20:4; 23:21).

Durante los tiempos bíblicos, se colocaba un plato de caldo, otros alimentos en el centro de la mesa durante la cena. Los invitados metían la mano o mojaban trozos de pan dentro. Durante la cena de la Pascua, Jesús dijo que Judas era Su traidor, y dijo: "el que mete la mano conmigo en el plato, es el que me va a entregar" (Mateo 26:23).

Proverbios 19:22–29 continúa impartiéndonos sabiduría, hablando sobre la integridad, el temor del Señor, la pereza, el valor de la disciplina, la vergüenza de los niños rebeldes, el pecado de la mentira y el castigo inevitable que viene como consecuencia de necedad de las personas.

En este capítulo se habla sobre la importancia de la integridad personal, la cual vale mucho más que la ri-queza o el éxito terrenal. Salomón dice que hay personas que favorecen a los ricos y no les echan cuentas a los pobres, y elogia a las personas que se preocupan por los más desafortunados. En este pasaje también se nos habla sobre las personas que sufren las consecuencias de sus propias acciones, lo cual es un tema recurrente en el libro de Proverbios.

Salomón ha estado compartiendo una larga lista de proverbios que comenzó en Proverbios 10:1 y con-tinúa hasta bien entrado el capítulo 22. Al igual que otros segmentos de este libro, Salomón habla de las duras realidades que suponen la pobreza, la necesidad de ser una persona íntegra, los peligros de la pereza, el valor de la disciplina cuando ésta se aplica con amor y las consecuencias que vienen de actuar de una manera ne-cia.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.