Proverbios 20:5 - Printer Friendly

LBLA: Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre, y el hombre de entendimiento lo sacará.

NBLA: Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre, Y el hombre de entendimiento lo sacará.

NVI: Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente.

RV1960: Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; Mas el hombre entendido lo alcanzará.

JBS: Como aguas profundas es el consejo en el corazón del hombre; mas el hombre entendido lo alcanzará a sacar.

Una idea se considera profunda cuando se requiere entendimiento y paciencia para entenderla. Cuando algo se hunde bajo el agua, es más difícil saber dónde está, es más difícil encontrarlo y se requiere un esfuerzo mucho mayor para sacarlo. Salomón está usando esta analogía para explicárnoslo.

Muchas veces, las personas no sabemos bien las razones por las que hacemos las cosas, pero una persona sabia puede llegar a saberlo a través del pensamiento y la oración; o puede ayudar a los demás a descubrir esas razones dándoles consejos. Las personas sabias saben discernir mejor los pensamientos, las motivaciones y las expectativas de sus propias acciones. Dios ha colocado en la iglesia a personas así que pueden ayudarles a los demás a comprender correctamente esos aspectos internos que hay detrás de la motivación de las personas.

Todo lo que yace en el corazón de una persona debe ajustarse a las normas y a los planes de Dios. Dios siempre está con nosotros. Además de los sabios consejeros que hay en la iglesia, el Espíritu Santo escudriña el corazón de las personas y señala el pecado que hay en sus vidas—cualquier cosa que vaya en contra de las normas y planes de Dios. Dios les ayuda a los creyentes a conocer la verdad (Juan 14:26; 15:26; 16:13–15). Pablo escribe en 1 Corintios 2:11–13: "porque ¿quién de entre los hombres puede saber las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así mismo, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que entendamos lo que Dios nos ha dado, de lo cual también hablamos, pero no con palabras aprendidas de la sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, que explican las cosas espirituales con términos espirituales".

En esta sección de Proverbios (Proverbios 10:1), Salomón vuelve a tratar una amplia gama de temas, mu-chos de los cuales ya han aparecido a lo largo del libro de Proverbios. Salomón nos hace advertencias en contra de la necedad (Proverbios 1:7), el hecho de precipitarnos a la hora de hacer algo, el hecho de no enfurecer a las personas que tienen autoridad, las consecuencias del pecado y la deshonestidad, y las transacciones comerciales que se llevan a acabo de una manera deshonesta. También se destaca el valor de las personas que toman decisiones con diligencia.

Este capítulo de Proverbios forma parte de una sección que se extiende desde el capítulo 10 de Proverbios hasta el capítulo 22, en el que hay cerca de 400 proverbios. Proverbios 20 continúa compartien-do una colección de dichos sabios de Salomón. En este capítulo, Salomón se centra en ha-blarnos sobre muchas de las cosas que hacen sufrir a los necios. Entre estas cosas, se encuentran la pereza, valores mo-rales perversos y las malas decisiones que estas personas muchas veces deciden tomar.

Proverbios se entiende mejor teniendo en cuenta el contexto de los libros de Eclesiastés y Job. En Proverbios, la "sabiduría" se nos presenta en términos breves, simples y generales. Eclesiastés repre-senta la sabiduría basada en la observación y la experiencia, lo cual enfatiza el hecho de que los principios generales del libro de Proverbios no se aplican absolutamente en todas las circunstancias. Job representa la sabi-duría basada en la experiencia del sufrimiento y la injusticia. Los tres libros llegan a la conclusión de que Dios sabe mucho más que nosotros, y el curso de acción más sensato es siempre seguir Su volun-tad.